viernes, 14 de noviembre de 2014

Frenan demolición de 4 viviendas dañadas

Propietarios interpusieron el recurso para preservar pruebas en la causa y determinar mejor el valor de los inmuebles. Otros tres sí se demolieron.

por Diego Marconetti

Por un pedido a la Justicia, se debió suspender la demolición programada para ayer de cuatro viviendas ubicadas en un terreno colindante a la planta química que estalló en la noche del pasado 6 de noviembre en barrio Alta Córdoba, en el ­norte de la Capital provincial.

Justamente, las primeras demoliciones que iba a realizar la firma Brasca, contratada por la Provincia y el municipio para esa tarea, iban a ser esas viviendas.

La retroexcavadora iba a ingresar por calle Góngora hacia el pasaje Cordeiro, derribando los inmuebles dañados. Pero 
se presentó el abogado patro­cinante de los propietarios junto a un escribano y detuvieron las acciones.

Eso obligó a que se cambiaran los planes y se decidiera derribar primero un galpón y dos viviendas ubicadas en el pasaje Cordeiro. Luego de 
que los propietarios de esos ­inmuebles terminaran de sacar sus pertenencias 
y Epec retirara cables, se pudo proceder a las demoliciones, que se realizaron a las 20.

Derrumbaron dos casas y parte de un viejo galpón

Están ubicados en pasaje Cordeiro y corrían riesgo de caída. Prevén tirar entre 11 y 12 viviendas más.

por German Pandolfi

Cinco minutos antes de las 20 y con curiosos mirando sobre calle Avellaneda, una retroexcavadora de la empresa Demoliciones Brasca ingresó a duras penas por el angosto pasaje Cordeiro de barrio Alta Córdoba, recorrió 30 metros y comenzó a voltear el frente de un galpón perteneciente a la firma Olivares San Antonio. Una nube de polvo cubrió el lugar donde el 6 de noviembre explotó un depósito de una planta química.

Enseguida fueron demolidas las inhabitables viviendas de Norma y Ramón Perdiguero, en Cordeiro 943. “Lo más riesgoso es el galpón, que puede caerse”, coincidieron el dueño de la empresa de demoliciones, Arturo Brasca, y el titular de Defensa Civil municipal Hugo Garrido.

Periodistas y camarógrafos fueron invitados a colocarse 
a resguardo, pero Antonio Barrionuevo, su esposa Eva Lorenzo y el hijo de ambos, Héctor -viven en Cordeiro 919, al lado del galpón demolido- seguían dentro de la vivienda afectada por la explosión. Esto llamó la atención, porque podrían haber corrido riesgos. La Policía y personal municipal los retiraron.

Eva es creyente. “Dios pro­tegió a mi familia en la explosión”, dijo. Nadie puede creer que no hayan sufrido rasguños y la casa siga en pie, pese a vivir a metros de la “zona cero”.

Después de la demolición los Barrionuevo fueron invitados a constatar que no hubieran sufrido roturas. “Quedó todo bien y seguiremos acá”, revelaron.

La demolición se retrasó bastante porque una familia que ocupa un terreno fiscal se demoró en retirar pertenencias de una casa también afectada por la explosión. Poco después de las 20.30, ya entrada la noche, las maniobras para demoler las casas y el frente del galpón habían finalizado. Los curiosos se alejaron. Quedaron los escombros, que se llevarán a un predio de Ciudad de los Cuartetos.

Brasca estimó que demolerán “11 o 12 casas más”, pero el cuándo dependerá de las autorizaciones judiciales. Un juzgado civil decidirá si corresponde demoler otras tres unidades de vivienda usurpadas. Garrido indicó que también se demolerá parte de un taller de chapa y pintura de calle Góngora 923.

Fuentes:
Diego Marconetti, Frenan demolición de 4 viviendas dañadas, 14/11/14, La Voz del Interior. Consultado 14/11/14.
German Pandolfi, Derrumbaron dos casas y parte de un viejo galpón, 14/11/14, La Voz del Interior. Consultado 14/11/14.

No hay comentarios:

Publicar un comentario