El ingeniero agrónomo y referente de la Federación Agraria
Claudio Demo dijo que el abaratamiento de costos lleva a descuidar las
condiciones de seguridad, pero aclaró que se está tomando más precaución.
La imputación de cinco ingenieros agrónomos en la “causa
madre” del barrio Ituzaingó Anexo de la ciudad de Córdoba abrió el debate sobre
la responsabilidad de estos profesionales en el cumplimiento de las normas de
seguridad para la aplicación de agroquímicos.
En este marco, el investigador universitario y miembro de la Federación Agraria
Claudio Demo señaló que el abaratamiento de costos es la principal causa que
lleva a muchos productores y profesionales a descuidar las condiciones de
seguridad de las fumigaciones. De cualquier manera, destacó que en el último
tiempo hubo una toma de conciencia sobre la problemática en la región.
A partir de la sanción de la Ley provincial de Agroquímicos, los ingenieros
agrónomos son los encargados de firmar
las recetas fitosanitarias, documento obligatorio para toda fumigación que debe
garantizar el cumplimiento de las normas vigentes y las condiciones que eviten
riesgos a la salud de la población. Ésta es la responsabilidad que le
correspondería a los cinco profesionales imputados en los últimos días por
“contaminación dolosa ambiental” a raíz de las fumigaciones realizadas en el
barrio cordobés Ituzaingó Anexo.
En relación a estas prácticas, Demo expresó: “Es correcto
que las aplicaciones se hagan con las recomendaciones de alguien que sabe. De
todas maneras, el título no asegura el conocimiento idóneo de los agroquímicos:
se ve con frecuencia que ingenieros recetan lo más barato y no lo más seguro.
La receta no es una garantía de que se aplique lo más adecuado”.
En este sentido, el ex presidente de la Federación Agraria
de Río Cuarto afirmó que respetar las condiciones de seguridad adecuadas en
cuanto a los productos aplicados para fumigar, así como los momentos indicados
para hacerlo, conlleva un aumento de los costos de producción. Es que, según
explicó el ingeniero agrónomo, los químicos de menor toxicidad son más caros
que aquellos más contaminantes.
“Hay recetas tradicionales para aplicar tal producto en tal
momento y no se analiza el caso particular, entonces se repite la misma receta
cuando se podrían usar productos menos tóxicos, pero que son más caros. Ahí hay
una falencia del Estado porque debería gravar con impuestos a los productos mas
tóxicos”, sostuvo Demo.
Más cuidado
De cualquier manera, el investigador destacó que en la zona
de Río Cuarto en el último tiempo existen mayores cuidados a la hora de
fumigar: “El juicio de Ituzaingó aumentó las precauciones en cuanto a los usos
en las zonas periurbanas”. En este marco, Demo relató que desde la Federación Agraria
se está trabajando con los productores para incentivarlos a mejorar las
condiciones de seguridad de las fumigaciones.
El cambio también se observaría en la cantidad de
productores que utilizan las recetas estipuladas por ley, ya que dos años atrás
la gran mayoría de las fumigaciones se realizaban sin contar con este documento
mientras que ahora se estima que se utiliza en el 80 % de los casos.
De cualquier modo, Demo señaló que la receta fitosanitaria
“es una formalidad para cobrar un servicio” ya que de cualquier manera son
justamente los ingenieros agrónomos los que generalmente venden los
plaguicidas.
Por este motivo, el profesional local cuestionó la
legislación vigente: “La Ley
de Agroquímicos se hizo para poner como obligatoria la receta. Después, en la
discusión en la
Legislatura , se le agregaron más cuestiones de salud y mejoró
un poco, pero de todas manera es una ley que no nació para proteger la salud de
la gente sino los intereses de los ingenieros agrónomos”, concluyó.
Fuente:
Agroquímicos: advierten que se “receta lo más barato y no lo más seguro”, 12/12/12, El Puntal de Río Cuarto.
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