viernes, 7 de enero de 2022

Remediar la crisis hídrica de Sierras Chicas

Son múltiples las causas de la falta de agua en la zona, pero sin duda la expansión urbana, la falta de previsión y el dispendio se cuentan entre los principales factores del problema.

La escasez de agua potable en la región de Sierras Chicas se reitera cada vez que el verano muestra su rigor y las lluvias no alcanzan los registros históricos para esta época del año.

Pero no sólo la sequía extendida y las altas temperaturas son causales de un problema que pone de pésimo humor a los miles de vecinos que habitan esa región.

Por caso, habrá que admitir que el exponencial crecimiento poblacional que han tenido esas comunidades durante las últimas décadas no fue acompañado de las obras y de los servicios necesarios para satisfacer semejante demanda.

La improvisación y la falta de control por parte de la Provincia y de los municipios involucrados dejan como resultado un menú de carencias en materia de servicios, que no sólo se puede focalizar en el sistema de agua potable.

Los basurales a cielo abierto y las obras de cloacas ausentes o insuficientes para acompañar el crecimiento demográfico, entre otras deficiencias, muestran algunas postales de decadencia, producto de la falta de previsión.

Pero los habitantes de ese corredor serrano levantan ahora sus quejas por los recurrentes cortes del servicio de agua potable que afecta a los hogares.

Y es en este contexto de quejas encendidas donde aparecen las demoras en realizar algunas obras complementarias para terminar de una vez con la vieja modalidad del servicio de agua restringido o directamente interrumpido durante varios días.

En ese aspecto, vecinos, intendentes y cooperativas de servicios públicos de la región reclaman al gobierno de la provincia gestionar las obras pertinentes a fin de que la planta potabilizadora de La Calera opere sin cortes.

El tema en cuestión estriba en que el líquido que no baja de La Calera hacia el corredor de Sierras Chicas hay que extraerlo del Dique La Quebrada. Y, como bien razonó un ejecutivo de una cooperativa, “el agua no alcanza para todos”.

En un escenario de alertas colectivas, los pobladores de las localidades de Saldán, Unquillo, Mendiolaza, Río Ceballos y Salsipuedes asoman como los más castigados por esta crisis, que se presenta agravada por los calores agobiantes.

Ahora bien: no habrá posibilidades de remediación inmediata si no se pone de manifiesto la responsabilidad de los usuarios. El uso racional del agua potable es una recomendación que excede el problema de Sierras Chicas, para instalarse como un acto de sana convivencia de toda la ciudadanía.

Un intendente de la región llegó a poner el grito en el cielo porque en su pueblo se respetaban y soportaban las restricciones del flujo de agua, mientras que algunos vecinos de dudosa solidaridad vaciaban y llenaban las piscinas con agua de la red.

Sin soslayar que en los cajones de alguna promesa electoral quedó archivado el megaproyecto para construir un acueducto que trajera a Córdoba agua del río Paraná, hoy también afectado por una bajante histórica a raíz de la persistente sequía.

Las obras de infraestructura y la responsabilidad individual contribuirán a atenuar el viejo problema que afecta a los habitantes de Sierras Chicas.


Fuente:

Remediar la crisis hídrica de Sierras Chicas, 5 enero 2022, La Voz del Interior.

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