5 personas han fallecido como consecuencia de la
explosión, aunque la policía espera que la cifra aumente.
Un tren que transportaba petróleo ha estallado en la
madrugada del domingo en un pueblo de Canadá, causando enormes daños en el
lugar. De momento, las autoridades de la zona han informado de que hay varias
decenas de personas en paradero desconocido, aunque han explicado que no tiene
por qué tratarse de víctimas. "Nos han dicho que hay gente ilocalizable,
pero puede ser que no estén en el pueblo o que estén de vacaciones", ha
dicho el oficial de policía Michel Brunet.
El pueblo del desastre se llama Lac-Mégantic y es una
localidad turística situada en la región de Quebec, a 250 kilómetros de la
ciudad de Montreal y cerca de dos estados de Estados Unidos: Maine y Vermont. Bomberos
del lado estadounidense han acudido al pueblo a ayudar en las labores de
extinción del fuego y de posibles rescates. Colette Roy-Laroche, la alcaldesa
del pueblo, ha informado de docenas de construcciones han resultado afectadas
por el fuego y que una treintena han sido devoradas por las llamas.
El tren tenía 73 vagones cisterna. Explotaron cuatro de
ellos. Parte de la carga de otros vagones se vertió en un río. Los estallidos
ocurrieron a partir de la una de la madrugada (hora local). Una treintena de
edificios del pueblo han quedado destruidos, algunos por el impacto directo de
las explosiones y otros por incendios subsiguientes.
Por ahora no se sabe cuál ha sido la causa del accidente. A
lo largo de la noche han sido evacuados alrededor de 1.000 vecinos de
Lac-Mégantic, que tiene unos 6.000 habitantes, y se ha marcado un perímetro de
seguridad de un kilómetro en torno al núcleo del desastre.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, dijo en su
cuenta de Twitter que las informaciones sobre el accidente en Lac-Mégantic,
"son horribles". "Nuestros pensamientos y oraciones están con
los afectados", dijo Harper.
El tren cargado de crudo de Canadá iba sin conductor cuando
descarriló
Lac-Megantic, una localidad a 120 kilómetros de
Montreal, ha despertado este domingo envuelta en llamas, 24 horas después de
que un tren cargado de petróleo y descontrolado descarrilara en sus
inmediaciones. Los 6.000 habitantes de la ciudad canadiense siguen
preguntándose cómo es posible que el convoy de 72 vagones de crudo y cinco
locomotoras pudiera haberse salido la madrugada del sábado del las vías,
provocando la explosión de cuatro de los furgones que han calcinado buena parte
del pueblo causando la muerte, de, al menos, 5 personas, dejando casi medio
centenar de desaparecidos y que ha obligado a evacuar a un tercio de su
población. Las primeras informaciones confirman que el convoy iba sin conductor
cuando se produjo el siniestro. La policía espera que crezca el número de
víctimas, si bien sostiene que la cifra de desaparecidos podría ser menor ya
que muchos familiares han denunciado las ausencias del mismo individuo varias
veces.
"Cuando ves el centro de tu ciudad casi destruido, uno
se pregunta cómo vamos a poder recuperarnos de algo así”, ha asegurado,
compungida, la alcaldesa de Lac-Megantic, Colette Roy-Laroche, en una
conferencia de prensa. Aunque aún se ignoran las causas del siniestro, es un
hecho que, en el momento del descarrilamiento, el tren no tenía conductor. Por
alguna razón que se desconoce, quizás para cambiar a los componentes de la
tripulación, los miembros del convoy decidieron parar a 13 kilómetros al
norte de esa localidad. En un momento determinado, la máquina comenzó a moverse,
convirtiéndose en un ferrocarril fantasma fuera de control y un anticipo de
destrucción.
Edward Burkhardt, el presidente de Montreal, Maine & Atlantic Railway, la compañía que opera el convoy, ha confirmado a Reuters que
el ingeniero al cargo de la conducción del tren, paró la máquina horas antes
del siniestro. “Él asegura que puso los frenos a los cinco motores y que activó
los de un buen número de los vagones”, ha señalado Burkhardt.
Un miembro del Departamento de Transportes de Canadá ya se
ha desplazado a la zona para iniciar una investigación sobre el
desacarrilamiento que ha obligado a evacuar a 2.000 habitantes de Lac-Megantic
y que ya ha calcinado 30 edificios de la localidad, La Cruz Roja ha abierto un
hospital de campaña en una localidad cercana a donde ya se han desplazado para
ser atendidos más de 300 vecinos.
A lo largo de la noche del sábado se han sucedido las
explosiones. La policía y los más de 150 bomberos que tratan de controlar las
llamas creen que, al menos, 50 tanques de crudo ya han ardido, pero temen que
aún puedan estallar varios más. “Pensamos que hay vagones que están
presurizados, pero no lo sabemos con certeza porque no nos podemos acercar lo
suficiente, así que trabajamos con la hipótesis de que todos ellos podrían
reventar. Por eso el progreso es tan lento y duro”, ha explicado el jefe de
bomberos local, Denis Lauzon
Además de sus esfuerzos en controlar el fuego, las
autoridades están centradas en la localización de las personas desaparecidas.
La existencia de un bar cerca del lugar donde descarriló el convoy permitió a
muchos ciudadanos protegerse de las llamas. A última hora del sábado la policía
confirmó la existencia de un fallecido. A lo largo del día de hoy (por ayer) la cifra ha
ascendido hasta un total de cinco. “No quiero dar una cifra concreta, pero
esperamos encontrar más muertos”, ha asegurado este domingo Guy Lapointe, el
portavoz de la policía provincial de Quebec. La cifra de desaparecidos, 40, no
es fiable ya que se han contabilizado varias veces a las mismas personas debido
a que los familiares han denunciado su ausencia en diversas ocasiones y a
distintos organismos, ha señalado Lapointe.
Fuente:
Un tren cargado de crudo descarrila y explota en un pueblo de Canadá, 07/07/13, El País. Consultado 08/07/13.
El tren cargado de crudo de Canadá iba sin conductor cuando descarriló, 07/07/13, El País. Consultado 08/07/13.
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