El doctor Sarmiento Tagle, fue llamado por el buffet del doctor Aráoz, abogado de la Defensa ,
para realizar análisis y muestras del campo del señor Parra. “Yo tomé contacto
con él a través del estudio de abogados, cuando nos pidieron asesoramiento para
analizar los estudios químicos realizados por el Ceprocor en un momento.
Posteriormente, se decidió hacer más estudios químicos en el campo del señor Parra”, dice.
A lo largo de su declaración, da cuenta de variadas críticas
que realiza a los estudios realizados por el Ceprocor. Al respecto afirma: “El proceso de toma de
muestras no está debidamente documentado, no hay registro detallado de que
sucedió desde el momento en el que fueron tomadas hasta el momento en el que
fue el análisis”. Además, dice que no se había respetado la cadena de
vigilancia -lo que puede haber llevado a un cruce en las muestras-, que no se
las había tomado por duplicado para realizar contrapruebas y que no habían sido
debidamente refrigeradas. También dijo que él había notado una falencia metodológica.
“Los niveles que se encuentran en plantas son diez mil veces más bajos que en los productos puros, por eso, el procedimiento de toma de muestras debe ser muy cuidadoso para que no se contaminen las muestras. Básicamente, hay que asegurarse de que el material que se utiliza sea el idóneo para mantener las muestras”, explica al Tribunal.
“Los niveles que se encuentran en plantas son diez mil veces más bajos que en los productos puros, por eso, el procedimiento de toma de muestras debe ser muy cuidadoso para que no se contaminen las muestras. Básicamente, hay que asegurarse de que el material que se utiliza sea el idóneo para mantener las muestras”, explica al Tribunal.
Respondiendo a una pregunta de la Defensa , Sarmiento Tagle
dijo que los pasos, como están presentados en el informe, no aseguran que el
resultado sea representativo de lo que sucede en el lugar y explica que la mal
toma de la muestra quita validez al resultado.
Luego, a pedido de la Defensa , el doctor en Química lee los resultados del
estudio realizado por el Ceprocor y dice que los valores para el endosulfán, el
diendril y el DDT son menores al límite de detección. Afirmó que “el problema
es que no se puede interpretar el informe porque hay una inconsistencia. O hay
un error en el resultado o en el límite de detección. Desde el punto de vista
químico, el resultado no tiene validez porque no existe la certeza”.
Luego, habla de la persistencia de sustancias como el
dihedril o del DDT y dice que son contaminantes orgánicos persistentes. “En el
caso de diendril es una sustancia que tiene una alta persistencia en el
tiempo”, agrega. Esto significa que, según explica el químico, un producto
puede ser encontrado años después de haber sido aplicado en un lugar. “El
tiempo de vida media es el tiempo que el producto necesita para que la
concentración se descomponga a la mitad, eso no quiere decir que se descompuso,
sino que la concentración es cada vez menor a medida que pasa el tiempo”.
Seguidamente, habla del estudio que realizó con la
consultora de ambiente donde trabaja. A pedido de la defensa, tomaron muestras
de un lugar. “Nosotros pensábamos que si tomábamos muestras de la zona fumigada
y de otra zona, se podrían encontrar valores iguales. Por eso, a pedido,
hicimos un estudio en el que se tomaron muestras en el campo fumigado y en el
Parque Sarmiento, de tierra y vegetales”, comenta.
Según atestigua, las muestras tomadas para este nuevo
estudio fueron: dos muestras de agua de tanque, cinco muestras de vegetales
(claveles del aire) y tres muestras de suelo, que al igual que las de
vegetales, fueron combinadas. Especifica
que, a las muestras de tierra, se les realizaron estudios de órganos clorados y
de órganos fosforados.
Los resultados a los que arribaron, según afirma, fueron los
siguientes: “En tierra no se encontró nada. En la muestra de claveles de aire
se encontró endolsufán, tanto en los del campo y como en los del Parque
Sarmiento, con valores muy parecidos” y, a esto, añadió que “este es un estudio
que ha consistido en un solo día de muestreo, lo ideal sería que la Provincia y el Municipio
pudieran realizarlos con continuidad”.
