jueves, 4 de mayo de 2023

Encuentran residuos de plaguicidas en la placenta de mujeres del Alto Valle del Río Negro

Científicos del CONICET encontraron presencia de varios pesticidas en la placenta de mujeres de ámbito rural y urbano. Concluyeron que estos biocidas llegan por vía aérea y alimentaria y permanecen en el ambiente durante décadas. Entrevista con la doctora Natalia Guiñazú.

Redacción Canal Abierto | Un grupo de seis especialistas del Conicet de distintas disciplinas realizaron un estudio para determinar los niveles de pesticidas en la placenta de mujeres residentes en la Patagonia Norte. En los resultados del estudio piloto concluyeron que “las mujeres están expuestas simultáneamente a una gran mezcla de plaguicidas neurotóxicos y potencialmente peligrosos, los cuales podrían afectar a los neonatos a través de la transferencia placentaria”.

En el trabajo –titulado “Residuos de plaguicidas prohibidos y de uso actual en mujeres embarazadas de la Norpatagonia, Argentina: estudio piloto” (puede leerse aquí)― fueron ampliamente detectados en las mujeres embarazadas estudiadas la presencia de Pesticidas Organoclorados (POCs) prohibidos hace más de 20 años. Los agrotóxicos con mayor presencia en las muestras analizadas fueron los clorpirifós muy utilizados en el área de estudio y, también prohibidos recientemente.

La investigación, presentada en un congreso iberoamericano de salud y medio ambiente y publicada en la Revista de Salud Ambiental de la Sociedad Española de Salud Ambiental, es parte de la tesis doctoral del investigador Piuqué Rodríguez del Centro de Investigaciones en Toxicología Ambiental y Agrobiotecnología del Comahue (CITAAC), de la Universidad Nacional del Comahue-CONICET. El equipo se completa con la participación de Berta Vera y Celeste Muntaner de la Facultad de Ciencias Médicas de esta misma casa de estudios; Karina Miglioranza y Paola Ondarza, del Laboratorio de Ecotoxicología y Contaminación Ambiental del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata; y Natalia Guiñazú, directora de la tesis y del equipo, doctora en Ciencias Químicas y docente de la Facultad de Ciencias del Ambiente y la Salud de la Universidad Nacional del Comahue.

Este es un trabajo que venimos realizando hace muchos años. Nuestro interés principal fue estudiar qué es lo que pasaba acá en el Alto Valle, una zona en la que históricamente se produce una gran cantidad de peras y manzanas, producción que lleva asociada la utilización de insecticidas para el control de las plagas que afectan a estas frutas. Eso se suma a que en la zona hay muchas personas que viven muy cerca de las chacras o dentro mismo de las chacras donde se aplican estos plaguicidas. Hace unos años empezamos a investigar qué es lo que pasaba con la exposición a estos compuestos en las mujeres embarazadas y en los niños, fuimos estudiando diferentes parámetros en esta población hasta que se cristalizó en este trabajo en el que finalmente medimos algunos de los plaguicidas en la placenta de mujeres madres residentes en el Alto Valle”, explica Guiñazú, directora del Grupo de Investigación en Toxicología Humana, en diálogo con Canal Abierto.

¿Cuál fue el dispositivo técnico de la investigación?

Las mamás cuando van a su control de embarazos son invitadas a participar del estudio y nosotros estudiamos a través de cromatografía los niveles de plaguicidas en las placentas. Principalmente se trata de dos familias de biocidas: los órganoclorados (POC), compuestos que están prohibidos en Argentina hace bastante tiempo –como el DDT–, y otras familias de plaguicidas que son los que están en uso actualmente (PUA, plaguicidas de uso actual) y dentro de esa familia estudiamos un órganofosforado que es el clorpirifós, que se prohibió el año pasado pero que hasta que se prohibió fue el PUA más utilizado en todo el país y en el mundo entero.

Una vez que la mamá acepta participar, cuando nace el bebé nosotros juntamos la placenta que es un órgano transitorio que se desecha después del parto, excepto que el médico pida un estudio patológico. Con ese desecho nosotros trabajamos y estudiamos, a través de los niveles de plaguicidas que hay en la placenta, el nivel de exposición de la mamá y del bebé. En el trabajo publicado recientemente fueron 20 casos pero, en realidad, tenemos estudiados 85 casos.

