En un trabajo deinvestigación de la UNVM detectaron la presencia de atrazina en la leche de tambos de la zona. La doctora en Ciencias Noelia Urseler explica detalles del estudio y cuáles son las consecuencias para la salud. Y también nos habla de la posible solución.
La atrazina es uno de los tres herbicidas más utilizados en el país y tiene la característica de ser persistente en el ambiente y móvil, pudiendo contaminar diversos ambientes. Por esas particularidades, hay diferentes investigaciones realizadas en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) que han ido en busca de ese componente en, como dicen los profesionales que trabajan en el área, diferentes “matrices”. Es decir, lo investigaron en el agua de río, en el agua de pozo y ahora también, en la leche de los tambos.
Este último trabajo tuvo particular trascendencia no solo en la comunidad científica, dado que fue publicado en una revista especializada de circulación mundial; sino también, en los medios de comunicación de todo el país.
La responsable de ese estudio es la recientemente egresada como doctora en Ciencias de la Universidad Nacional de Villa María, Noelia Urseler, quien dialogó con El Diario sobre el tema.
El punto de partida fue un trabajo de investigación que hicieron en 2016 bajo la coordinación de la doctora Carolina Morgante, actual decana del Instituto de Básicas de esa casa de estudios. “Hicimos un relevamiento para evaluar la calidad del agua subterránea, es decir, la de pozo, con el fin de determinar sus propiedades físicas y químicas”, dijo Urseler.
“Teníamos un antecedente de otro estudio hecho en la Universidad por la doctora Romina Bachetti, en el que se detectó atrazina en aguas superficiales de la cuenca del río Ctalamochita y por eso, decidimos determinar si también había presencia del mismo herbicida en las aguas subterráneas”, agregó.
Ahí fue también que sumaron a la investigación el análisis de la leche producida en 18 tambos de la región, dado que hay estudios de otras partes del mundo donde detectaron atrazina en esa matriz.
El resultado fue que, así como en el estudio de Bachetti donde encontraron atrazina en aguas superficiales, en el de Urseler se detectó la presencia del herbicida en aguas subterráneas y también, en las muestras de leche de esos tambos.
“Nos sorprendió encontrar el herbicida en la leche cruda y también, nos sorprendió la concentración detectada”, dijo Urseler.
Precisamente, informó que detectaron en las muestras de leche bovina extraídas del tambo entre 2,5 y 20,9 microgramos de atrazina por litro, lo que supera los límites de normativas internacionales.
Cabe señalar que en Argentina no hay normativas que regulen el tema, pero si hay referencias de otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos se permite hasta 20 microgramos por litro y la Unión Europea -donde está prohibido el herbicida- acepta hasta 50 microgramos por litro.
Cómo llega la atrazina a la leche
Al ser consultada sobre el proceso que permite que la atrazina llegue a la leche, Urseler explicó que los datos del estudio demuestran que hay una correlación entre la cantidad de atrazina detectada en agua de los pozos de donde se extrae el líquido y vital elemento para el consumo de las vacas lecheras; y la que excretan esas vacas en la leche. “La atrazina es lipofílica, lo que significa que se adhiere al tejido graso”, informó.
En base a esos datos, suponen que a partir del consumo de agua “que en el caso de las vacas lecheras es de 150 litros por día, se va bioacumulando en el organismo del animal y termina excretado en la leche. Pero también hay una hipótesis que puede ingresar vía el maíz, que es uno de los cultivos al que se le aplica la atrazina”, dijo.
Una aclaración indispensable para la comunidad: el componente se encontró en la leche de tambo y no en las leches comerciales, que para llegar al supermercado pasan por un proceso de pasteurización, el que hay que determinar si puede eliminar o no el herbicida. “Hasta ahora, los estudios que se hicieron en leches comerciales no detectaron atrazina, sí otros elementos como el lindano y el DDT, que son tóxicos y persistentes, y están prohibidos en Argentina”, dijo.
Para darnos una idea de la persistencia del herbicida estudiado en este caso, nos dio a conocer que una investigación realizada en una Universidad de Buenos Aires, en la que se demostró que también se halló atrazina en el agua de lluvia, particularmente en Córdoba; pero también en Buenos Aires y Santa Fe. “Se supone que es por la evaporación y deriva”, dijo la investigadora.
Impacto
Frente a estos datos, le consultamos cuál es el impacto para la salud humana y nos explicó que hay estudios generales en varias especies de animales -aún no en bovinos- que demuestran que puede provocar alteraciones endócrinas, es decir, hormonales. También se lo asocia a la reducción de peso en los fetos.
“En los humanos es igual, incluso, la Unión Europea prohibió el uso de atrazina tras detectar su presencia en mujeres en tiempo de lactancia”, dijo.
La posible solución
Así como el estudio detectó el problema existente, comenzaron a idear la solución. “En el grupo aislamos una bacteria identificada como Paenarthrobacter ureafaciens AAC22, que es capaz de eliminar o degradar la atrazina hasta un metabolito no tóxico, que es el ácido cianúrico”, dijo.
“Lo probamos para bioremediar la atrazina en agua superficial y suelo y siempre obtuvimos muy buenos resultados; pero además, es importante señalar que no provoca alteraciones ni daños en las comunidades microbianas nativas que están presentes en el ambiente”, expresó.
“Mi objetivo es seguir trabajando con esta bacteria, inmovilizarla y poder aplicarla al ambiente contaminado”, agregó.
Cabe señalar que esa bacteria se aisló en el estudio que fue tesis doctoral de la ya mencionada Romina Bachetti.
“Uno de los objetivos de mi posdoctorado es precisamente seguir trabajando con esa bacteria para remediar atrazina en distintas matrices”, agregó. Pero también hay mucho recorrido en la investigación: trabajar en los humedales, particularmente en las lagunas de nuestra región, seguir investigando la presencia del herbicida en otras matrices y ver que pasa con la leche pasteurizada.
Es conocimiento de calidad producido en la Universidad Nacional de Villa María. No es para alarmar, sino para saber y buscar soluciones.
La atrazina en diferentes partes del mundo
La atrazina (ATZ) es uno de los tres plaguicidas más utilizados en el país. Es un herbicida sistémico selectivo autorizado en Argentina para el control de malezas en cultivos de maíz, sorgo granífero, caña de azúcar, té, entre otros.
Actualmente, la ATZ se encuentra prohibida en 37 países (U.E.: 27 países; Reino Unido; Cabo Verde; Chad; Gambia; Mauritania; Niger; Palestina; Senegal; Omán y Togo).
En Estados Unidos es un herbicida de uso frecuente, particularmente en los cultivos de maíz y maíz dulce, donde se recomienda su uso en combinación con otros productos químicos.
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Fuente:
Cuáles son las consecuencias por el herbicida hallado en tambos de la región, 15 enero 2023, El Diario.
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