El conservatorio Gilardo Gilardi, el más prestigioso centro
de formación musical bonaerense, se anegó con las lluvias.
por Pablo Morosi
La inundación de media ciudad afectó seriamente a la
histórica mansión Servente, de estilo neolombardo, situada en el barrio de
Ringuelet donde funciona la institución, a la que asisten unos 1500 alumnos.
En el subsuelo del conservatorio están las aulas en las que
se enseña lenguaje musical. Allí, el agua de la inundación del 2 del actual
llegó a los dos metros de altura y alcanzó a doce de los veinte pianos -tres
habían sido adquiridos en el último año por la cooperadora- que posee el
establecimiento, además de a medio centenar de instrumentos de percusión.
Nueve pianos verticales, dos de cola y uno eléctrico. Además
de xilofones, tambores, claves, cejas, maracas y panderos yacen, algunos
destartalados, entre el pasillo y una de las aulas más amplias del subsuelo.
Andrea Pierri, docente en percusión, mira con desconsuelo y suspira.
En total, las pérdidas de instrumentos oscilan alrededor de
los 500.000 pesos, según el cálculo que hizo el director del conservatorio,
Gerardo Guzmán, quien estimó que sólo en mayo el lugar podría funcionar con
cierta normalidad, siempre y cuando consigan restaurar algunos de los
instrumentos, su principal herramienta de trabajo.
Varios luthiers de la ciudad se ofrecieron a realizar la
tarea, pero antes deben evaluar si lo rescatado puede, o no, salvarse de un
deterioro irreversible. En el hall de acceso al edificio, las autoridades
apilaron bancos, sillas, pupitres y escritorios. Con botas de lluvia y barbijo,
docentes, alumnos y auxiliares emprenden las tareas de recuperación y de
limpieza provistos de tachos con agua y lavandina. Sólo pueden hacerlo de día
porque la energía eléctrica del edificio aún no fue restablecida.
A través de Facebook, la comunidad educativa del
conservatorio se autoconvocó.
Ayer a la mañana, con un trapo y su correspondiente tacho
con lavandina el pianista Rubén Distéfano, profesor de la casa, refregaba la
pared de uno de los pasillos. Hace más de treinta años que está ligado a la
institución, primero como alumno y luego como docente. "Ésta es mi casa,
no puedo hacer otra cosa que estar acá tratando de ayudar", contó. A su
lado, los alumnos José Klug, Belén Gil e Irene Rodríguez intentaban limpiar
otro piano y recibían instrucciones de la inspectora del establecimiento, María
Marta Reyes.
Otro de los lugares de la ciudad afectados por el temporal
fue el zoológico platense, donde se registró la muerte de cinco animales y los
destrozos provocaron el cierre del predio.
Si bien el director del tradicional paseo platense, Diego
Balducci, informó a La Nación sobre el deceso de cinco animales, dijo también a la prensa local que los
ejemplares fallecidos por el temporal fueron 30. Por otro lado, se indicó
oficialmente que otros ejemplares sufrieron afecciones respiratorias provocadas
por la lluvia y el frío.
Consultado sobre el tiempo en que el paseo permanecerá
cerrado al público, Balducci estimó que no será inferior a un mes, por cuanto
no sólo habrá que reparar las jaulas, recintos y corrales que resultaron
afectados en su totalidad, sino que deben estar garantizadas las condiciones de
salubridad del predio. En tanto, lo más conveniente para los animales es que
estén en otro lado. Por eso, solidariamente, están recibiendo los ejemplares
platenses los zoológicos de Buenos Aires, Florencio Varela, Cañuelas, Temaikén,
América, Batán y la ciudad de Córdoba.
En tanto, por las redes sociales se convocó a una jornada de
reencuentro para personas que hayan perdido o encontrado mascotas durante la
tormenta. La cita será el próximo domingo, a las 10, en la plaza Islas
Malvinas.
El Ministerio de Salud bonaerense, por su parte, inició una
campaña de vacunación gratuita contra la rabia y la leptospirosis para gatos y
perros afectados por el temporal. El director de Zoonosis Urbana, Daniel Simón,
explicó que con la campaña se busca disminuir el riesgo de que se enfermen los
animales y que transmitan las afecciones a sus dueños.
"El agua y el barro son el medio donde se multiplica la
bacteria leptospira, y los roedores y los perros son transmisores de la
enfermedad", sostuvo el especialista, y dijo que también serán vacunados
los perros de la calle y los que se encuentren perdidos.
Las secuelas de la tormenta
Cuantiosos daños en la mansión Servente, de Ringuelet
Pianos destrozados
Doce de los veinte pianos del conservatorio quedaron durante
horas flotando en dos metros de agua
Medio millón de pesos
Las pérdidas por los daños sufridos en instrumentos de
cuerdas y de percusión suman $ 500.000
Sin clases hasta mayo
El conservatorio tiene alrededor de 1500 alumnos, que no
tendrán clases hasta mayo
Fuente:
Pablo Morosi, con la colaboración de Eduardo D'Argenio, Doce pianos y mucha historia bajo el agua, 11/04/13, La Nación.
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