Cuando es el turno de la Fiscalía , Novillo le consulta al testigo acerca
de la cadena de vigilancia que, según había dicho, no se había respetado.
Entonces el testigo dice: “Yo no puedo reconstruir cuál fuel el camino de la
muestra desde que fue tomada, hasta que fue analizada. Ese procedimiento fue
deficiente. No tengo constancia de que pasó con esa muestra desde que fue
tomada hasta que fue analizada en el laboratorio”.
Novillo continúa y le pregunta si todos los productos que
estaban mencionados en el informe, a su criterio, causan daño a la salud.
Frente a esto, el doctor en química responde: “Sí, son tóxicos desde el punto de
vista químico pero yo no soy médico, habría que consultarlo con un toxicólgo”.
Seguido a esto, el Juez Lorenzo Víctor Rodríguez, presidente
del Tribunal dice “escuché varias veces repetir la palabra “contaminante” ¿Que
entiende usted por contaminante?”, a lo que Martín Gonzalo Sarmiento Tagle
respondió: “Es una alteración de las condiciones naturales. En este caso, sería
una sustancia que altera las condiciones normales de la naturaleza”. El Juez
volvió a preguntar: “¿O sea que todo producto químico producido por el hombre
es contaminante?” El químico aclara que, desde su punto de vista, “sí, todo
producto químico producido por el hombre. No sólo productos químicos, también
pueden ser fuentes de calor, por ejemplo”.
Llegando al final de la declaración el abogado defensor
Pancello, Pérez Moreno le pregunts si
todo contaminante es nocivo. Con respecto a esto el doctor en Química expresa “hay
una diferencia, a los contaminantes nocivos se los suele denominar polutantes.
Por polución se entiende a los que tienen efectos nocivos en el ambiente. Se
los suele usar como sinónimos. Si el cambio en las condiciones naturales del
ambiente tiene efectos nocivos, entonces estamos hablando de polución y no de
contaminación”.
Por último, la doctora Susana Cordi Moreno inquiere: “Usted dijo refiriéndose al
informe de la doctora Nassetta : “desconozco cómo se tomo el análisis”. ¿Esto quiere
decir que hay varios procedimientos posibles?”. Sarmiento Tagle respondió “Sí,
hay varias metodologías, no son muchas las que se pueden usar, pero no recuerdo
lo que figura en el análisis”. En ese momento el testigo pide ver nuevamente el
informe. “En todo el informe es necesario especificar la metodología empleada,
se mencionan como a, b, c, d y f. Después se dice con cual corresponde a cada
análisis. Yo no recuerdo que metodología se utilizó en este estudio….Yo a esto
lo analicé el año pasado y después de eso no tuve acceso a este material”.
Continúa leyendo el informe y concluye: “Acá están detalladas las técnicas
utilizadas”.
Graciela Cristina Nicolás
El turno de la segunda testigo llega pasado el medio día.
Graciela Cristina Nicolás es médica y es la directora del Registro Provincial
de Tumores que depende del Ministerio de Salud de la Provincia.
La médica, explica cómo había sucedido el acercamiento al
barrio Ituzaingó Anexo. Sostiene que “ya había habido una intervención previa
por parte de la Provincia ,
había enviado un equipo de epidemiólogos, médicos y residentes. Se tomaron
entrevistas, se hizo un censo”. Según afirma, la testigo, la idea era conocer,
a través de esa entrevista, las patologías que acusaban los vecinos de barrio
Ituzaingó".
