En los contratos de hogares y comercios generalmente no hay
cobertura y, en autos, está limitada; surgen ideas para una solución colectiva.
por Silvia Stang
La angustia y la indignación, mezcladas con una sensación de
tranquilidad porque su vida y la de los suyos estaban a salvo, dejaron también
lugar a cierta resignación. "Y esto no me lo va a pagar nadie", dijo
como conclusión y con voz triste la joven mujer, mientras mostraba frente a la
cámara de televisión pisos y muebles arruinados en su vivienda, afectada por
una feroz inundación. La escena, que tuvo como protagonista a una vecina de
Saavedra, se repitió en otros barrios porteños y el conurbano y, por supuesto,
en La Plata ,
lugares arrasados en la última semana por el agua furiosa, que dolorosamente arrastró
vidas, recuerdos y bienes materiales, incluso autos, por calles convertidas en
cauces fluviales.
¿Qué rol juega el mercado asegurador ante una situación así?
Aún cuando la joven del testimonio tuviera una póliza de hogar, lo más probable
es que la cobertura fuera nula, porque en los contratos llamados
"combinados familiares", los daños no son indemnizados cuando los
causa una inundación. Lo mismo ocurre con seguros de comercio. Ante la
creciente frecuencia de hechos climáticos que provocan desastres, hay actores
vinculados al sector que ven un desafío por delante. Aunque habría que sortear
dificultades, existen ideas para que el mercado ofrezca más protección,
probablemente, eso sí, de manera conjunta y regulación mediante.
En autos, el seguro de "todo riesgo" sí tiene
cobertura por inundación, que abarca tanto los daños parciales -por lo general
con una franquicia, que es un monto a cargo del asegurado, a partir del cual la
compañía asume su responsabilidad- así como la destrucción total, que ocurre
cuando el costo de reparación es mayor al 80 % del valor de reposición, o bien
cuando el valor de venta del vehículo dañado no supera el 20 % de la suma
asegurada, según cuál de las dos cláusulas incluya cada contrato (la segunda es
más desfavorable para el cliente).
"En los seguros de tipo C, de terceros completo, se
cubre el daño si hay destrucción total", completa Sofía Salas, CEO de DDN
Central de Seguros, una firma de servicios a asegurados. Si no se determina que
hubo destrucción total -según peritos de las compañías y concesionarias
oficiales- este tipo de coberturas, que es la que tiene la gran mayoría de los
autos, no prevé indemnización, salvo que exista alguna cláusula especial.
Lo ocurrido en estos días, en que las compañías recibieron
hasta el triple de llamados que en jornadas sin sobresaltos, lleva a algunos a
analizar posibles cambios en las coberturas de hogar y comercio, en las que la
regla general es excluir la inundación.
"Dados los hechos de los últimos meses y principalmente
esta semana, analizamos alternativas para ofrecer algún tipo de solución a
nuestros asegurados", señalaron en Mapfre.
"El mercado y los asegurados en general no hemos
percibido [hasta ahora] estos fenómenos como una exposición a riesgo
asegurable", dice Gustavo Palotta, gerente de la sucursal Buenos Aires de
San Cristóbal Seguros, que estimó que habrá cambios en el futuro. Y agregó que
la magnitud del fenómeno de esta semana llevó a que se evalúe qué hacer ahora
por quienes sufrieron daños no cubiertos por contrato, con una acción que venga
"exclusivamente de la política de responsabilidad social empresaria".
Palotta afirmó que todas "las experiencias anteriores
son absolutamente diferentes, y no de la magnitud que tuvo este temporal".
Para hogares, algunos contratos prevén un seguro contra todo
riesgo solo para productos electrónicos, como televisores o computadoras, según
explicó Gustavo Tría, director del Área de Siniestros de la firma Zurich, donde
en un solo día recibieron 170 denuncias por autos inundados. En ese tipo de contratos,
por la destrucción de esos equipos hay indemnización. Pero no la hay en forma
generalizada para los daños en la casa o el local: "Algunas compañías
tenemos en mente dar eso", porque hay riesgos que uno no contempla hasta
que ocurren ciertos hechos, dijo. "Pasó con el tema del granizo, antes
casi nadie tenía ese seguro", recordó, Y agregó que siempre hay un precio
para cada riesgo, "salvo que la inundación sea recurrente en un
lugar". Es una observación que admite las dificultades que tendría desarrollar
un producto así, que interesaría a quienes están en zonas de riesgo.
Andrés Artopoulos, director de Leza, Escriña &
Asociados, consultores en ingeniería de riesgos y valuaciones, hace foco,
justamente, en el problema de la selectividad. "En el caso de granizo, la
posibilidad de un siniestro es la misma en Devoto o Saavedra, pero en el caso
de la inundación nos vamos a fijar dónde queda la propiedad por asegurar, y si
está en la cuenca del Vega no le van a dar el seguro", evaluó.
¿La solución? La forma válida de generar una cobertura
amplia, según Artopoulos, sería que el Gobierno dispusiera que todos los
seguros de incendio cubran también inundación; entonces sí se formaría una masa
crítica de asegurados y habría diversificación del riesgo. Una variante sería
organizar un pool en convenio con los municipios, y que el seguro esté incluido
en el pago de tasas a cargo de los ciudadanos; eso evitaría la selectividad de
las compañías y acercaría una solución al Estado en el tema de los subsidios.
Más allá de esas propuestas, hay algunos productos que se
apartan de la generalidad de excluir la inundación. En Allianz ofrecen
contratos así para hogar y comercio. "Son productos que tienen una
cobertura, limitada a un 30 % de la suma asegurada, de daños por agua de
inundación", especificó Amílcar Racigh, director de Técnica y Reaseguros
de la compañía. "En general se pueden contratar en cualquier zona, salvo
donde el riesgo ya no es aleatorio", advirtió.
Los nuevos fenómenos de la naturaleza, alentados por la
acción humana, junto a la lentitud de las obras de infraestructura, hacen prever
que el riesgo será cada vez más extendido. Y al crecer una demanda de productos
de protección, el mercado de seguros se juega el desafío de hacer pie en un
nuevo segmento.
RECLAMOS POR DAÑOS
Se triplicaron en estos días las llamadas a compañías
1 Plazos
Flexibilidad
Está estipulado que la denuncia de un siniestro debe hacerse
en 72 horas, pero por las inundaciones ese plazo no cuenta.
2 Contratos
Exclusiones
Por lo general, las pólizas de hogares y comercios no
incluyen la inundación; algunas compañías evalúan dar igual alguna respuesta.
Bajo análisis
Algunas firmas y también la Asociación Argentina
de Compañías de Seguros analizan la posibilidad de nuevas coberturas.
Fuente:
El seguro, frente al desafío que trajo el agua, 07/04/13, La Nación.
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