¿Y cuál fue el hallazgo? ¿En qué porcentaje de casos encontraron presencia de plaguicidas?

En la mayoría de las placentas encontramos al menos seis compuestos (en el caso del trabajo de Piuqué Rodríguez en las 20 placentas estudiadas se detectó presencia de plaguicidas). Lo que nos llamó mucho la atención es que nosotros esperábamos tener una diferencia más marcada entre el nivel de exposición en las mamás que residen en zonas urbanas respecto a las mamás residentes en zonas mucho más cercanas a las áreas de aplicación de plaguicidas. Esperábamos tener mucha mayor frecuencia de detección y mayores niveles de concentración en las mujeres que viven en las chacras o cerca de las chacras y nos llamó la atención que, si bien estas diferencias estaban, muchas de las madres que viven en la ciudad de Neuquén también daban positivo para los plaguicidas. Es decir, estaban expuestas tanto a los plaguicidas de uso histórico (los ya prohibidos) como a los plaguicidas de uso actual, como el clorpirifós.

¿Cómo llega el insecticida a la placenta?

Llega por vía aérea en las mamás que viven más cerca de los lugares de aplicación, pero también por vía alimentaria.

¿Cuál es la consecuencia de la presencia de órganoclorados y los órganofosforados para las mujeres y para sus bebés?

Siempre tenemos que tener en cuenta que estos compuestos son neurotóxicos. Este es el mecanismo por el que controlan la plaga, pero también es el mecanismo por el cual ejercen toxicidad en el ser humano. Nosotros no estudiamos los efectos, no hicimos el seguimiento de los niños que nacían de estas mamás, pero si hay trabajos a nivel internacional que han hecho seguimiento a niños que nacían con altos niveles de exposición en las madres y en estos trabajos se demostró que es una sustancia que altera el desarrollo cognitivo.

El insecticida clorpirifós se está prohibiendo en todo el mundo porque es una sustancia neurotóxica que a niveles de exposición bajos produce deterioro cognitivo en los niños.

Leí que Piuqué Rodríguez decía que nacen con menor desarrollo, con menor peso.

Claro, estos chicos, los que nosotros relevamos en ese trabajo de 20 casos, encontramos que a mayores niveles de plaguicidas se asociaba un menor índice ponderal, esto significa que los niños con los que trabajamos nosotros tienen parámetros normales al momento del nacimiento pero son un poquito más pequeños.

Además de las consecuencias a la salud humana, ¿qué impactos generan en el ambiente?

Los insecticidas no son específicos sobre la plaga que van a controlar. Entonces, además de eliminar la plaga que causa pérdidas económicas también puede eliminar insectos benéficos como los polinizadores. También se pueden contaminar los cursos de agua; estudios previos en la región encontraron que los peces del Río Negro tenían niveles altos de órganoclorados.

Tiene múltiples efectos. Una vez que se libera la sustancia en el medio ambiente empieza a tener una dinámica brutal, no solamente vamos a encontrarlo en el aire, vamos a encontrarlo en el suelo y también en el agua y a través de esas vías va a llegar al hombre y a un montón de otros seres vivos.


Plaguicidas

En la Región Norpatagónica, el uso intensivo de insecticidas para sustentar la producción de frutas de pepita se remonta a más de 50 años atrás. El control de plagas se realizaba con plaguicidas organoclorados (POCs). Luego de que Argentina se adhiere al Convenio de Estocolmo, que prohibió el uso de los POCs debido a su ubicuidad, persistencia y toxicidad, la aplicación de la mayoría de

estos compuestos fue prohibida en 1998. Luego, en 2013 se restringió el insecticida endosulfán por disposición del SENASA y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. En el presente estudio se detectó la presencia de residuos de clorpirifós, trifluralina, clorotalonil, HCHs, HCB, endosulfanes, DDTs, clordanos y heptacloros.


Ustedes detectaron la presencia de DDT que está prohibido hace más de 20 años, ¿cómo es posible eso?

Nosotros cuando encontramos el DDT también medimos metabolitos (sustancias derivadas de la metabolización de un determinado producto). A través de la medición del estado de metabolito, podemos decir que no son aplicaciones prohibidas actuales, sino que es lo que queda remanente en el ambiente de la aplicación que se hizo hace muchos años.

