Ana María Roberi de Gori, vecina que planta árboles en el Parque de la Vida. Foto: Ramiro Pereyra / La Voz. |
Se llama Ana María Roberi, vecina de barrio Parque Capital. Busca mantener vivo el predio, defender sus ejemplares centenarios y preservar el bosque nativo en la ciudad.
Por Alejandra González
Hace algunas semanas, el Parque de la Vida se convirtió en foco de una polemica vecinal. Todo surgió cuando el club del barrio comenzó la gestión para obtener la cesión de una porción del predio. Frente a esa situación, vecinos de la zona se activaron para frenar esa iniciativa bajo la premisa de que el “parque es de todos”. Finalmente, el club dio marcha atrás.
Al margen de la organización y del activismo de ese grupo está Ana María Roberi de Gori. Una vecina del barrio que desde 2020 lleva una labor a favor del ambiente y del parque de manera altruista.
El sentido del nombre “Parque de la Vida” hace alusión a una idea inaugural del espacio: se plantaría un árbol por cada niño o niña que naciese en el barrio. Hoy, se suma la plantación de ejemplares por cada persona que fallece. Ana plantó su primer árbol en honor a su amiga Mirta, fallecida por Covid-19.
Casi 80 árboles plantados en dos años
Ana tiene 72 años y lleva cerca de 24 viviendo en barrio Parque Capital. En agosto de 2020 plantó su primer árbol en el espacio y desde ese momento no paró. Así, lleva implantados 75 árboles en el predio. “No es solamente plantarlos, hay que regarlos, ponerle tutores, cuidarlos del viento y de las hormigas. Voy casi todos los días”, le cuenta a La Voz.
Ana también cuida de otros árboles que fueron plantados por la ONG “Árbol Vivo” y otros vecinos de la zona. “Si no los cuido, se mueren porque por el clima es muy difícil que crezcan solos”, explica.
Una de los frentes en defensa de este parque es proteger uno de los pocos espacios de bosque nativos en la Capital. Por eso, es de suma importancia seguir sumando especies acordes al ecosistema cordobés. Ana, también contribuye en ese sentido y la plantación se enfoca en árboles autóctonos como espinillos, algarrobos, lapacho, palo borracho, fresnos y molles.
Su labor altruista se inició cuando divisó un espacio sin árboles y le surgió la idea de sumar su granito de arena. “La desesperación que sentimos los vecinos por la defensa del parque viene porque tenemos arboles centenarios”, señala.
El objetivo: crear un bosque dentro del parque
En el Parque de la Vida hay especímenes enormes de árboles con cerca de 100 años. Su altura y grosor son dignos de admirar, y cabe destacar que un árbol de esas características lleva mucho tiempo de crecimiento. Para los vecinos tienen un valor incalculable en ese espacio de esparcimiento familiar que utilizan, especialmente, los fines de semana.
Ahora, las primeras unidades plantadas por Ana tienen dos metros aproximadamente. Su objetivo es crear un bosque en el área, donde predominen los algarrobos y los espinillos.
En pos de esa meta, el labor de Ana como “guardiana” ambiental es fundamental: significa un trabajo diario y de muchas horas que no esta exento de complicaciones, ya que los árboles pueden secarse o verse afectados por el uso de la comunidad.
En principio, sólo la creación de los pozos para plantarlos es, según Ana, un proceso bastante largo, por lo seca que es la tierra en el terreno.
El cuidado, regado y podado de la vegetación es pura vocación: “Salgo temprano por la mañana. Si está listo el pozo, planto y le pongo agua ese mismo día. A la tarde vuelvo a regar, al comienzo hay que hacerlo seguido hasta que la tierra se adapte de a poco”, explica.
A veces adelanta algunos pozos y prepara la tierra con humus de lombriz. “Voy todos los días aunque no tenga que plantar, porque por el clima de Córdoba el riego debe ser diario para que la planta tome forma”, cuenta.
Su responsabilidad ambiental la lleva a conseguir todo lo necesario. Las herramientas que utiliza son propias y recientemente ha adquirido un “carrito” para llevar los baldes de agua de un lado al otro del Parque.
La nula infraestructura actual del parque la lleva a tener que contar con el agua de una casa cercana, pues no hay canillas dentro del predio.
Por último, los plantines de cada espécimen son donadas a Ana por personas cercanas o por organizaciones ambientales.
Quienes quieran contribuir con el trabajo de Ana pueden realizar donaciones de especies nativas y contactarse al 3513467823.
Fuente:
Alejandra González, Una cordobesa ya plantó casi 80 árboles en el Parque de la Vida, 2 diciembre 2022, La Voz del Interior.
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