“Como la gente seguía preocupada, la Provincia decide formar
un equipo en el que yo estaba, más una trabajadora social, una psiquiatra (…)
Estuvimos desde marzo hasta abril de 2003, en esos 20 días fue poca gente la
que acudía, entonces salimos nosotros a buscar los enfermos. Hicimos un
relevamiento basándonos en una muestra que tenía el Ministerio de Salud. Eran
98 personas, nosotros logramos confirmar 35 casos (mediante los datos de esa
persona, el tratamiento logrado, etc.), de los cuales, inicialmente, había 8
personas fallecidas y todos habían sido diagnosticados desde el año 83, hasta
el 2003. Nosotros corroboramos 8 personas fallecidas de las que no pudimos
obtener datos, no tuvimos acceso a los certificados de defunción, no podemos
decir tampoco que no tenían cáncer”, asevera la testigo.
Interviene el fiscal Novillo y le pregunta: “98 casos, ¿de
qué?” La testigo responde: “De cáncer, 98 casos que el grupo de madres habían
relevado. De los pacientes eran muy difíciles de corroborar los datos porque el
registro decía, por ejemplo, don Ramón, don Páez, no había datos fehacientes”,
concluyó.
“Entonces hicimos un segundo relevamiento del barrio, y para
agosto del 2003 se hizo un resumen de todo lo actuado”, dice la médica,
mientras informa al Tribunal que tiene el informe en su poder en la sala.
“Hicimos este informe para ser elevado a la Universidad Nacional
que se encargó de hacer un análisis y un estudio más detallado de estos casos”,
sostiene.
Juan Manuel Araoz, abogado defensor de Parra, le pregunta:
“¿Cuál es la conclusión de este informe?”
La testigo responde: “En esa oportunidad solamente dejamos
constancia de los casos que nosotros habíamos constatados como tales. Por la
cuestión epidemiológica hay un período de inicio y de corte y esos periodos no
pueden ser de más de 5 años. Si nosotros tomamos los casos desde el año 83
hasta el 2012, estamos tomando un período re grande. Ahora que existe este
registro de casos de cáncer analizamos la incidencia de los casos de cáncer. La
incidencia se refiere a los nuevos casos de cáncer. A partir del 1 de julio del
2003 hasta la fecha, conocemos el índice de incidencia de la enfermedad”. La
médica afirma que “la incidencia detectada en el barrio (Ituzaingó), no difiere
de lo detectado en otros barrios de la ciudad. De los 3 casos que confirmamos,
era todos casos de arrastre porque provenían de un período mucho mayor que un
período epidemiológico”.
La defensa, en la voz del doctor Araoz, pregunta: “¿Estos caso
no eran de los últimos 5 años?”
La médica Graciela Cristina Nicolás contesta: “No, no eran
de los últimos 5 años. 8 personas fallecidas desde 1983. 12 personas que no se
pudieron ubicar. Más de uno de los vecinos decían que no los habían visto, que
no vivían en el barrio. El resto que pudimos confirmar son 3 del 83 al 2003”.
A continuación habla acerca del Registro Provincial de
Tumores que depende del Ministerio de Salud de la Provincia , en el que
trabaja.
“Un registro es un arma fundamental para conocer la
incidencia de la enfermedad, es conocer cuánta cantidad de casos nuevos se
presentan en un tiempo determinado. Es para implementar medidas de prevención,
de control, de seguimiento de la enfermedad. Como registro poblacional debemos
responder cuál es su nombre, qué patología lo acude, desde cuándo, dónde vive,
cuál es su DNI. Este es el registro que nosotros llevamos. Hacemos una búsqueda
activa, porque es un trabajo meticuloso de archivo, tenemos entrada a todos los
hospitales de la provincia y tenemos la
ventaja de contar con el Hospital Oncológico de la provincia de Córdoba”.
El juez Rodríguez, presidente del Tribunal, le pregunta a la
testigo: “¿Ustedes sectorizan por barrio?”
Graciela Nicolás responde que si. “Tenemos un sistema
informático que nos ayuda en esto. Cada registro puede tener sus variables,
cuando nosotros cargamos un paciente al sistema sabemos si es de Córdoba
capital o del interior”.
