La central de Civaux, en el oeste de Francia. Foto: Stephane Mahe / Reuters. |
Lo anticipamos en esta Columna de Opinión el 7 de noviembre. La crisis energética francesa, derivada de la ineficiencia nuclear, es muy grave. Salvo los hospitales y cuarteles de bomberos, todos los servicios y establecimientos se verán afectados. El déficit energético es consecuencia del deterioro de los reactores nucleares, muchos son muy antiguos y casi obsoletos.
Por Juan Vernieri
Francia es el país con más centrales nucleares de Europa, pero de los 56 reactores que posee (más dos retirados), 26 están parados por mantenimiento, en plena crisis energética, con faltantes del gas ruso y con el invierno muy próximo por llegar, cuando hay mayor necesidad de electricidad.
El gobierno del presidente Emmanuel Macron tuvo que aceptar los cortes de luz programados para hacer frente a una posible falta de energía. La medida, que afectará a seis millones de personas en simultáneo y se alternará entre la mañana y la tarde, ya genera preocupación entre los franceses.
En la imagen la torre Eiffel a oscuras.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, resolvió que, a partir del 23 de septiembre, los monumentos municipales apagaran sus luces desde más temprano. Salvo hospitales y cuarteles de bomberos, el resto de los servicios y establecimientos se enfrentan a potenciales cortes, como los trenes, las escuelas y hasta los semáforos.
Los servicios de energía y gas han aumentado de precio notablemente.
Un estudio reciente del Centro de Investigación para el Estudio y la Observación de las Condiciones de Vidas (CRÉDOC) señala que el 44% de la población ya bajó la temperatura en sus casas, cuando aún el invierno no ha comenzado, y el 18% no puede pagar la factura de luz y gas. Los apagones suman más incertidumbre, aunque los usuarios podrán conocer con anticipación cuándo y dónde se cortará el suministro eléctrico.
Macron nacionaliza la empresa de energía y ya no habla de construir más centrales nucleares.
Funcionarios dicen: “Depende de todos nosotros reducir nuestro consumo en hogares, empresas, administraciones. Creo que es un compromiso colectivo que nos permitirá conseguir una reducción del consumo energético.
Los franceses se preguntan si podrán conectarse a Internet o sacar dinero de los cajeros automáticos. El gobierno asegura que los cortes serán por dos horas y no afectarán la misma zona más de una vez al día.
La situación en los reactores obliga al país a importar electricidad cuando antes no solo se autoabastecía, sino que exportaba a cuatro países vecinos. La empresa Électricité de France (EDF), ahora nacionalizada para evitar su bancarrota, es la encargada del mantenimiento de las centrales. Macron pide paciencia, aunque ha quedado en evidencia que el déficit energético de Francia le traerá considerables problemas e incrementará el malestar de la población con su gestión de la crisis.
Las escuelas optan por el ahorro. Gracias a los termostatos instalados en los radiadores, la calefacción ya no supera los 19 grados en las salas donde se trabaja y 16 grados en todas las zonas comunes, los baños, los lugares donde la gente permanece muy poco” Las autoridades regionales han puesto a disposición de las escuelas, agentes para supervisar al personal de mantenimiento.
Se han tomado otras medidas, como el apagado de relojes, o la modificación del tiempo del alumbrado público, que ahora se apaga más temprano.
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