viernes, 28 de marzo de 2014

El plan nuclear que mantiene de rehenes a los cordobeses


Se estaría considerando dilatar los tiempos programados para la parada obligatoria destinada a la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse. El grupo de Voluntarios de Greenpeace en Córdoba redactó este post donde expresa su preocupación ante dicha posibilidad y la falta de información pública al respecto:

Ayer en Córdoba se difundió la noticia sobre la prolongación de la salida de servicio de la planta atómica de Embalse. La falta de transparencia ha caracterizado los procedimientos realizados por el sector nuclear a lo largo de su historia. Hasta el momento no ha habido una explicación oficial por parte del agente regulador nuclear (ARN) en lo que respecta a las decisiones tomadas en la continuación del funcionamiento de la planta en los últimos tiempos, cuando ya se debería encontrar cerrada y en proceso de desmantelamiento.

La Central Nuclear Embalse representa el más alto nivel de ocultamientos tanto del sector nuclear como del Estado que lo avala. Ya a principios del año 2012 debería haber salido de servicio tras vencerse la habilitación original, sin embargo, en una clara demostración de lo poco que importa la opinión de los ciudadanos cordobeses, se decidió permitirle el funcionamiento por dos años más sin ningún criterio claro y científicamente sustentado.

Desde noviembre del año 2012, la coalición Córdoba No Nuclear, de la cual Greenpeace forma parte, viene denunciando las irregularidades del Plan Nuclear Argentino con respecto a la extensión de vida de la planta atómica (su falta de audiencia pública y de Estudio de Impacto Ambiental, entre otros). Paralelamente, se ha presentado un proyecto de ley, bajo el mecanismo de Iniciativa Popular, que pretende la desnuclearización de la provincia de Córdoba. Actualmente, el mismo se encuentra obstaculizado por el Poder Legislativo provincial a pesar de estar respaldado por más de 30.000 cordobeses.

La planta presenta un diseño obsoleto y cuenta con numerosos incidentes en su historial. Además, su plan de evacuación es insuficiente y plantea un radio de evacuación de 10 km, cuando las evidencias tras el desastre de Fukushima indican que se necesita movilizar a personas habitando hasta a 80 km del lugar de la tragedia. La seguridad es otro punto en contra de la planta ya que hace poco más de un año alrededor de 40 activistas ingresaron hasta la cúpula del reactor caminando y flameando banderas demostrando la deficiencia en los mecanismos de protección de este tipo de instalaciones.

Desde Greenpeace exigimos la apertura de información concerniente al plan de extensión de vida de la planta de Embalse y las decisiones que se van tomando hasta comenzar con dicho proceso. Es preciso un cambio urgente hacia las energías renovables en un marco de transparencia y seguridad para todos los ciudadanos.

Fuente:
El plan nuclear que mantiene de rehenes a los cordobeses, 28/03/14, greenpeace blog.

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