Los catastróficos incendios en la provincia de Córdoba y la Ley de Bosques son los temas de la siguiente entrevista de Silvana Buján a Fernando Barri, doctor en ciencias biológicas e investigador del Conicet.
Silvana Buján: ¿Cuáles son las principales especies del monte nativo que hay en Córdoba y qué fauna acompaña a esta vegetación?
Fernando Barri: La provincia de Córdoba se caracteriza por una fauna y flora de la región chaqueña, la región fitogeográfica del Chaco principalmente, y muy poquito de lo que era la región del espinal en el sur, que prácticamente ha desaparecido. Entonces, nuestra flora y fauna están caracterizadas por especies del ecosistema chaqueño en la región de llanura, principalmente los algarrobos, los quebrachos colorados, celestes y blancos; después hay otro tipo de ecosistema particular que es el bosque chaqueño serrano, que está conformado por otro tipo de especies, principalmente mollles, talas, cocos, y un sinnúmero de arbustos y especies de hierbas, así como enredaderas y demás.
Y la fauna se caracteriza también por muchas especies típicas del ecosistema chaqueño, cómo puede ser el puma, los tatú o mulita, los pecaries, la corzuela (un tipo de venado autóctono), el gato montés, el yaguarundí (un tipo de felino), los zorros grises. La mayor diversidad se encuentra en las aves, tenemos desde los cóndores que surcan los cielos, hasta los pequeños colibríes, pasando por una gran cantidad de aves de distintos gremios -como se le llaman-, es decir se alimentan de distintos componentes del ecosistema, hay algunas especies en peligro de extinción como el carpintero lomo blanco, o el águila coronada.
SB: Y de todo eso ¿Cuándo y cuánto se ha perdido? ¿Es irrecuperable? ¿Cuáles son los principales factores de esta reducción?
FB: Nuestra provincia tenía antes de la colonización algo así como 12 millones de hectáreas de bosques, prácticamente toda la provincia de Córdoba estaba cubierta de bosques, y un poco de pastizales. Y actualmente quedan menos de 500 mil hectáreas bien conservadas, la reducción es impresionante, y sobre todo en la década de 1990-2000 se perdió gran parte del bosque en la porción norte la provincia, a tasas de deforestación entre el 7 y el 9 % anual. Es decir que en 10 años desapareció prácticamente todo, y las causas fueron el avance de la frontera agropecuaria, lo que se llama cambio de uso del suelo: eliminar bosque para hacer cultivos intensivos en las regiones donde las precipitaciones lo permitían. Se ha salvado muy poquito de bosque en la zona bien del oeste de la provincia que es más árida, en la zona del bosque serrano también ha desaparecido prácticamente todo, por el avance de las urbanizaciones, esta tendencia de crear ciudades dormitorio donde la gente va a vivir, pero para ello deforestan e instalan sus casas de cemento. Y eso trae serias consecuencias en la dinámica de los ecosistemas, y lo que nosotros denominamos los bienes y servicios ecosistemicos.
SB: Cuando uno piensa en estos temas, piensa en la Ley de Bosques ¿De qué modo sirve? ¿O acaso no sirve para la protección?
FB: A raíz de la trágica pérdida de bosques que hubo en la provincia, la ciudadanía cordobesa se movilizó fuertemente cuando se sancionó la Ley de Presupuestos Mínimos a nivel nacional. Se generó un proceso participativo muy interesante conformado por instituciones académicas, movimiento campesino, técnicos y demás, pero con una fuerte resistencia por parte de los sectores ruralistas y empresariales; y si bien se había elaborado una propuesta muy interesante, realmente el Gobierno provincial decidió que se aprobara otro texto de Ley, que incluía algunos aspectos claramente violatorios de los Presupuestos Mínimos, que permitía avanzar con el desmonte.
Con el paso del tiempo, la resistencia de las organizaciones sociales hizo que el gobierno se viera obligado a dar de baja algunos artículos por decreto, y hoy tenemos una Ley a medias, que se está aplicando en algunos casos para la conservación de bosque nativo, pero que le faltan un montón de aspectos, pero sobre todo no está georeferenciada, es decir no permite saber dónde están los parches de bosques que todavía quedán en la provincia.
Hace un par de años el gobierno intentó volver a modificarla, para permitir aún más desmonte, sobre todo en las zonas más áridas, no tanto para agricultura intensiva sino para ganadería intensiva. Por suerte fue ampliamente rechazado por la ciudadanía cordobesa que se movilizó en forma contundente para decirle no a ese proyecto.
