miércoles, 24 de febrero de 2021

Retortillo o Berkeley, del uranio a la especulación

El negocio de la minería lleva un enorme componente especulativo, por lo que en múltiples ocasiones los proyectos pretendidos por las empresas mineras finalmente no se llevan a término.

por José Ramón Barrueco Sánchez

En Salamanca llevamos 15 años pendientes de que la empresa BERKELEY MINERA ESPAÑA S.L. abra minas de uranio en nuestra provincia, junto con una planta de tratamiento de ese mineral y depósito de residuos radiactivos en Retortillo. A fecha de hoy no sabemos si este proyecto cuajará. O si el único objetivo de la minera es obtener una suculenta indemnización que la saque indemne del atolladero en el que se ha metido con este negocio del uranio, como parece deducirse de la actuación y de las declaraciones de los responsables de la empresa.

Berkeley se publicita con el argumento de que en la actualidad tiene más de 120 permisos obtenidos de las diferentes administraciones públicas, faltándole únicamente la Autorización de construcción de la planta de tratamiento de uranio para que finalmente su proyecto radiactivo vea la luz en Salamanca. Realmente también le faltaría una licencia de obras del Ayuntamiento de Retortillo para poder empezar a construir, pues la licencia urbanística parcial obtenida en agosto de 2020 es un paripé y en la misma se especificaba que para poder iniciar las obras se debería obtener una nueva licencia.

A pesar del tiempo transcurrido sin que el proyecto vea la luz, los medios dedicados a los negocios bursátiles siguen manteniendo que invertir en las acciones de Berkeley puede suponer un negocio redondo al precio actual de las acciones. A ojos de un profano en la materia resulta sorprendente que se pueda invertir en una empresa que lleva derrochados millones de euros antes de poder comercializar un gramo de uranio y en una energía en franco retroceso.

Cuando Berkeley inició los trámites para extraer uranio de Salamanca el precio de ese mineral llegó a valer 140 dólares la libra (año 2007), pero tras el desastre de Fukusima (marzo de 2011) la energía nuclear ha dejado de ser una opción viable para aprovisionarse de electricidad en la mayoría de los países, por lo que el uranio bajó hasta los 17,75€ en noviembre de 2016.

Según la Comisión Europea, que dio un parecer favorable en mayo de 2015 al proyecto por medio del Comisario Arias Cañete e intercesión del exconsejero de la Comunidad de Madrid, y lobbista accidental, Manuel Lamela, “para atraer financiación, se considera que el precio del uranio en el mercado que se pueda obtener para este proyecto es de 56,4 USD/LB, con el cual la empresa resultaría viable desde un punto de vista comercial”.

En la actualidad, el precio del uranio está a la mitad de ese importe considerado idóneo para la rentabilidad del proyecto, concretamente en la semana del 15 de febrero se cotizaba a 28,55 dólares la libra, con una bajada del precio muy significativa en este año 2021, prolongando el periodo bajista iniciado en el verano del año anterior tras llegar a valer 34 dólares a mediados del año pasado.

La rentabilidad de la mina ha sido puesta en entredicho por más de un analista que ha estudiado la documentación de los proyectos anunciados por Berkeley en su página web. Es sorprendente además que sigan figurando como apuestas de la compañía los depósitos de Gambuta (Cáceres), Alameda y Zona 7 (Salamanca), cuando hace años que la empresa ha desistido de cualquier otro proyecto que no sea Retortillo, y este además cercenado por la ausencia de Santidad, Villavieja de Yeltes y sin el tramo afectado por una carretera comarcal que ha sido incapaz de desdoblar la empresa minera por la resistencia a la expropiación de los propietarios de los terrenos afectados.

A los inversores parece no afectarles la situación de la empresa, sin ninguna actividad en la zona desde hace año y medio, o el desplome de los precios del uranio, pues sigue habiendo personas o entidades dispuestas a dilapidar su dinero en la quimera planteada por Berkeley, por lo que cabe considerar el proyecto de Retortillo como el ejemplo paradigmático de toda la especulación que rodea a los negocios mineros.


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Fuente:

José Ramón Barrueco Sánchez, Retortillo o Berkeley, del uranio a la especulación, 22 febrero 2021, El Salto Diario. Consultado 24 febrero 2021.

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