lunes, 8 de abril de 2024

La contaminación de 'químicos eternos' en el agua ha sido subestimada en todo el mundo

Un estudio concluye que hay una «gran fracción» de aguas subterráneas que presentan PFAS.

Por I. Miranda

Se utilizan para toda clase de productos y sectores, desde elementos de construcción hasta utensilios de cocina. Pero las sustancias per y polifluoroalquiladas (PFAS), conocidas como «químicos eternos», también han demostrado tener una tozuda presencia al llegar al medio ambiente. Ahora, un estudio que ha analizado 45.000 muestras en los recursos hídricos de todo el mundo concluye que estas sustancias químicas se encuentran con demasiada frecuencia en aguas subterráneas en niveles que exceden las recomendaciones oficiales, con el consiguiente riesgo para la salud de los seres humanos. Aún se desconoce la verdadera distribución y alcance de la contaminación por PFAS en los recursos hídricos globales, aseguran los autores.

Existen más de 14.000 sustancias PFAS. Estos productos químicos que se popularizaron a partir de los años 50 del siglo pasado como repelentes de aceite y agua y recubrimientos para productos comunes. Con ellos se hacen sartenes antiadherentes, ropa, cosméticos, insecticidas y envases de alimentos o espuma contra incendios.

Pero si entran en el cuerpo humano se van acumulando y algunos estudios ya aseguran que pueden alterar el sistema endocrino. La ciencia ha empezado a asociar la exposición a estas sustancias con problemas de salud como algunos tipos de cáncer, daños en el hígado o problemas en el neurodesarrollo, así como efectos adversos en la reproducción, el tiroides o el sistema inmunológico, entre otros.

«Muchas de nuestras fuentes de agua están por encima de los límites reglamentarios de PFAS», dice el autor principal del estudio publicado Nature Geoscience, el profesor de ingeniería de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), Denis O'Carroll. «Ya sabíamos que las sustancias PFAS son omnipresentes en el medio ambiente, pero me sorprendió descubrir la gran fracción de fuentes de agua que están por encima de las recomendadas para el agua potable».

El estudio concluye que el 31% de las muestras de agua subterránea en Estados Unidos excedía los límites propuestos por la Agencia de Protección Ambiental estadounidense; mientras que en Canadá llegó al 69% según sus estándares y en la Unión Europa estuvo en el 6%. Estos datos se refieren a masas de aguas para las que no había una fuente de contaminación cercana clara. Los valores son más altos cuando hay una industria química cercana.

No obstante, los autores puntualizan que el estudio se ha centrado en muestras de fuentes de agua como presas, es decir, antes de pasar por una planta potabilizadora. El agua potable pasa por plantas de tratamiento, algunas de las cuales están diseñadas para reducir la cantidad de químicos como PFAS antes de que el agua salga del grifo.

Ampliar el análisis

No obstante, el estudio sugiere que la contaminación real de PFAS en los recursos hídricos mundiales podría ser mayor de lo que se sospecha. Su teoría es que solo se buscan y analizan un número limitado de los 14.000 PFAS que existen.

«Existe una cantidad realmente desconocida de PFAS que no estamos midiendo en el medio ambiente», afirma el profesor O'Carroll. «Los productos comerciales como prendas de vestir y envases de alimentos contienen muchos más PFAS de lo que creemos. Esto significa que probablemente estemos subestimando la carga ambiental que representan las PFAS».


Fuente:

I. Miranda, La contaminación de 'químicos eternos' en el agua ha sido subestimada en todo el mundo, 8 abril 2024, ABC.

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