Advierten que el plan para forestar 80 mil hectáreas en
Córdoba, anunciado por De la Sota ,
debe darle prioridad al uso de plantas nativas.
El miércoles pasado, el gobernador José Manuel de la Sota anunció un plan para
forestar 80 mil hectáreas de predios rurales. El proyecto de ley obliga a los
dueños de campos a destinar el 1 % de su suelo a los árboles.
Ambientalistas ven la medida como positiva, pero advierten
que en el texto de la norma debe destacarse como prioridad el uso de especies
autóctonas. No obstante, advierten que lo más importante es no perder el
bosque que ya existe.
“Antes que forestar, es mejor no desmontar. El reciente
anuncio oficial sirve para poner en perspectiva esta promesa frente a la
realidad de que entre 2004 y 2010 se perdieron casi 269 mil hectáreas de
bosques nativos en Córdoba y en 2012 se perdieron 8.057 hectáreas ”,
dice Federico Kopta, presidente del Foro Ambiental Córdoba.
Y agrega: “Resulta prioritario entonces frenar los desmontes
a través de un control efectivo y de la aplicación de las sanciones previstas
en las normas vigentes, incluida la de reforestar los sitios desmontados con
especies nativas. Además, se debería sancionar una norma que se ajuste a ley
nacional de bosques nativos”.
En 2011, el gobernador Juan Schiaretti, presentó una ley
similar que nunca se sancionó. En su momento, el Colectivo por el Bosque Nativo
advirtió el poco valor que se les daba a las especies nativas.
“No pude leer la nueva norma, pero la anterior no le daba
importancia a las nativas. Si se deja abierto, se van a hacer explotaciones
maderables con especies exóticas”, señala Joaquín Navarro, biólogo y
subsecretario de Vinculación con la Comunidad de la Universidad Nacional
de Córdoba y participante del Colectivo.
El especialista destaca que todos los árboles sirven para
proteger el suelo y evitar la erosión eólica. Pero aclara: “Sembrar árboles no
implica crear un bosque. Hay que hacerlo de manera coordinada para que no
queden parches aislados de árboles; crear corredores biológicos entre los
diferentes sitios y manejarlo para que también crezcan las especies que se
desarrollan debajo de los árboles”.
Kopta coincide: “Para el éxito del programa será fundamental
la selección de especies a implantar, ya que el uso de árboles exóticos ha
generado invasiones biológicas, excesivo consumo de agua, efectos alergénicos
para las vías respiratorias y aporte de combustible muy inflamable en las
sierras, como ha sido el caso de las especies de pinos”.
Como ejemplo, Kopta menciona que en 1983 los bosques de
ligustro o siempreverde de los alrededores de Río Ceballos ocupaban 41 hectáreas , y
actualmente superan las 1.700
hectáreas .
No recomendadas. Pino, crateus, ligustro (siempreverde),
ligustrín, álamo plateado, rosa silvestre, zarzamora y tamarisco figuran a la
cabeza de las especies más destructivas del ambiente por ser muy invasoras,
demandar mucha agua y generar sustancias que impiden que otras plantas crezcan
a su alrededor. Los especialistas no recomiendan usarlas para forestar los
campos cordobeses.
Recomendadas. Las especies más recomendadas para forestar y
que se adaptan a casi toda la provincia son: aromito, espinillo, cedrón del
monte, quebracho blanco, espina amarilla, tala falso, retamo, lagaña de perro,
tala, piquillín, chañar, sombra de toro, jarilla, poleo, cina-cina, algarrobo
blanco, guayacán, algarrobo negro, mistol, palma caranday, moradillo, sauce
criollo y manzano del campo, entre otras.
El proyecto
Forestar. El proyecto prevé forestar 80 mil hectáreas en la
zona rural. Obliga a los dueños de campos a destinar el uno por ciento del
predio a plantar árboles.
Sanciones. Los propietarios que no cumplan con la norma, podrán
ser multados y perderán el descuento del 30 por ciento en el inmobiliario
rural.
Fuente:
Ambientalistas piden que se foreste con autóctonas, 08/06/13, La Voz del Interior.
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