sábado, 8 de marzo de 2014

El agua arrasó con todo en una amplia región rural

El impacto de la inundación en los campos todavía no está mensurado, pero se ha llevado tambos, establecimientos ganaderos, quintas y sembradíos. Cientos de hectáreas bajo el agua, animales sacados de la producción lechera antes de tiempo, vacas trasladadas a otros campos, caminos intransitables, fábricas lácteas que no produjeron por días por falta de materia prima. Es desolador el panorama para el campo.

Hablar con productores de la región es hablar con la tristeza misma. Muchos no encuentran palabras para decir lo que siente tras el paso de la histórica crecida que no sólo anegó a los pueblos y ciudades de la cuenca del Ctalamochita, sino también a numerosos productores hortícolas, pequeños tamberos, ganaderos y agricultores de la región.

La Nación hizo un relevamiento aéreo, lo mismo que la Provincia.

Con respecto al primero, Arturo Videla, subsecretario de Lechería, señaló que es grave la situación y que ya mantuvieron una primera reunión con todos los actores del sector lechero e intendentes de la región para buscar soluciones.

“Vamos a hacer un estudio para evaluar el impacto”, señaló Videla a El Diario Rural.

“Hay zonas en las que tuvieron que tirar la leche porque no tienen caminos para salir, otros que la llevan con mucha dificultad. Hay gente que tiene a sus animales en zonas más altas, pero vio afectada toda la reserva de alimentos y otros que tuvieron que trasladar a otros campos sus vacas. Estuvimos coordinando todo eso desde la primera crecida, hace unos 20 días atrás”.

Detalló además que hay siete escuelas rurales que no podrán empezar las clases y por eso, con datos más precisos, van a estudiar alternativas, como fondos para reparación de caminos o aportes no reintegrables a los productores que hayan sido perjudicados por la inundación.

A su turno, Juan Cruz Molina, secretario de Agricultura de la Provincia, señaló, tras el relevamiento realizado que las zonas más comprometidas están al sur de Villa Nueva, el cordón de productores hortícolas de ambas Villas, los campos linderos al río de Ballesteros -los más complicados- y los de Bell Ville, a lo que hay que sumar las zonas bajas que si bien no están cerca del río, fueron el lugar elegido por el caudal en su furioso paso por la región.

“No se puede hacer una evaluación seria de cantidad de hectáreas o cantidad de animales afectados hasta que se pueda ingresar a los campos”, señaló el funcionario, quien recorrió en helicóptero junto al ministro Julián María López la región inundada.

“Determinamos la necesidad de una ayuda urgente para los pequeños productores lecheros, llevando alimento balanceado. Ayer, ya se entregó una parte y el lunes, seguiremos con la misma acción, completando los 74 mil kilos”, dijo.

Para los productores hortícolas, señaló la necesidad de buscar medidas urgentes a los efectos de que puedan continuar con la cadena, dado que son ellos los que proveen de verduras a los mercados de la región.

“Además, vamos a priorizar la situación de los afectados por la crecida del Ctalamochita en la Comisión de Emergencia, para evaluar incluirlos dentro de la ley que contempla estos casos”, señaló.

También fue consultado el titular del INTA Villa María, Sergio Dequino, quien señaló que ante la imposibilidad de ingresar a los campos afectados todavía no se puede dar a determinar con precisión cuántas hectáreas fueron afectadas o cuántos animales.

“Vimos que en la zona de Yucat hay un tambo al que lo afectó particularmente y otros que tienen problemas para sacar la leche”, dijo. “Hay tamberos que tuvieron que sacar las vacas de ordeñe y la secaron anticipadamente”, agregó.
En lo que hace a agricultura, pudo observar que el cultivo para silaje, como el maíz y el sorgo, como así también pasturas de alfalfa, fueron las más afectadas. “Muchas no se van a recuperar”, planteó.

También, hay campos con soja, maíz para cosecha y maní que quedaron bajo el agua. “Esto dependerá del estado en el que están. Si la inundación los agarró al final del ciclo, se puede recuperar, pero si está en los primeros estadíos, es probable que se pierda todo”, lamentó.

Caminos
Molina coincidió que la principal preocupación de los productores es el tema de los caminos, porque hay zonas que quedaron totalmente aisladas. Allí se tira la leche que no puede salir a fábrica o se quedan hasta sin alimentos los mismos productores que viven en el campo.

“Tenemos buena relación con los consorcios y gestionaremos los fondos ante el Ministerio de Infraestructura”, planteó el funcionario.

Por su parte, Dequino coincidió en que la principal preocupación son los caminos. “Ya estuvimos reunidos ayer y el lunes volveremos a juntarnos entre Estado, instituciones y los consorcistas para armar un plan de contingencia. La tarea será ahora conseguir los fondos para que sin demoras, cuando se pueda entrar, se reparen las redes viales secundarias y terciarias”.

