por Martín Boerr
POSADAS.- Casi 80 hectáreas de selva misionera fueron quemadas por un incendio que comenzó el viernes en la reserva de biósfera Yaboty, uno de los últimos manchones de monte nativo que le quedan a la Argentina y la zona de mayor biodiversidad del país.
Las llamas continuaban hoy en ese lugar -conocido por los famosos Saltos del Moconá-, y unos 60 brigadistas, bomberos voluntarios y de la Policía de Misiones seguían luchando para contener los principales focos. Además, se espera que se cumplan los pronósticos meteorológicos que indican lluvias para el jueves.
La provincia trasladó su único avión hidrante a la zona y solicitó otros dos aparatos a las autoridades del Plan Nacional de Manejo de Fuego que estarían llegando esta tarde, para reforzar también el combate al fuego en el Sur.
"En principio el incendio en la biósfera Yaboty está controlado, se van a quemar algunas hectáreas más, pero no se va a seguir extendiendo. En paralelo se empezó a prender fuego la reserva de Papel Misionero y se está trabajando desde temprano para controlarlo. El bosque nativo en esa zona es complejo de acceder", dijo hoy el ministro de Ecología de Misiones, Mario Vialey, quien ayer estuvo en la zona de Yaboty junto al gobernador Oscar Herrera Ahuad.
La sequía extrema hizo que una docena de incendios afectaran a Misiones durante el fin de semana. Con focos en la zona Sur y Centro de la provincia. También hay incendios cercanos a la localidad correntina de gobernador Virasoro, a 80 kilómetros de Posada. Esa es un área con miles de hectáreas de forestaciones de pinos y eucaliptus.
Los incendios en plena selva misionera no son nada frecuentes, a diferencia del fuego en pastizales, campos o forestaciones.
La selva tiene un grado de humedad mucho mayor y es más difícil que las llamas se extiendan por ahí, pero a la sequía extrema se sumó un foco que -se presume- fue intencional.
"No son habituales los incendios en la zona de selva, pero como la mayoría, los incendios los provoca el hombre. Es una zona compleja y llama la atención que se prenda el bosque nativo, y tiene que ver con el déficit hídrico que hay en la zona". explicó a La Nación, Luis Chemes, director de Manejo de Fuego de Misiones.
Para Chemes aún no se puede considerar que los incendios están controlados. Aunque aclaró que estaba esperando a recibir los últimos informes desde Yaboty. Chemes se encontraba supervisando el combate de los incendios en la céntrica Oberá, otro lugar muy castigado este fin de semana.
Misiones, último manchón de selva
La Argentina cuenta con dos últimos manchones de selva propiamente dicha. Uno de ellos es la selva de las Yungas, muy reducida por la deforestación y el avance de la soja.
En tanto Misiones es la última gran reserva de selva que tiene la Argentina, en parte gracias a una política de conservación que arrancó en los años 90 y con el paso del tiempo se fue haciendo mucho más estricta.
En Misiones se estima que quedan un millón de hectáreas de monte nativo, aproximadamente. Una parte de esas tierras están en poder de grandes empresas como Arauco Argentina, Papel Misionero (Arcor) o Laharrague y también chacras pequeñas de 25 hectáreas. Sin embargo, nadie puede tocar un solo árbol nativo sin autorización expresa del Ministerio de Ecología.
Las actividades productivas en la zona de reserva se encuentran muy acotadas y restringidas. A tal punto que Misiones creó hace un mes el Ministerio de Cambio Climático, un organismo que buscará cobrar compensaciones a empresas u organismos multilaterales, por los servicios ambientales que la selva brinda.
Yaboty
Yaboty, el lugar afectado por las llamas, es uno de los epicentros de ese manchón de un millón de hectáreas. Fue creada en 1993 y reconocida por la Unesco. Misiones tiene la mayor reserva de biodiversidad del país, con más de 3000 especies de plantas y árboles y 500 especies de aves. También es una de las zonas principales donde sobrevive el yaguareté, en constante peligro de extinción.
"Para que la selva pueda sobrevivir tiene que haber intercambio genético y para eso es imprescindible que se mantenga un corredor entre las distintas zonas de la selva misionera, tiene que estar conectada con corredores que vinculen las áreas. De lo contrario, se rompe la cadena", explicó a La Nación, Cristina Besold, ambientalista y directora del sitio Selva Paranaense.
"Hoy el corredor verde está fracturado y cada hectárea de selva que se pierde es un golpe durísimo a esta biodiversidad. La selva hoy es nuestro reaseguro de agua y humedad ambiente, es fundamental preservarla", completó la especialista.
Fuente:
Martín Boerr, Alarma: por la sequía extrema, los incendios llegaron a la selva misionera y ya consumieron 80 hectáreas, 24 noviembre 2020, La Nación.
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