viernes, 8 de marzo de 2024

Japón no sabe qué hacer con el combustible nuclear fundido de Fukushima

Un dron explora los escombros en el interior del reactor número 1 de la central nuclear de Fukushima, el miércoles 28 de febrero de 2024. Crédito: Tokyo Electric Power Company.


Por Cristian Basualdo

Unas 880 toneladas de combustible nuclear fundido altamente radiactivo permanecen dentro de los tres reactores dañados en Fukushima, 13 años después del accidente nuclear. Nadie sabe en qué condiciones se encuentra el combustible fundido ni exactamente en qué parte de los reactores cayó. Estos datos son cruciales para elaborar un plan para removerlo de forma segura, dijo Akira Ono, jefe de desmantelamiento de Tokyo Electric Power Company Holdings (TEPCO), en una entrevista con The Associated Press.

La clave para desentrañar ese misterio es una muestra de combustible derretido del interior de un reactor, dijo Ono. “Hemos logrado una serie de cosas, pero todavía tenemos mucho que pensar para abordar la tarea sin precedentes de eliminar el combustible derretido”.

En 2019, TEPCO logró ver por primera vez el interior del reactor número 2, el menos dañado, mediante una sonda robótica. Desde entonces, la empresa ha estado intentando extraer una pequeña cantidad de escombros derretidos utilizando un brazo robótico. Ese esfuerzo se ha retrasado durante más de dos años mientras los técnicos descubren cómo hacer que el robot supere los escombros. El próximo intento está previsto en octubre, utilizando un dispositivo previamente probado que se asemeja a una caña de pescar para obtener una muestra preliminar, mientras se esperan mejoras técnicas en el brazo robótico, dijo Ono.

El mes pasado, TEPCO realizó el primer recorrido con drones en el reactor número 1, el más afectado, para investigar los escombros derretidos. Pero tuvo que cancelar un segundo día de exploración después de que fallara un robot secundario que ayudaba con la transmisión de datos.

Somos nuevos en estas cosas y a veces nos topamos con contratiempos imprevistos sobre el terreno. Pero todas ellas son valiosas lecciones aprendidas para nuestros próximos pasos”, afirmó Ono.

La falta de datos, tecnología y planes sobre qué hacer con el combustible fundido fatalmente radiactivo y otros desechos nucleares, dificulta tener una visión clara de cómo pueden quedar la central y sus alrededores cuando finalice la limpieza.

Los críticos dicen que el objetivo de limpieza de 30 a 40 años establecido por el gobierno y TEPCO es demasiado optimista.

El 11 de marzo de 2011, un terremoto y un tsunami dañaron los sistemas de refrigeración de la planta de Fukushima Daiichi, provocando la fusión de tres de sus reactores, liberando radiación al exterior, y expulsando a miles de residentes de sus hogares. Algunas áreas cercanas a la planta aún son inhabitables.

Hace seis meses, Japón comenzó a verter al mar las aguas residuales radiactivas que se acumulan en el predio desde el accidente nuclear. China suspendió la importación de productos acuáticos procedentes de Japón.

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