Instituciones
El Diario Rural también consultó a referentes de organizaciones de productores, como Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec) y Sociedad Rural Villa María.

Diego Manavella, de Caprolec, dijo que el panorama “es muy complicado y no sabemos cuándo ni cómo se va a solucionar”.

“Hay campos que tienen el 100 % de sus cultivos abajo del agua y para recuperar eso hay que hablar de largo plazo”, dijo.

Desde la Sociedad Rural Villa María, el vicepresidente Alfredo Morant, coincidió en la gravedad del panorama. “Vamos a convocar a las autoridades provinciales con Cartez, para buscar alternativas y soluciones”, dijo. “También vamos a contactarnos con el geólogo que entrevistaron ustedes (Germán Tissera) para saber las razones de esta crecida, porque creemos que tenemos que ver qué no hay que volver a hacer y qué hay que corregir para que no vuelva a pasar esto”, concluyó.

El agua también complica a muchos campos del sudeste


Miles de hectáreas entre Villa María y Bell Ville se inundaron. En sectores hubo hasta dos metros de agua y hay caminos rurales inutilizables. El río va bajando lentamente.

por Andrés Ferreras

Con el río Ctalamochita en lenta retirada de los principales centros urbanos del sudeste, la preocupación se va orientando hacia el sector agropecuario, ya que miles de hectáreas quedaron también bajo el agua, con pérdidas en cultivos y grave compromiso para explotaciones tamberas.

Funcionarios nacionales y provinciales empezaron a re­levar la zona entre Pampayasta y Bell Ville. Se prometió ayuda 
y le pidieron a la Provincia 
que declare la emergencia para el sector.

En Villa María, funcionarios del Ministerio de Agricultura de la Nación como el subsecretario de Lechería, Arturo Videla, y el director de Emergencia Agropecuaria, Javier Scheibengraf, se reunieron con intendentes de la zona.

Según se apuntó en el encuen­tro, en algunos campos hubo hasta dos metros de agua, y hay caminos rurales que, en tra­mos, llegaron a su desaparición por la erosión del agua. Hay además ganado que no pudo salir de los campos y para los tambos es un serio problema no poder sacar la leche cada día por el mal estado de los caminos.

En esa reunión firmaron una nota pidiendo al gobernador José Manuel de la Sota que declare “la emergencia y desastre agropecuario” en la región, “para de ese modo gestionar ayuda al gobierno nacional”, informó el municipio villamariense.

Por su parte, el ministro de Agricultura de Córdoba, Julián López, anunció el arribo de 25 mil kilos de alimento balanceado para pequeños productores de Bell Ville y Ballesteros, y otro tanto para la zona de Villa Nueva.

Por otro lado, productores del sudeste se reunieron en Bell Ville con funcionarios provinciales para pedirles que aceleren la construcción de un canal que ayude a desagotar los campos hacia el río. Algunos estaban inundados desde antes de la crecida del río.

En las ciudades
En los barrios más perjudicados de Villa María el agua se retiró casi por completo y se restituyeron ayer los servicios de agua, cloacas, luz y gas.

En Bell Ville sigue el alerta mientras el río se mantiene con gran cantidad de agua. Las defensas se sostienen y evitan desbordes. El agua presente en las calles es por inundación de desagües. Los puentes están habilitados pero el tránsito sigue restringido en algunos sectores. El municipio anunció que desde el lunes será normal el dictado de clases en todas las escuelas.

En Ballesteros, hay aún unos 200 evacuados y el mayor problema es el colapso de muchos pozos ciegos de viviendas.

Las lluvias del jueves no hicieron subir el río, ni se liberó un caudal mayor que en el día anterior desde el dique Piedras Moras. Para el domingo se pronostican nuevas lluvias: en la zona todos ruegan que esquiven esta cuenca o sean leves.

Sierras Chicas: entró barro a las redes
Agua. A causa de la crecida del dique San Roque, algunas localidades de Sierras Chicas estuvieron ayer sin servicio de agua potable por el ingreso de lodo a las cisternas y al acueducto que va desde la planta potabilizadora de La Calera hasta Río Ceballos. Ayer se realizaban tareas de limpieza, que estarían culminadas hoy. Para evitar que toda la zona sufra la falta del recurso, se dispuso la apertura de una válvula para abastecer a Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza desde la planta potabilizadora del dique La Quebrada. Donde se cortó el servicio ayer fue en La Calera, Saldán y Villa Allende, hasta culminar la limpieza integral.

Si te interesó esta entrada tal vez te interese:
"Quienes trabajan en los campos perdieron todo"
Fuente:
El agua arrasó con todo en una amplia región rural, 08/03/14, El Diario del Cnetro del País. Consultado 08/03/14.
Andrés Ferreras, El agua también complica a muchos campos del sudeste, 08/03/14. Consultado 08/03/14.

No hay comentarios:

Publicar un comentario