Aráoz, de la defensa, pregunta: “¿Hablamos de 18 mil casos
para la ciudad de Córdoba? ¿Y en barrio Ituzaingó?”
La testigo dice que en la ciudad se registraron 18 mil casos
de cáncer y que “35 casos tenemos en registro de barrio Ituzaingó Anexo desde
el 1 de julio 2003 hasta 31 de diciembre de 2010”.
El abogado de la defensa le pregunta si podría dar datos de
otro barrio para poder realizar una comparación. En ese momento interviene el
presidente del Tribunal y dice que “en barrio Ituzaingó hay 6 mil habitantes,
más o menos. Hay que tener en cuenta eso a la hora de pensar en otro barrio”.
La testigo declara en este punto que “si tenemos que
comparar se hace muy difícil, porque nosotros nos manejamos con tasas de
incidencia, no de mortalidad”.
Y agrega que, en el Registro Provincial de Tumores, tienen
información que proviene de 6 o 7 fuentes diferentes. “Mientras más fuentes te
notifiquen un caso, de mayor calidad es el registro”.
Pérez, abogado de la defensa, le pregunta a la médica:
“¿Puede ser que la UPAS
de un barrio tenga más registro de casos que ustedes?”.
La médica responde: “UPAS, como hace un registro desde los
´80 a esta parte, va a tener 5 veces más. Y esto, teniendo en cuenta que
incluyen gente de otros barrios cercanos. La mayoría de las personas de barrio
Ituzaingó no tenían obra social y se atendían en hospitales públicos”, afirmó.
Para finalizar, el doctor Aráoz de la defensa, le dice que si
puede resumir lo que vivió en el barrio; le pide que haga un relato de su
experiencia concreta en el barrio y de la multifactoriedad que pudo estar
presente allí.
La médica Nicolás dice: “Lo único que corroboramos fueron 5
casos de leucemia anteriores a nuestra llegada, dos linfomas eran del año 2000.
Si uno tiene que ir a la multifactoriedad, cuando se empezó el relevamiento en
el año 2002, se vio que no había agua corriente. La primera medida fue instalar
el agua corriente en el barrio. En noviembre del 2006 se cambiaron los tanques
de las casas porque había muchos en mal estado, sin tapa. Se hicieron muestras
en el suelo. Había dos transformadores de corriente eléctrica, uno de ellos era
el que generalmente tiraba aceite cada vez que se sobrecargaba. Da la
casualidad que, en esa manzana, donde estaba ese transformador, se registraron
los casos”.
El fiscal Novillo le informa
la testigo que hay un informe, que se hizo hace poco en el barrio, que
detecta 61 casos. “Usted dice haber registrado 35 casos y este informe dice 61
casos”.
La testigo le dice al fiscal: “Si ustedes me brindan un
listado, yo podría cruzar los datos con nuestra lista. Hay pacientes que quizás
no tiene el cambio de domicilio hecho y por eso no están registrados”.
En ese momento, interviene el doctor Hairaberdian, abogado
defensor de Alberto Gabrielli e inquiere al fiscal Novillo diciéndole en un
tono alto de voz “¿Qué informe?, ¿Hecho por quién? Por un grupo de militantes
está hecho ese informe”, concluye el abogado.
El fiscal Novillo le responde que se está refiriendo al
informe del que estuvieron hablando todo el día de ayer -refiriéndose a la
jornada del lunes 23-.
Novillo le pregunta a la testigo: “¿Qué tienen que ver los
agroquímicos con estos casos?”; a lo que la testigo responde que no puede
responder esa pregunta porque no es su ámbito. “Hay agroquímicos, pero ninguno
comprobado”, sostiene la médica.
Entonces el abogado de la querella pregunta si van a ir al
cuarto intermedio y si luego, él puede seguir haciéndole preguntas a la
testigo, Hairaberdian interviene y dice: “Le pido al Tribunal que le pida al doctor Martínez que haga las preguntas
ahora porque va a ser aleccionado por un grupo de especialistas”.
