Tras varios años de lucha y denuncias, el colectivo Basta es Basta y vecinos de Colonia Avigdor lograron que se declare inconstitucional la fumigación con agrotóxicos a cincuenta metros de zonas pobladas.
por Valeria Foglia
La buena noticia para el colectivo Basta es Basta llegó este martes 16: Diego Rodríguez, titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 1 de La Paz, Entre Ríos, declaró inconstitucional la fumigación con agrotóxicos a cincuenta metros de zonas pobladas por vulnerar “estándares mínimos de protección”. El amparo ambiental favorable tiene alcance únicamente en Colonia Avigdor, una localidad entrerriana con cerca de mil quinientos habitantes, pero sienta un precedente importante para nuevas acciones por parte de pueblos fumigados.
El artículo 2 de una resolución provincial del año 2004 limitaba a una distancia de apenas cincuenta metros el uso de agroquímicos en cercanías de casas o caseríos contiguos a predios productivos. Tras el fallo judicial, se prohíbe la fumigación terrestre, autopropulsada o de arrastre en un radio de cien metros alrededor de toda la planta urbana de Colonia Avigdor, lo que se conoce como zona de exclusión. A su vez, se crea preventivamente una zona de restricción donde se prohíbe fumigar con agrotóxicos de clase toxicológica l.a. (extremadamente peligroso), l.b (altamente peligroso) y II (moderadamente peligroso), según el Senasa, dentro del radio de quinientos metros contados desde la zona de exclusión.
El fallo considera que está en juego la salud de las personas, “en particular niños y adultos mayores”. En su resolución, el juez se apoya en el informe del Dr. Rafael Lajmanovich, del Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral. También en el hecho de que la actividad de “pulverización de productos agropecuarios” ya fue calificada como “riesgosa” por el Superior Tribunal de Justicia de la provincia en el marco de la ley general de ambiente. Asegura, además, que se trata de un “peligro inminente” para una comunidad inserta en una zona productiva.
El colectivo Basta es Basta celebró la decisión judicial y afirmó que “el derecho humano a la salud y a la vida no pueden quedar subyugados al derecho de propiedad”. El docente Elio Kohan, uno de sus integrantes y quien firma el amparo, dialogó con La Izquierda Diario y anticipó que apelarán para insistir en su reclamo histórico de extender la distancia de resguardo a mil metros de zonas pobladas.
Su pedido se funda en las precauciones previstas por el decreto provincial 279/03 para “los actos derivados del expendio, aplicación, transporte y almacenamiento de plaguicidas que se empleen como herbicidas, fungicidas, acaricidas, insecticidas o plaguicidas en general en las prácticas agropecuarias”, especialmente para lotes contiguos o próximos a “viviendas, cursos de agua, embalses utilizados como fuentes de abastecimiento de agua o abrevaderos de ganados, explotaciones apícolas”.
La pelea de los pueblos fumigados (en Entre Ríos, pero también en Pergamino, Santa Fe y otras localidades) se sustenta en un hecho incontrastable: estudios científicos detectan la presencia de residuos de agroquímicos en áreas productivas a nivel nacional debido a las “derivas” de los plaguicidas, que afectan en el momento, pero también permanecen suspendidas en aire y agua meses y hasta años después.
Basta es basta
El 9 de febrero de 2021 una avioneta amarilla sobrevoló Colonia Avigdor y roció el pueblo entero con veneno, a distancias mucho más cortas de lo que estima la normativa vigente, que indica que las fumigaciones aéreas deben hacerse a más de tres mil metros.
Dos días después, Elio Kohan, vecino de Colonia Avigdor, presentó junto a su abogada Aldana Sasia el amparo ambiental contra la comuna y el Gobierno de Entre Ríos con el fin de que se establezca un perímetro de exclusión de mil metros desde la planta urbana dentro del cual se prohíban las fumigaciones terrestres de todo tipo de agrotóxicos.
Aquel 9 de febrero los integrantes de Basta es Basta supieron que la fumigación aérea que estaban denunciando ante la Policía ni siquiera había sido informada. Era completamente ilegal: no solo no se respetaron distancias mínimas respecto al ejido urbano, los cursos de agua y las colmenas en la zona, sino que esa aplicación ni siquiera había sido informada y se carecía de asesores técnicos en la zona.
Por las recetas previas los vecinos supieron que las cantidades de agroquímicos eran superiores a las que aconsejan los laboratorios. Al día de hoy, dicen, a causa del sistema de deriva y evaporación, siguen respirando veneno, que tiene un olor nauseabundo con el que es habitual convivir. Pero además los tóxicos como glifosato, atrazina y 2,4D se riegan a escasos metros de huertas domiciliarias, pozos de agua y hasta centros de salud.
Las autoridades locales y provinciales se pasaron la pelota unas a otras y ensayaron una defensa que consistió en negar que los demandantes hayan sufrido daños “comprobables” a la salud o el ambiente. Incluso rechazaron la ocurrencia de la aplicación ilegal del 9/2/2021, algo que se desmoronó con el fallo, que constató que el evento se produjo e implicó sanciones a la empresa Herran Fumigaciones por haber rociado los plaguicidas a menos de tres mil metros de la planta urbana de Colonia Avigdor.
La propia Dirección General de Agricultura tuvo que reconocer que, pese a haber sido creado por decreto, el Sistema de Monitoreo Remoto y Trazabilidad de Agroquímicos, que debió estar operativo desde inicios de 2020, no está en funciones. En su fallo, Rodríguez asegura que las autoridades han autorizado sistemáticamente aplicaciones a distancias menores a las que corresponde para escuelas rurales de la provincia.
A la par del amparo, se tramita en la fiscalía de La Paz una causa penal por contaminación ambiental. Para Kohan, Sasia y Basta es Basta se trata de la quinta presentación judicial, pero no son muchos los vecinos que denuncian. En su mayoría por temor a represalias, en especial quienes trabajan en los terrenos donde se producen estas fumigaciones. Kohan relata que el calvario de los agrotóxicos lo llevó a convertirse en activista ambiental, difundiendo la idea de que otra forma de producir es posible, en referencia a la agroecología que no depende del paquete tecnológico de semillas transgénicas y agroquímicos, el modelo que se sigue promoviendo desde el Gobierno nacional.
Valeria Foglia es editora de Ecología y ambiente de La Izquierda Diario
Fuente:
Valeria Foglia @valeriafgl, Freno a las fumigaciones: fallo a favor de vecinos de una localidad de Entre Ríos, 18 marzo 2021, La Izquierda Diario.
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