SB: ¿Que sucede después de un incendio tanto a nivel del ecosistema biológico como a nivel político? ¿Qué se hace después en una tierra quemada?
FB: Gran parte de lo que se ha perdido de bosque es irrecuperable, hoy estamos hablando de zonas que tienen cultivos intensivos hace mucho, o hay viviendas o poblados en el caso del bosque de llanura, por eso es tan importante que conservemos lo poquísimo que nos queda. Actualmente, una de las amenazas más importantes que tenemos son los incendios reiterados que se producen todos los inviernos en esta época de sequía, sobre todo cuando empiezan los vientos de agosto hay un montón de fuegos intencionales que se inician en distintos puntos de la provincia, y luego se expanden de manera catastrófica. Perdemos decenas de miles de hectáreas de bosque cada año producto de los incendios, sin ir mas lejos este año estamos por encima de las 42 mil hectáreas que se han incendiado. Un bosque luego de un disturbio como podría ser el caso de un incendio, se puede recuperar pero hay que darle tiempo, son procesos ecológicos lentos, donde el sistema tiene que cicatrizar -por decirlo de alguna manera-, y es necesario que no se vuelva a incendiar año a año, que es lo que está ocurriendo, o que se ayude a lo que se llama la restauración ecológica del lugar, hay que evitar no solo que se vuelva a incendiar, sino que se lo pisotee, o la introducción de especies exóticas.
SB: ¿Qué perspectiva hay a futuro tanto sobre qué pasará con la tierra quemada de aquí en más? ¿Que va a suceder con el resto del monte nativo que todavía existe?
FB: Por suerte en los últimos años los incendios, que no solo han afectado flora y fauna sino servicios ecosistémicos, han generado mucha indignación en la población, que ha tomado conciencia de que no se pierde solo un poco de bosques, sino que va mucho más allá, que hay un efecto a mediano y largo plazo. Por ejemplo uno de los servicios ecosistémicos fundamentales que brinda el bosque serrano es la regulación de la dinámica hídrica; en el verano, cuando llueve en la zona de las sierras, el conjunto de la vegetación nativa con el suelo absorbe esa agua de lluvia, la retiene, y la va liberando en forma paulatina en la cuenca; es lo que explica que los ríos y arroyos mantengan agua incluso en épocas de sequía como sería este caso, es lo que se denomina el efecto esponja. Cuando esa vegetación es eliminada con desmonte con máquinarias, incendios, o sobrepastoreo, se pierde ese efecto esponja y se pasa a lo que se denomina efecto tobogán, que genera grandes crecidas e inundaciones, y falta agua en el invierno, cuando más la necesitamos. Estas 42 mil hectáreas que ya se han quemado y las que probablemente se sigan quemando, no van a cumplir ese rol el año que viene y van a generar serios perjuicios para la ciudadanía de Córdoba.
SB: ¿Que acciones se pueden tomar para la protección de lo que queda?
FB: En particular en el caso de estos incendios que comenzaron este año preocupa que la cantidad de focos de inicio y la superficie que están afectando son cada vez mayores, y el gobierno no está tomando las medidas necesarias al respecto. Queremos decir con esto que se trabaja un nivel muy puntual que es la mitigación del incendio a través de los bomberos voluntarios y toda la estrategia del Plan Provincial del Manejo del Fuego, con aviones hidrantes y demás, pero se trabaja poco y nada en tareas fundamentales como son el control temprano, la prevención, evitar justamente que se inicien los focos de incendio.
Trabajar por ejemplo con los productores rurales, para que eviten el uso del fuego como una práctica de manejo para buscar rebrote de pasturas, en las zonas donde se incendia reiteradamente las sierras generar controles con todos los medios disponibles para evitar que los incendiarios puedan provocar focos de incendio, hacer un control temprano también de esos incendios porque cuanto antes se atacan más fácil es poder extinguirlos, y sobre todo trabajar mucho en el aspecto educación ambiental durante todo el año, que es fundamental para generar una conciencia, un cambio de actitud de la población cordobesa en relación a los incendios.