El Presidente del Tribunal le pide al doctor Martínez que tenga
en cuenta la advertencia y comienza el cuarto intermedio que durará alrededor
de 10 minutos.
Al regresar del cuarto intermedio, el abogado de la querella
continúa con sus preguntas. “El informe ¿es cuantitativo y cualitativo?”,
pregunta, la testigo responde afirmativamente. Entonces Martínez dice: “Nosotros
tenemos 68 mil casos de cáncer en toda la provincia y 18 mil en la ciudad. ¿A
qué se debe que en el interior haya un 200 % más de casos que en la ciudad?” La
testigo le explica que para ellos, los datos son cualitativos en relación a la
calidad del dato.
Seguidamente, el abogado repregunta “¿porque tenemos más en
el interior?” y Graciela Nicolás responde “en el interior tenemos muchos casos
sólo certificados por casos de defunción. En el interior no tenemos datos
concretos”.
Entonces interviene el Presidente del Tribunal y dice que
quiere dar una opinión “Tenemos tres acusados por un determinado delito, pero
esta otra investigación no es la nuestra, nos estamos yendo, vamos perdiendo el
tema”.
Seguidamente ocurre un entrecruzamiento de palabras entre
los abogados: Martínez dice que la declaración de la testigo es inverosímil,
Pérez Moreno dice que no puede permitir que le diga eso porque está conviniendo
a su testigo y Aráoz dice que la señora es una voz autorizada y que está aportando
los datos oficiales de la provincia.
Finalmente, interviene el Presidente del Tribunal y repite
que no tiene sentido la discusión “están perdiendo el norte” afirma y les dice
que pueden acercarse ala Fiscalía del doctor Matheu y presentar estas pruebas que
corresponden a otra causa.
No se realizan más preguntas y la testigo se retira.
Natalio Eduardo Pita
El tercer testigo de la Defensa fue el señor Natalio Eduardo Pita, vecino
del Señor Parra y del señor Gabrielli. Antes de iniciar sus declaraciones afirma
que conoce a ambos.
El abogado dela Defensa, Aráoz, le pide la palabra al
Presidente del Tribunal y dice: “le pido que al querellante no hable con los
testigos que vienen acá a dar su testimonio de libre voluntad, ni antes ni
después de la declaración, que no vaya a apretar”. “¿Apretar?” pregunta el
Presidente, “bueno queda hecha la advertencia” concluye.
Respondiendo a las preguntas de la defensa, el señor Pita dice
que es comerciante y tiene una carnicería en la ruta de Capilla de los
Remedios. Aráoz le pide si puede señalar en el mapa que tienen del barrio dónde
tiene su comercio y el seor lo señala. Además afirma que vive en barrio
Ituzaingó hace aproximadamente 20 años.
“Tengo tres matrimonios. Un hijo del primer matrimonio,
nacido y criado en el barrio. Dos hijas más con otro casamiento. Y una tercera.
Y ocho nietos. El estado de salud de mi familia es normal, un resfrío, la
garganta, nada más”, cuenta.
Aráoz le pregunta: “Ha visto algún día que se fumigue en
forma aérea ese campo?”, “No, para nada”, contesta el testigo. El abogado
defensor de Parra repregunta “¿No vio avionetas fumigando de noche?” y el señor Pita vuelve a responder “no he visto nunca una avioneta fumigando de noche, y
ahí hay cables de alta tensión y no se puede fumigar. ¿Cómo pueden fumigar de
noche? Cruzaría por el campo mío y el de Parra”.
Seguidamente, Aráoz le pregunta por un hijo que perdió su
actual pareja y él cuenta que fue antes de conocerlo a él pero que el niño
había muerto a causa de una diabetes que sufre la mujer. Continuando con el
relato, dijo que una vez se había acercado la señora Gatica para preguntarle si
querían agregar al niño a una lista que estaba confeccionando con los datos de
los niños nacidos sin vida. Según palabras del testigo, su pareja se negó ya
que la causa de la muerte del niño no estaba relacionada a los problemas del
barrio.
