Líderes mundiales, altos funcionarios gubernamentales y representantes de la sociedad civil unieron sus fuerzas el 26 de setiembre en la sede de la ONU para reafirmar el compromiso con el desarme nuclear como prioridad mundial.
Por Juan Vernieri
En una reunión de alto nivel celebrada en Nueva York y que ha coincidido con conmemoración del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, el Secretario General de la ONU ha asegurado que «no debe haber lugar para estos artefactos de muerte en nuestro mundo».
El fantasma nuclear
No obstante, advirtió que «desde los peores días de la Guerra Fría, el espectro de las armas nucleares no había proyectado una sombra tan oscura».
Últimamente, ha habido amenazas de utilizar un arma nuclear, lo que pone de relieve el temor a una hecatombe o, por lo menos a nueva carrera armamentística.
Mientras tanto, se están erosionando las normas establecidas desde hace décadas contra el uso, la propagación y los ensayos de armas nucleares.
Aprender del pasado
Guterres afirmó que la experiencia de primera mano de los supervivientes del bombardeo atómico de las ciudades Hiroshima y Nagasaki «nos recuerdan claramente dónde termina el camino nuclear».
No podemos permitirnos olvidar las lecciones aprendidas de aquellos horribles ataques nucleares de 1945
«Y, sin embargo, casi 80 años después, los Estados poseedores de armas nucleares siguen tirando los dados, resistiéndose a las medidas de desarme y creyendo que, de alguna manera, nuestra suerte nunca se acabará», añadió.
«Hasta que se eliminen las armas nucleares, estos Estados deben comprometerse a no utilizarlas en ninguna circunstancia. Y deben demostrar la máxima transparencia en todos los asuntos relacionados con las armas nucleares», afirmó.
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