Los expertos evalúan el colapso de la infraestructura y la
explosión inmobiliaria. Las obras que no se hicieron.
por Juan Décima
Intentar encontrar las causas que provocaron la catástrofe
en la ciudad de La Plata
implica sumergirse en el estudio de los múltiples factores que incidieron en la
tragedia.
Cualquier explicación tiene que comenzar con el factor
climático. Según el Servicio Meteorológico Nacional, en el momento de mayor
intensidad del temporal, la lluvia se concentró sobre el centro de La Plata y no fluyó. De los
casi 400 milímetros
que cayeron a lo largo del día, 313 lo hicieron en un período de 6 horas, entre
las 15 y las 21. La Facultad
de Ciencias Astrofísicas y Geografía Física de la Universidad de La Plata , que tomó las
mediciones, estima que esa cantidad se concentró en solo 3 horas.
Para tener un valor de referencia, la media en La Plata para marzo, el mes más
lluvioso, es de 111
milímetros . La tormenta cuadruplicó ese valor en un día.
Según Pablo Canziani, investigador principal del Conicet y director del
Programa de Estudios Atmosféricos de la
UCA , estos fenómenos climáticos se incrementaron desde 1980 y
ya no son excepcionales. “Se observa un cambio en el patrón de las lluvias,
tanto en su intensidad como en su frecuencia, y es probable que sigan
ocurriendo, pero no se puede predecir cuándo”, detalló.
Frente a esta situación, los especialistas aseguran que es
necesario asumir que Buenos Aires es un territorio inundable y que una primera
medida sería crear planes de contingencia para afrontar estas catástrofes, más
allá de las obras de infraestructura que haya que realizar.
La tragedia también se vio agravada por la falta de un
sistema de alerta para estas situaciones. Según fuentes consultadas, el radar
en Ezeiza alcanza a cubrir sólo un sector de La Plata y se necesitaría un
sistema integrado entre Argentina, Uruguay y el sur de Brasil para monitorear
correctamente la zona. A este escenario hay que agregarle la obsolescencia de
los equipos actuales. “Hace más de 40 años que no hay en el país inversión en
instrumental de observación geofísica, no hay tecnología adecuada y lo que hay
no alcanza a cubrir las necesidades”, afirma Canziani.
Otra causa para explicar lo sucedido tiene que ver con la
reactivación económica que, al igual que el resto del país, vivió La Plata a partir de 2003.
Según la Dirección
de Estadísticas municipal, hasta 2008 se habían pedido permisos de construcción
por más de 2.000.000 de metros cuadrados en la ciudad y sus alrededores. Casas
unifamiliares con jardín fueron reemplazadas en forma progresiva por torres y
la densidad pasó de 250 habitantes por hectárea hasta casi 1.200. Esto contribuyó
a impermeabilizar el suelo y colapsó el sistema de infraestructura.
Para Rubén Pesci, arquitecto y presidente de la Fundación CEPA
(Centro de Estudios y Proyectos del Ambiente), éste es un aspecto clave del
desastre. “Debería haber un cambio contundente en los códigos de edificación,
limitando la ocupación del suelo urbano a no más del 30-40 % del lote, para
dejar jardines naturales. De lo contrario, toda el área urbana es una trampa de
escurrimiento del agua en ocasiones de tormenta”.
Para vislumbrar la tercera posible causa de la tragedia, hay
que remontarse a la inundación que sufrió la zona norte de La Plata en 2008. Según Antonio
Elio Brailovsky, especialista en historia ambiental, “al desbordar el arroyo El
Gato, la autopista Buenos Aires-La Plata habría funcionado como un dique, y no
permitió que el caudal de agua desagotara en forma eficiente”. Brailovsky
afirma que esto ya había sucedido hace cinco años y las autoridades estaban al
tanto del problema. El especialista también plantea la realización de un
trabajo de obras interjurisdiccionales. “Un óptimo plan mancomunado sería que la Provincia hiciera obras
de retención de agua y la
Ciudad avanzara en las obras de los canales aliviadores”.
Para encarar resoluciones estructurales de este tipo, es necesario
que el tema sea una prioridad de la agenda política. En una entrevista
realizada por el Diario de Arquitectura de Clarín en 2011 a los candidatos a
intendente de La Plata ,
ni Bruera ni ningún otro hizo referencia a la necesidad de iniciar obras para
enfrentarse a posibles inundaciones.
Para el urbanista Alfredo Garay, una solución sistémica que
englobe toda el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es indispensable.
Dentro de ese esquema, el estudio de las cuencas se impone como una tarea fundamental
que todavía no se ha encarado. Una cuenca puede definirse como un territorio
que drena agua en un punto común, sea un riachuelo, un arroyo o un río. En el
AMBA existen once cuencas, algunas de las cuales recorren tanto la provincia
como la ciudad de Buenos Aires. “Hay que implementar un plan a largo plazo de
manejo de cuencas para todo el área metropolitana, consensuado entre los
gobiernos. También es necesario monitorear la actividad de cada una, ya que
cambia todo el tiempo. Es crucial el mantenimiento de las cuencas; cuidar que
estén limpias y libres de basura”, explicó Garay.
Según informó el ingeniero Sergio Liscia, director de la Carrera de Hidraúlica de la Facultad de Ingeniería de
la Universidad
de La Plata ya
se lanzó una investigación para conocer las causas exactas de por qué se inundó
la ciudad, “Estamos preparando un informe para la Nación con el detalle del
estado de las obras de infraestructura que se estaban ejecutando y del plan
hidraúlico que se estaba implementando. Calculamos que podremos concluirlo en
40 días”, dijo.
Colaboraron: Cayetana Mercé, Inés Alvarez y Paula Baldo
Fuente:
Juan Décima, Por qué se inundó La Plata, 07/04/13, Clarín. Consultado 07/04/13.
Por fin un articulo como la gente.
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