martes, 26 de julio de 2022

Canadá debe reconocer su papel en el desarrollo de la bomba atómica

La recipiente del Premio Nobel de la Paz, Setsuko Thurlow, solicita a Trudeau una “declaración de arrepentimiento”.

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.

Setsuko Thurlow, residente de Toronto y superviviente del bombardeo atómico de Hiroshima, ha solicitado al Primer Ministro Justin Trudeau que reconozca el activo papel de Canadá en el desarrollo de las bombas atómicas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945. Pide que el Primer Ministro declare su arrepentimiento por las muertes y el sufrimiento infligidos sobre las dos ciudades, y que Canadá, por fin, firme el Tratado por la Prohibición de las Armas Nucleares. Sus acciones y este artículo son una cortesía de Anton Wagner y la Coalición del Día de Hiroshima y Nagasaki. El texto al completo aparece en su página web, que envió a Justin Trudeau junto con una carta.

Cuando Thurlow envió su solicitud, faltaban tres semanas para el 75 aniversario de la primera prueba atómica estadounidense en el desierto de Nuevo México, el 16 de julio de 1945. Estaba hecha de plutonio, y se trataba de un arma muy parecida a la que se lanzaría sobre Nagasaki. Hiroshima se destruyó con una bomba hecha a base de uranio. A finales de 1945, más de 140.000 personas habían muerto por el bombardeo de Hiroshima, del que Thurlow fue víctima a la edad de 13 años. Otras 70.000 personas murieron en Nagasaki.

Thurlow aceptó el Premio Nobel de la Paz en nombre de la Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares en 2017. El Tratado se convirtió en ley en enero de 2021 tras firmarlo 50 países. Canadá, junto con los demás países de la OTAN, se opuso a su ratificación en todo momento.

En su artículo dirigido a Justin Trudeau, Thurlow señaló la toma de control por parte del gobierno canadiense de Mackenzie King de Eldorado Gold Mines Limited en 1942 a cambio de casi cinco millones de dólares (equivalentes a 75 millones y medio en 2021). La compañía se nacionalizó oficialmente en enero de 1944. La refinería de Puerto Esperanza, en Ontario, refinó el uranio canadiense y congoleño que se usaría en el Proyecto Manhattan para producir las primeras armas nucleares de la historia.

Bajo la dirección de C.D. Howe, el Ministro de Municiones y Suministros, la empresa Consolidated Mining and Smelting Company in Trail, B.C. también colaboró con el Proyecto Manhattan en noviembre de 1942 para producir agua pesada, necesaria para la producción de plutonio.

En agosto de 1943, Mackenzie King recibió al Presidente Roosevelt y al Primer Ministro Britanico Winston Churchill en Quebec, donde firmaron el Acuerdo de Quebec como parte de sus planes de desarrollar juntos la bomba atómica. C.D. Howe representaba a Canadá en el comité que coordinaba la investigación conjunta de los tres países. En su diario, Mackenzie King afirmaba que el Acuerdo de Quebec volvía a “Canadá una parte del desarrollo [de las bombas atómicas].”

El Consejo de Investigación Nacional de Canadá jugó un importante papel durante el Proyecto Manhattan y la investigación de los científicos británicos. En abril de 1944, el el gabinete de guerra de King aprobó un presupuesto de 4 millones de dólares (60 millones de 2021) y 750 mil (más de 11 millones de 2021) para afrontar los gastos de diseño y operación de los reactores nucleares de Montreal y Chalk River, Ontario. Más adelante se usarían sus descubrimientos sobre la producción de plutonio en el Proyecto Manhattan.

El gobierno federal canadiense ha aceptado su responsabilidad por los residuos de uranio de bajo nivel en Puerto Esperanza, Ontario. Está pagando más de mil millones para la limpieza de más de millón y medio de metros cúbicos de residuos radiactivos, tanto allí como en el Puerto Granby por medio de Recursos Naturales de Canadá y Energía Atómica de Canadá S.L., junto con los laboratorios nucleares del país. Este proceso ha recibido la licencia del regulador canadiense, la Comisión de Seguridad Nuclear.

El gobierno federal solo está limpiando parte de los residuos “históricos” que Eldorado Nuclear abandonó en Puerto Esperanza hasta 1988, cuando la Empresa de la Corona se privatizó, rebautizándose como Cameco, el segundo productor mundial de uranio. El gobierno federal ha rechazado cualquier responsabilidad por los cánceres y las enfermedades fruto de la contaminación del uranio tanto en Puerto Radio como en Puerto Esperanza.

Setsuko Thurlow obtuvo un master de trabajo social por la Universidad de Toronto en 1960, donde recibió un doctorado honorario en 2019. Ha organizado conmemoraciones por las bombas atómicas en la zona de Toronto desde 1975, cuando David Cromble era alcalde. En 2018, su testimonio ante las autoridades municipales condujo a que se declarase Toronto como zona libre de armas nucleares, solicitándose al gobierno federal que firmase el tratado por su prohibición.

La solicitud de Thurlow a Justin Trudeau ha recibido el apoyo de la Red Canadiense por la Abolición de Armas Nucleares, el Grupo Pugwash, la Coalición por la Responsabilidad Nuclear, la Voz de las Mujeres por la Paz, la Coalición del Dia de Hiroshima y Nagasaki, Ciencia por la Paz, Físicos Internacionales por la Prevención de la Guerra Nuclear y el Proyecto Ploughshares.

Douglas Roche, antiguo senador y embajador canadiense por el desarme nuclear, declaró que “debería distribuirse la importante carta de Setsuko Thurlow al Primer Ministro Trudeau a todos los parlamentarios, senadores y líderes de la sociedad civil”.

 

Traducción de Raúl Sánchez Saura.


Fuente:

Canadá debe reconocer su papel en el desarrollo de la bomba atómica, 25 julio 2022, El Salto Diario.

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