El lobby nuclear canadiense lleva años presionando por vertir residuos radioactivos en la zona de los Grandes Lagos, en la costa con Estados Unidos. En la frontera norte, en Ontario, se halla la central nuclear más grande del mundo con 9 reactores, así como varios poblados nativos que serían los principales afectados. Durante años, varios grupos ecologistas se han opuesto a esta propuesta, y ahora comienzan a contar con apoyo desde las cámaras del Congreso.
Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear.
Como informaba MLive, se ha introducido en el Congreso estadounidense una resolución bicameral y bipartisana que se opone al vertido de residuos radioactivos en la zona de los Grandes Lagos. Los principales promotores han incluido a la senadora Debbie Stabenow, al senador Gary Peters, ambos del Partido Demócrata de Michigan, así como al congresista demócrata Dan Kildee de Minesota, y al republicano John Moolenar del mismo estado.
Aquí está disponible el comunicado de prensa de los cuatro.
Se sabe que esta medida ha recibido el apoyo tanto de demócratas como de republicanos de Micjigan, incluyendo los congresistas Fred Upton, Bill Huizenga, Brenda Lawrence, Debbie Dingell, Paul Mitchell, Jack Bergman, Haley Stevens, Andy Levin, Elissa Slotkin y Rashida Tlaib.
La Nuclear Waste Management Organization (Organización por la gestión de residuos nucleares), formada por tres compañías nucleares canadienses, ha reducido la lista de posibles lugares candidatos a acoger este vertedero de desechos radioactivos: las dos comunidades vecinas de Huron-Kinloss y South Bruce, cerca del Lago Huron, a aproximadamente 20 millas de Kincardine, Ontario, “hogar” de los nueve reactores de la central Bruce (conocida como Bruce Nuclear Generating Station), la más grande del mundo.
De la misma manera, el grupo bicameral y bipartisano de protectores de los Grandes Lagos sigue creciendo bajo la dirección de Stabenow y Kildee. Durante años se han opuesto a los intereses de la industria nuclear canadiense de enterrar residuos de baja e intermedia radioactividad en la costa del Lago Hurón, en la misma central Bruce.
El 31 de enero, la muy cercana Nación Saugeen Ojibwe (“anfitriones” de Bruce) votaron en un referéndum si aceptaban la oferta de 150 millones de dólares de la compañía energética canadiense Generation. Ganó el No para dos de las tres zonas de vertido planeadas. Si la hubiesen aceptado por completo, esta esperaba que acogieran, para siempre, los residuos de los 20 reactores de la provincia.
El 18 de octubre de 2018, el Detroit Free Press publicó un artículo sobre el riesgo que implicaban las 60.000 toneladas de residuos de alta radioactividad a ambos lados de la frontera.
El 13 de enero de 2020, el Chicago Tribune publicó otro sobre las opiniones del pueblo Ojibwe acerca de de la fragilidad y naturaleza sacra de su hogar, los Grandes Lagos, así como el peligro que los residuos suponen para su cultura y modo de vida.
Si viesen los mapas de 2013 y 1990, estos muestran los riesgos radioactivos para los Grandes Lagos, que abarcan varias fases del mal llamado ciclo del uranio, por no mencionar los muchos reactores en sus mismas costas.
Varias organizaciones como Don't Waste Michigan se han opuesto al vertido de residuos en la zona de los Grandes Lagos desde que se conoció la idea por primera vez, en 2001. Desde su fundación en 2007, Beyond Nuclear también se ha opuesto, incluyendo las varias veces que han prestado declaración ante las agencias reguladoras del medioambiente, y de la nuclear a nivel federal, a lo largo de varios años.
Traducción de Raúl Sánchez Saura.
Entrada relacionada:
Canadá no encuentra lugar para los residuos nucleares de sus reactores CANDU
Fuente:
Oposición contra un cementerio nuclear de alta radioactividad en el lago Huron, 30 noviembre 2020, El Salto Diario.
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