El temor que existe es que muchas de estas tierras que se han quemado se pierdan definitivamente como bosques, si bien la Ley, tanto nacional como provincial, establece que un bosque en categoría roja o amarilla no puede cambiar el uso del suelo, es decir, aún quemado no puede transformarse para agricultura o para desarrollo urbano, en la práctica en muchos lugares está ocurriendo eso por la falta de controles en el nivel provincial, que es la autoridad de aplicación de la Ley, como por la vista gorda que suelen hacer muchos municipios y comunas que dan factibilidad para el cambio de uso del suelo, y de a poco se va generando una sangría en la que perdemos cada vez más bosque. Así que las perspectivas son sombrías desde punto de vista de cómo está manejando la situación la provincia, pero la esperanza está puesta en la ciudadanía cordobesa que cada vez está mas movilizada y más consciente en relación a esta problemática.
SB: La Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo (CoDeBoNa) ha emitido un comunicado en relación a los enormes incendios que tuvieron en vilo a gran parte del país, en donde dijo que el gobernador de Córdoba, Schiaretti, en su primer tuit sobre los incendios responsabilizaba al clima seco y ventoso de las más de 20 mil hectáreas quemadas en lo que va del 2020 (al momento del comunicado, después sumaron muchas más), y dicen que con este enunciado falaz y engañoso el gobernador se olvida de mencionar la falta de presupuesto y de planificación en políticas de prevención de incendios, la ausencia de responsabilidad penal de los autores intelectuales y responsables directos de quemas intencionales y de los desmontes sistemáticos, ilegales, y sin control efectivo de las últimas dos décadas, incluso realizándose los mismos mediante fumigaciones con productos químicos contaminantes. Dice el comunicado que resulta incoherente agradecer el enorme esfuerzo de nuestros bomberos y defensa civil, cuando al mismo tiempo se derogó el financiamiento que por Ley tenía el Plan Provincial de Manejo del Fuego, y se desafectó el sistema de alerta temprana de incendios con el retiro de los vigías apostados en toda la provincia. Las tormentas de tierras generadas por el viento arrasan los suelos dejados al desnudo por los cómplices del agronegocio, los desesperantes períodos de sequía e inundaciones, acentuados por el cambio climático, han provocado hasta pérdida de vidas humanas. La salud de todos los habitantes se degrada a la par la calidad del agua que bebemos y del aire que respiramos.
FB: Las organizaciones socioambientales hace mucho tiempo que le vienen exigiendo a los distintos gobiernos provinciales que cambien su política ambiental, mas bien que tengan una real política ambiental que no sea vista como algo de menor categoría, que se inviertan los recursos, que se generen las políticas necesarias para alcanzar la sustentabilidad en una provincia que está muy degradada, pero lamentablemente no escuchan, no hay cambio de actitud en ese sentido, sin embargo la conciencia ciudadana va creciendo día a día, la resistencia en los territorios a los desmontes, avances del agronegocio y el negocio urbanístico, son cada vez mayores.
Con este comunicado se pretende llegar cada vez a más población, y lograr empoderar a la ciudadanía para que, independientemente del gobierno de turno, las decisiones que tomen en relación al ambiente sean cada vez mejores y eviten mantener este tipo de política destructivas.
Consideramos que es positiva la movilización, es una batalla que continuaremos hasta que el gobierno entre en razones. Por suerte muchos medios se están haciendo eco de esta realidad y ya no compran más los discursos oficiales, de que todas estas situaciones son tragedias naturales, cuando son justamente producto de malas políticas públicas.
SB: Y el comunicado le recuerda al señor gobernador que por ley nacional y provincial ningún cambio de uso del suelo puede producirse en territorios incendiados, ni cambio de categoría en el ordenamiento territorial de los bosques nativos que por cierto dicen, lleva 5 años sin instrumentarse el proceso participativo para su actualización, lo cual evidencia la ausencia estatal y de políticas ambientales, con sus tristes consecuencias.
Fernando Barri es biólogo, magister en Manejo de Vida Silvestre y Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Córdoba. Se desempeña como investigador asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Además es Profesor de la Cátedra de Problemática Ambiental, y del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables, ambos pertenecientes a la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba.
Silvana Buján es Argentina, licenciada en Ciencias de la Comunicación Social y periodista científico y ambiental, ejerciendo desde hace más de dos décadas de manera ininterrumpida a través de radios y medios gráficos del país y del exterior. Lleva adelante desde 1998 ECOS ciclo de periodismo científico abocado al ambiente y las culturas. Y CALIDAD EN VIDA, de periodismo médico, cultura y salud. Dirige BIOS, ONG miembro de la Red Nacional de Acción Ecologista y la Coalición Ciudadana Antiincineración. Es miembro del Comité Consultivo de GAIA internacional. Es miembro de la Red Argentina de Periodismo Científico y la Red Latinoamericana de Periodismo Ambiental. Vive en Mar del Plata.
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