Estos compuestos tienen una vida media, así se llama al tiempo de permanencia que tiene en el ambiente, que es muy prolongada, tarda mucho tiempo en degradarse, entonces se van acumulando y todavía seguimos teniendo estos compuestos en el ambiente.

¿Qué importancia tiene la constatación obtenida por la investigación?

Para mí tiene muchas implicancias. Desde lo que es la salud pública, conocer a qué estamos expuestos, no sospechar sino tener información certera de cómo estamos expuestos a esta sustancias. De ahí que las personas que pueden tomar las decisiones políticas, las decisiones pertinentes para cuidar la salud de las personas y, sobre todo de los niños, lo hagan. Yo creo que esa es una de las aristas más importantes que tiene este trabajo: saber y una vez que uno sabe qué es lo que está pasando puede tomar un montón de decisiones, pero primero necesitamos conocer a qué estamos expuestos.

Piuqué es un joven neuquino que hizo su carrera y su doctorado en la Universidad del Comahue… ¿qué importancia le das a la tarea de la universidad para la comunidad patagónica?

Desde el punto de vista del desarrollo de recursos humanos este es un trabajo que es parte de la tesis doctoral de Piuqué Rodríguez. Él es un neuquino que estudió en la universidad pública y que hizo su doctorado en la universidad pública con fondos públicos. Nosotros este trabajo lo hemos realizado con fondos de subsidios de CONICET, de agencia y de la Universidad del Comahue.

La investigación tiene una impronta local, pero no solamente es importante para esta zona porque estos plaguicidas que nosotros estudiamos son usados en todo el país, se utiliza para la producción de soja y también de otros alimentos. Entonces es importante que sepamos a qué estamos expuestos en todo el país.

Acá también participaron médicos que si bien son parte del proyecto, no reciben un pago aparte, sino que ellos hacen su trabajo y hacen las entrevistas a las pacientes y nos recolectan las muestras sin ningún beneficio económico, solamente porque les interesa el tema y colaboran.Yo soy investigadora y cobro mi sueldo de investigadora, está dentro de mis funciones hacer este estudio, pero ellos colaboran por un interés personal. Sin la participación de los médicos este estudio no podría haber sido realizado y, por supuesto, sin la participación de las mujeres que nos donaron la placenta y un ratito de su tiempo.

La prohibición del clorpirifós

Por Resolución 414/2021 de SENASA, del 6 de agosto del 2021 se estableció la eliminación gradual de formulaciones que contienen los principios activos Clorpirifós etil o Clorpirifós metil, hasta su prohibición total para uso agrícola (en todos los cultivos) en Argentina.

Este trabajo y un informe que hicimos en el laboratorio contribuyó a que se prohibiera el clorpirifós, este insecticida que detectamos frecuentemente en las placentas tanto rurales como urbanas. El Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible solicitó a finales de 2020 un informe técnico sobre este plaguicida y el instituto de CONICET donde yo trabajo hizo ese trabajo. Evaluamos cómo se movilizaba este compuesto en el ambiente, que es lo que se sabía de los impactos que tenía a nivel de la biota, a nivel de los organismos acuáticos, a nivel de la salud de las personas y hay un capítulo, que escribimos con el equipo de investigación que yo dirijo, que recoge los resultados que teníamos de los estudios en la zona. A raíz de este informe el SENASA puso a consideración la prohibición del clorpirifós. Hubo una consulta pública y se terminó prohibiendo esta sustancia”, explica Guiñazú.

Nosotros pusimos este granito de arena. No siempre pasa así pero me parece que es un poco el objetivo que uno tiene, el de mejorar la calidad de vida, es una devolución directa a la sociedad de las investigaciones”, concluye esta científica nacida, criada y formada en la Patagonia ―con un paso por la Universidad de Córdoba donde realizó el doctorado y el posdoctorado―, que eligió hacer ciencia en su tierra y orgullosamente expone el fruto de su trabajo y el de sus compañeres en la universidad pública y en el Conicet.


Fuente:

Encuentran residuos de plaguicidas en la placenta de mujeres del Alto Valle del Río Negro, 25 abril 2023, Canal Abierto.

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