El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió el establecimiento de una zona desmilitarizada en la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia. Al llamado de Guterres pronto se unieron 42 países, incluidos Estados Unidos, Japón, el Reino Unido, Turquía y la Unión Europea, instando a Rusia a retirar de inmediato sus fuerzas militares de la planta y sus alrededores inmediatos.
por Juan Vernieri
A principios de marzo fuerzas rusas tomaron la planta, y desde entonces se ha convertido en un foco de preocupación nuclear.
El empeoramiento de la situación en la planta de Zaporiyia, una de las 10 plantas nucleares más grandes del mundo y la más grande de Europa, provocó una mayor alarma recientemente, tanto en las Naciones Unidas como en la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de control nuclear de la ONU.
Al dirigirse al consejo de seguridad de la ONU el 11 de agosto, el director general de la OIEA, el argentino Rafael Mariano Grossi, pidió nuevamente que se permita a la OIEA realizar una misión de inspección para evaluar la seguridad de la planta. “Esta es una hora seria, una hora grave”, dijo Grossi al consejo de seguridad desde su oficina en Viena.
El presidente ucraniano Zelensky también pidió la retirada inmediata de las tropas rusas del territorio de la central nuclear de Zaporiyia “sin ninguna condición”. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que Rusia rechazara estas llamadas. Un diplomático ruso incluso hizo una nota de advertencia, diciendo sería demasiado peligroso para una misión del OIEA inspeccionar la planta de Zaporiyia.
Se han producido a menudo bombardeos y explosiones, y Ucrania y Rusia se culpan mutuamente de ser autores de esas acciones.
Hay distintas convenciones, como la de Ginebra, que prohíbe cualquier actividad bélica alrededor de una planta nuclear. Sin embargo, según Ucrania, las fuerzas rusas están utilizando la planta como base militar para realizar bombardeos nocturnos de la ciudad de Nikopol, ubicada justo al otro lado del río Dniéper.
Ucrania es uno de los mayores países nucleares del mundo. El 50% de la energía que consume es nuclear y proviene de 15 reactores nucleares emplazados en su territorio en cuatro centrales. Hay además una quinta central, Chernóbil, que no está operativa.
Sin menospreciar el peligro que significa la entrada en guerra de un país con centrales nucleares, y la posibilidad de ataques de artillería o bombardeos aéreos, es de destacar lo que puede suceder en el hipotético día en que un país invasor abandone el país. No es necesario destruir un reactor, con solo dejarlo sin alimentación de energía eléctrica, su núcleo se fundirá liberando radiación al ambiente, provocando un incontrolado gran daño a la zona y, tal vez, a toda Europa.
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