lunes, 8 de julio de 2013

Un tren cargado de crudo descarrila y explota en un pueblo de Canadá

5 personas han fallecido como consecuencia de la explosión, aunque la policía espera que la cifra aumente.

Un tren que transportaba petróleo ha estallado en la madrugada del domingo en un pueblo de Canadá, causando enormes daños en el lugar. De momento, las autoridades de la zona han informado de que hay varias decenas de personas en paradero desconocido, aunque han explicado que no tiene por qué tratarse de víctimas. "Nos han dicho que hay gente ilocalizable, pero puede ser que no estén en el pueblo o que estén de vacaciones", ha dicho el oficial de policía Michel Brunet.

El pueblo del desastre se llama Lac-Mégantic y es una localidad turística situada en la región de Quebec, a 250 kilómetros de la ciudad de Montreal y cerca de dos estados de Estados Unidos: Maine y Vermont. Bomberos del lado estadounidense han acudido al pueblo a ayudar en las labores de extinción del fuego y de posibles rescates. Colette Roy-Laroche, la alcaldesa del pueblo, ha informado de docenas de construcciones han resultado afectadas por el fuego y que una treintena han sido devoradas por las llamas.

El tren tenía 73 vagones cisterna. Explotaron cuatro de ellos. Parte de la carga de otros vagones se vertió en un río. Los estallidos ocurrieron a partir de la una de la madrugada (hora local). Una treintena de edificios del pueblo han quedado destruidos, algunos por el impacto directo de las explosiones y otros por incendios subsiguientes.

Por ahora no se sabe cuál ha sido la causa del accidente. A lo largo de la noche han sido evacuados alrededor de 1.000 vecinos de Lac-Mégantic, que tiene unos 6.000 habitantes, y se ha marcado un perímetro de seguridad de un kilómetro en torno al núcleo del desastre.

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo en su cuenta de Twitter que las informaciones sobre el accidente en Lac-Mégantic, "son horribles". "Nuestros pensamientos y oraciones están con los afectados", dijo Harper.

El tren cargado de crudo de Canadá iba sin conductor cuando descarriló

Lac-Megantic, una localidad a 120 kilómetros de Montreal, ha despertado este domingo envuelta en llamas, 24 horas después de que un tren cargado de petróleo y descontrolado descarrilara en sus inmediaciones. Los 6.000 habitantes de la ciudad canadiense siguen preguntándose cómo es posible que el convoy de 72 vagones de crudo y cinco locomotoras pudiera haberse salido la madrugada del sábado del las vías, provocando la explosión de cuatro de los furgones que han calcinado buena parte del pueblo causando la muerte, de, al menos, 5 personas, dejando casi medio centenar de desaparecidos y que ha obligado a evacuar a un tercio de su población. Las primeras informaciones confirman que el convoy iba sin conductor cuando se produjo el siniestro. La policía espera que crezca el número de víctimas, si bien sostiene que la cifra de desaparecidos podría ser menor ya que muchos familiares han denunciado las ausencias del mismo individuo varias veces.

"Cuando ves el centro de tu ciudad casi destruido, uno se pregunta cómo vamos a poder recuperarnos de algo así”, ha asegurado, compungida, la alcaldesa de Lac-Megantic, Colette Roy-Laroche, en una conferencia de prensa. Aunque aún se ignoran las causas del siniestro, es un hecho que, en el momento del descarrilamiento, el tren no tenía conductor. Por alguna razón que se desconoce, quizás para cambiar a los componentes de la tripulación, los miembros del convoy decidieron parar a 13 kilómetros al norte de esa localidad. En un momento determinado, la máquina comenzó a moverse, convirtiéndose en un ferrocarril fantasma fuera de control y un anticipo de destrucción.

Edward Burkhardt, el presidente de Montreal, Maine & Atlantic Railway, la compañía que opera el convoy, ha confirmado a Reuters que el ingeniero al cargo de la conducción del tren, paró la máquina horas antes del siniestro. “Él asegura que puso los frenos a los cinco motores y que activó los de un buen número de los vagones”, ha señalado Burkhardt.

Un miembro del Departamento de Transportes de Canadá ya se ha desplazado a la zona para iniciar una investigación sobre el desacarrilamiento que ha obligado a evacuar a 2.000 habitantes de Lac-Megantic y que ya ha calcinado 30 edificios de la localidad, La Cruz Roja ha abierto un hospital de campaña en una localidad cercana a donde ya se han desplazado para ser atendidos más de 300 vecinos.

A lo largo de la noche del sábado se han sucedido las explosiones. La policía y los más de 150 bomberos que tratan de controlar las llamas creen que, al menos, 50 tanques de crudo ya han ardido, pero temen que aún puedan estallar varios más. “Pensamos que hay vagones que están presurizados, pero no lo sabemos con certeza porque no nos podemos acercar lo suficiente, así que trabajamos con la hipótesis de que todos ellos podrían reventar. Por eso el progreso es tan lento y duro”, ha explicado el jefe de bomberos local, Denis Lauzon

Además de sus esfuerzos en controlar el fuego, las autoridades están centradas en la localización de las personas desaparecidas. La existencia de un bar cerca del lugar donde descarriló el convoy permitió a muchos ciudadanos protegerse de las llamas. A última hora del sábado la policía confirmó la existencia de un fallecido. A lo largo del día de hoy (por ayer) la cifra ha ascendido hasta un total de cinco. “No quiero dar una cifra concreta, pero esperamos encontrar más muertos”, ha asegurado este domingo Guy Lapointe, el portavoz de la policía provincial de Quebec. La cifra de desaparecidos, 40, no es fiable ya que se han contabilizado varias veces a las mismas personas debido a que los familiares han denunciado su ausencia en diversas ocasiones y a distintos organismos, ha señalado Lapointe.

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