sábado, 19 de noviembre de 2022

Forestación urbana: ¿se preparan las ciudades cordobesas para mitigar el cambio climático?

Sumar arbolado y espacios verdes, así como mejorar las redes de desagües, son puntos clave para adaptar las localidades a los riesgos del nuevo tiempo. El papel que le toca a los gobernantes municipales.

Por Fernando Colautti

El cambio climático planetario que supimos conseguir no es sólo un problema de organismos internacionales, gobiernos nacionales y ONG ambientalistas. Será, o ya es, un problema de la sociedad, de la gente. Y la gente vive en ciudades.

Son las ciudades las que deben adaptarse para mitigar para su gente los efectos de los eventos extremos (más inundaciones y más sequías, según lugares y según meses, y más calor promedio).

Ningún intendente podrá decir que nadie avisó: llevan años las advertencias desde la ciencia sobre los posibles impactos y los modos de mitigarlos.

Es muy probable que en algunas décadas se recuerde más y mejor a las autoridades municipales que forestaron e hicieron desagües, entre otras acciones, y que redujeron de ese modo los impactos del cambio climático para su comunidad, que a quienes sólo siguieron sumando asfalto a sus calles, con el cual el agua pluvial acelera su paso.

Algunos municipios están comenzando a tomar nota. Muchos otros no parecen enterados. O sus autoridades imaginan que podrán dejar ese problema a quienes las sucedan.

Las medidas de adaptación en ciudades van, según todos los especialistas, desde los planes de forestación urbana contundentes pero planificados hasta las obras de desagües para encauzar excesos hídricos, por citar lo más elemental.

Más árboles para bajar la temperatura ambiente (reducen el efecto de “isla urbana de calor”). Más espacios verdes para el mismo fin y para retener en sus suelos las aguas de las lluvias más intensas. Más “cintas verdes” en veredas (y no sólo plantas en diminutas cazuelas), porque esas franjas de vegetación y suelo entre edificios y calles permiten absorber más agua y reducir la superficie de pavimento. Más desagües y mejor mantenidos. Más preparación en materia de Defensa Civil para atender emergencias climáticas. Más prevención.

Para sumar esa vegetación faltante entre tanto cemento en tantas ciudades, aparece la obvia ventaja de las especies nativas, porque tienen más chances de supervivencia al clima y por su mayor utilidad ecosistémica (sobre todo en espacios verdes amplios).

Es época de nuevos paradigmas. De adelantarse a los tiempos, antes de que sea tarde. Teléfono para intendentes... Eso es una dirigencia comprometida: la que se adelanta a los problemas y marca una huella.


Fuennte:

Fernando Colautti, Forestación urbana: ¿se preparan las ciudades cordobesas para mitigar el cambio climático?, 18 noviembre 2022, La Voz del Interior.

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