Luego, Aráoz le consutó a cerca de un allanamiento que
habría ocurrido en la casa del señor Pita y el dijo: “Ya hace bastante, fueron 3
vehículos con doctores y policías y dijeron venimos a hacer un allanamiento.
Fueron sacaron yuyos, sacaron tierra, se fueron y nunca supe más nada. Agua no
sacaron. Sacaban con una palita, lo ponían en una bolsa de nylon y la cerraban.
Habrán sido 6, 7 personas”.
El doctor Pérez Moreno le pregunta al testigo si sabe por qué
había sido el allanamiento y él dijo que era por el tema de las fumigaciones,
“ellos creían que todo ese sembrado, todo ese campo era mío” concluyó.
Marcelo Juan Bollati
El cuarto testigo fue el ingeniero agrónomo Marcelo Bollati
quien fuera asesor fitosanitario de Parra en relación al control de malezas y
de enfermedades de hongos y plagas.
El testigo, además fue empledo de una empresa que producía
plaguicidas y uno de los redactores de la Ley de Residuos peligrosos. Desde su
postura, la utilización de sustancias como el glifosato no es tóxico y es de
venta libre.
Además, según explicó fue el quien le realizó al productor
la receta fitosanitaria en donde se especifica los plaguicidas que se
utilizarán en la cosecha. También explicó que las aplicaciones de los mismos
debe ser controlada para verificar su eficacia y que, en caso de no lograr los resultados
esperados, se debe volver a aplicar.
En un momento, el Presidente del Tribunal interviene y le
consulta si no es incompatible que hayan sido quienes producen los plaguicidas
los encargados de redactar la Ley de Residuos Peligrosos, el testigo responde que
no.
Luego, continuó su testimonio, fue central la afirmación de que hubieron
reuniones de capacitación con técnicos de la municipalidad y el conocimiento
publico de la prohibición de la ordenanza.
Recuerda reuniones con Raul Gimenez y Diana Raab para
buscarle una solución a los barrios que habían quedado dentro de la prohibición
de plaguicidas. “Había que ver que solución para buscar algún producto inocuo
o que pueda utilizarse” precisa y ejemplifica con el Bipel Vasilus que se consigue en el mercado. Bocilus
Turigensis es un microorganismo. No recuerda si se habló de ese producto
especifico pero si de productos alternativos.
También se constató que la receta de glifosato fue realizada
dos años después de estar prohibido. Ante las preguntas de la Fiscalia asintió que a
veces vio a Parra y a otros empleados de el allí manejando el mosquito;
declaración que Novillo solicitó contar en actas.
Seguidamente, sobre la actividad aérea, afirmó que “En un
campo como el de Parra un avión aplicador tiene que hacer entre 8 y 10
pasadas”. El avión carga va al campo pulveriza y si tiene que volver a cargar
vuelve a la pista.
El doctor Araoz hace referencia al estudio presentado ayer
sobre los efectos de la deriva. Este responde que “el productor busca mas eficiencia
de que el producto quede arriba de su plaga, de su maleza. A la deriva le
decimos lo que sale fuera de mi campo, lo que se va por viento”. En la receta
que presento aclara que la deriva en el campo de Parra no debe dar más de 2
metros.
Incluso precisa que hicieron un estudio para mostrar en las
tarjetas los resultados en el dia mismo que hicimos la aplicación.
Los dos últimos testigos de la tarde fueron citados por la Defensa. Un informe
rebatido de la
Asesora Comunitaria y el libro de vuelos del piloto empleado
de Pancello fueron parte de las pruebas añadidas. Peralta Maya, empleado de
Pancello testificó que comandaba desde el 2000 hasta el 2007 la avioneta
amarilla de patente AXL, avistada y denunciada por los vecinos del barrio.
