En notas anteriores argumentamos nuestra apreciación de que lo dicho por Joaquín Aberastaín Oro, secretario de Minería de la provincia de Río Negro, era un disparate. En declaraciones a un periodista dijo que la energía nuclear, “es la más limpia que existe”. Esta Columna de Opinión no lo puede dejar pasar.
Por Juan Vernieri
Las minas de uranio desempeñan un papel crucial en la industria nuclear, proporcionan el combustible necesario para la energía en los reactores nucleares, industriales, científicos, etc.
Todas las minas, especialmente las más grandes del mundo, tienen efectos ambientales negativos: fugas de productos químicos tóxicos y radiactivos contaminando ríos y arroyos cercanos, abandono de estériles, exposición a la radiactividad en los trabajadores y comunidades cercanas, violaciones de los derechos humanos, diversos problemas sociales y ambientales asociados, etc.
La exposición a las radiaciones ionizantes en órganos críticos tiene efectos perjudiciales para la salud. Cuando atraviesan el cuerpo humano, interactúan con los tejidos y órganos, produciendo efectos biológicos. La intensidad de estos efectos depende de la dosis y el tipo de radiación recibida.
Uno de los órganos críticos más afectados es la médula ósea, responsable de la producción de las células sanguíneas, incluyendo los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas.
Una exposición elevada a radiaciones ionizantes puede provocar un debilitamiento del sistema inmunológico, anemia y problemas de coagulación sanguínea.
El sistema gastrointestinal también es vulnerable. Se puede dañar las células del revestimiento del tracto gastrointestinal, lo que resulta en náuseas, vómitos, diarrea y pérdida de peso. También puede causar úlceras y aumentar el riesgo de infecciones y hemorragias.
El sistema reproductivo es afectado por las radiaciones. En los hombres, causa daño en los testículos y reduce la producción de espermatozoides, en las mujeres afecta los óvulos y aumenta el riesgo de abortos espontáneos, malformaciones fetales y problemas en el desarrollo de los órganos reproductivos.
Además de los efectos inmediatos, la exposición a radiaciones ionizantes también suele tener efectos a largo plazo que pueden manifestarse después de un período de latencia e incluir el desarrollo de tumores malignos. Los efectos a largo plazo varían dependiendo de la dosis recibida, la duración de la exposición y otros factores individuales.
Los efectos de la radiación son acumulativos. Una exposición repetida a dosis bajas de radiación a lo largo del tiempo puede tener efectos similares a una exposición única a una dosis alta.
El radón siempre presente en las minas de uranio, es un gas radiactivo que se filtra desde el suelo y puede acumularse en espacios cerrados, como casas o escuelas, aumentando el riesgo de desarrollar leucemia en niños, debido a que daña el ADN de las células.
Si la energía nuclear fuera limpia, la producción de su combustible no sería tan dañina.
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