Desde la Fiscalía
requirieron entonces el testimonio de Carlos Oscar Minuzzi quien registra la
matricula del avión -y que fue mencionado por Gatica y el comisionado Pablo
Paiva- como parte de las presencias reservadas para la última jornada.
También ante el pedido de la Defensa , se decidirá qué
prueba documental se puede receptar que sea pertinente a la causa.
El 31 de julio últimos testimonios. 7 de agosto los
alegatos.
Quinta Capillita, desechos y fumigaciones
Avanzada la tarde presta declaración Beatriz Araya, habitante
de Quinta Capillita, un asentamiento a 600 metros de Barrio
Ituzaingó Anexo, sobre la
Ruta Capilla de los Remedios. Su casa queda al frente del
campo de Parra. Esta mujer, convocada por la defensa, es ama de casa y
Asistente Comunitaria.
Durante su formación como Asistente Comunitaria, junto con
el Sanatorio Francés, realizó dos relevamientos como trabajos prácticos. Estos
serían sobre la salud en el lugar, aunque incluirían datos sobre la ocupación
del lugar (alquiler, propietario, etc). Un relevamiento se hizo en el 2010 y
otro en el 2012 (el cual está hecho en lápiz). Tras las preguntas del doctor Araoz,
se explaya sobre el primer trabajo presentado. Relata que en diez años sólo se
registraron tres casos de cáncer, algunos de diabetes y que la preocupación
principal en el barrio eran los canales industriales provenientes de la empresa
Fiat.
El Presidente del Tribunal toma el documento y luego de
revisarlo puntualiza que el estudio estaba centrado en mujeres y condiciones de
maternidad y ginecología. También se detiene a observarle que respondieron 77
personas a la encuesta, no los 400 que señaló la testigo.
Seguidamente, el Juez lee que en las preocupaciones
ambientales un 64 % de los habitantes señaló el canal industrial, seguido por un
treinta y pico por ciento las fumigaciones. Ante este dato, la testigo se
excusó alegando que eso se debió a las preguntas directas de los médicos. El
Presidente le observó que respondió en forma incompleta con el caso
contaminación y que el relevamiento es solo de mujeres. Seguidamente, el doctor Araoz defensor de Parra procedió preguntarle a la mujer sobre la salud de su
familia, de sus perros y sus plantas a los que respondió en cada oportunidad
estar bien. Recordó que solo una vez acudieron a su casa a allanarla, hace
cuatro años atrás, tomaron muestras de agua y de tierra, aunque nunca les
dieron los resultados. La señora afirmó no haber visto nunca máquinas fumigando
en los campos vecinos (ni por tierra, ni por aire). Asegura haber visto la
máquina mosquito entrar y salir del campo, como si únicamente la guardaran
allí. “Yo veía que entraba y salía un mosquito del galpón pero a mí me daba la
impresión que iban a guardarlo, no sé si era de él…” dijo que no veía quién lo
manejaba porque “no prestaba atención a eso”. Tampoco dijo ver que se fumigaba
en el campo de Gabrielli.
Hacia el final de la jornada declara Peralta Maya, piloto
empleado de Pancello en su empresa AFUCOR (Aéreo Fumigaciones Córdoba) por
quince años. Explica los procedimientos para aceptar y hacer una fumigación:
luego de que se solicita un servicio “Vemos dónde hay que hacerlo, si está
cerca de una población o no, se ve el dibujo del plano del lote para ver cómo
es. Si está todo como debe ser, se hace. Se ven los productos, se ve la
habilitación de los productos y después se realiza una orden del trabajo: uno
como cabeza de servicio y otro el cliente (o muchas veces el ingeniero
agrónomo)”, explica en medio de una detallada alocución. Añade que no se vuela
de noche, ya que es imposible ver y que para hacer un vuelo se consultan las
condiciones meteorológicas y de seguridad.
“Cuando ingresé éramos tres pilotos, Pancello, otro piloto y
yo. Cada campaña, cada piloto tiene su avión. Peralta dice que su avión es PA
18 y después pase a una Pauny 235, LV AXL, del 99-2000 hasta 2006-2007 que era
amarillo con una franja azul al medio de los laterales” explica. En ese
instante el testigo dio el mismo número de patente y forma que Sofia Gatica
había declarado en el segundo día de audiencias.
Seguidamente, y ante un minucioso interrogatorio del abogado
defensor de Pancello, relata los procedimientos de contratación y aplicación.
Detalla que cada fumigación se asienta en un registro escrito por los
empleados. Dicho registro está a disposición como prueba, por lo que se lo
consulta. El registro consta de información sobre: el contratante, fecha de
contratación y realización, conductor, patente, tipo de veneno y cantidad.
Después de precisar zonas de vuelo, altura y mecanismos,
Pérez Moreno -abogado defensor- pidió ahondar sobre las constancias de la orden
del trabajo. Además en la empresa tienen un registro diario sobre esos vuelos.
“porque si no registro el vuelo no lo cobro”.
Aclara que tienen una pista alternativa en Montecristo donde
permaneció el avión hasta el 2006 y 2007. Sobre Montecristo aclara que “ahí
tenemos un angar y un departamento donde me alojo yo, vivo ahí en la campaña.
Es propiedad de un cliente nuestro, Horacio Gazzoni” (haciendo referencia al
actual intendente de esa localidad).
“Pancello desde 2002 hasta fines de 2007 manejaba esa
avioneta y después se va a Corralito”, afirma Pérez Moreno marcando el libro y
solicita que se tome como muestra la copia del pago original del 1 de febrero
de 2008 y los libros registrados en la empresa de esa fecha.
Dentro de la presentación de pruebas de registro, el abogado
defensor se acercó al estrado y presentó un libro de vuelos la empresa AFUCOR,
un recibo y una orden de trabajo. Explica allí que toda la estrategia defensiva
está en la presentación de estos trabajos que están documentados y firmados.
Seguidamente, otra vez en el interrogatorio, el piloto hace
referencia a dos denuncias previas: “una para el ingeniero Freyer le hice un
vuelo el día 2 de marzo de 2004 por la fumigación pegado a la autopista Córdoba
Pilar, está muy cerca de Capilla de los Remedios; y el otro de los
inconvenientes fue uno cerca de la ruta 5, al lado del peaje, antes del hotel
de alojamiento Secretos, en Bº los Cedros, nunca pudimos hacer completo ese
trabajo por las distancias que marcan la ley”.
Niega que existan vuelos que no estén anotados en ese libro
de registros. Aclara también que cada dos años se reparan los aviones, es un
control que se hace sí o sí en esa línea de aviones por fatiga de material.
Cuando Novillo le pregunta por el avión después del 2007, el
testigo responde que estuvo frenado hasta mediados del 2008 y que para esa
campaña trabajaban solo él y Pancello. Aclara también que en febrero de 2008 no
era volado por la empresa, solo por un caso eventual.
A continuación, la doctora Cordi pregunta por empresas aeroaplicadoras
“de un tal Villella”. Responde negativamente y antes de retirarse se sienta en
la sala junto a los familiares de los imputados.
Al final de la jornada y ante el pedido de la fiscalía se
incorporan tres nuevos testimonios y se evaluarán las pruebas requeridas por el
fiscal. El 31 de julio se receptarán los últimos testimonios, y el 7 de agosto,
los alegatos.
Fuentes:
Fuentes:
Crónicas desde la audiencia /// Día 13: declaran los testigos de la defensa (I), 25/07/12, Juicio a la Fumigación. Consultado 26/07/12.
Crónicas desde la audiencia/// Día 13: otra vez la placa de la avioneta y se piden nuevos testimonios (II), 25/07/12, Juicio a la Fumigación. Consultado 26/07/12.
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