La
familia pide que se aparte a la Bonaerense de la investigación. La
Comisión Provincial por la Memoria se presentó como querellante en
la causa que investiga la desaparición del joven, visto por última
vez en un retén sobre la ruta rumbo a Bahía Blanca.
por
Nahuel Lag
El
30 de abril, Facundo Astudillo Castro salió desde la casa de su
madre en la localidad bonaerense de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca,
con el objetivo de recorrer los 125 kilómetros, que separan ambas
ciudades, a dedo y llegar a la casa de su ex novia. Lo hizo a pesar
de no contar con un permiso de circulación por el Aislamiento Social
Preventivo y Obligatorio. A solo 30 kilómetros, un retén policial
lo detuvo, le labró un acta por romper la cuarentena, pero, según
la versión policial, lo dejó seguir rumbo a Bahía Blanca. Desde
ese día, Facundo está desaparecido. Su familia presentó este
jueves una denuncia penal por "desaparición forzada" y
solicitó que se aparte a la Policía Bonaerense de la investigación.
Hasta
el momento, la desaparición de Facundo fue investigada por la
fiscalía de Villarino como "averiguación de paradero".
Todos los testimonios y versiones de la causa fueron incorporadas por
el personal policial de Pedro Luro y, según explica el abogado de la
familia de Facundo, Luciano Peretto, están plagadas de
contradicciones. "Tomamos vista de las actuaciones, participamos
de un rastrillaje y nos dimos cuenta que había una situación grave
que investigar y que la policía debía ser apartada", advierte
Peretto a PáginaI12.
Con
el acompañamiento de la Comisión Provincial por la Memoria y la
Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense, la familia presentó
este jueves una denuncia por "desaparición forzada" ante
el juzgado federal 2 de Bahía Blanca, en la que incorporan las
declaraciones de tres testigos que dicen haber visto al personal
policial subir a Facundo a un patrullero policial.
La
gente no se pierde
"Acá
la gente no se pierde. Somos un pueblo y nos conocemos todos. La
única certeza que tenemos es que los últimos que lo vieron son los
polícias", lamentó Cristina Castro, madre de Facundo. Su hijo,
de 22 años, había vuelto a vivir a su pueblo en febrero, tras
pelearse con su novia en Bahía Blanca. Volvió a encontrarse con sus
amigos y comenzó a trabajar en un local de cerveza artesanal hasta
que llegó la pandemia y la cuarentena.
El
aislamiento lo deprimió y lo empujó a volver a Bahía la mañana
del 30 de abril. Salió con pantalón jogging y campera deportiva
negras, zapatillas azules y una mochila marca Wilson. Su mamá estaba
en el trabajo cuando la Policía la llamó para verificar el
domicilio de Facundo y le informaron que le habían labrado una
infracción por romper la cuarentena. A las 13, Cristina se comunicó
con Facundo, por última vez. Entre discusiones por la decisión de
haber salido sin permiso de circulación, el joven le dijo: "No
sabés dónde estoy, no me vas a volver a ver más".
A
la noche la Policía se acercó hasta la casa de Cristina para
hacerle firmar el acta de constancia de domicilio, pero no dijeron
nada sobre el paradero de Facundo, a quien deberían haber escoltado
de regreso. "Pensé que había seguido camino", lamenta
Cristina y agrega: "Yo estuve varios días enojada. Quizá él
me quizo pedir ayuda en ese último llamado y no me di cuenta".
Comenzaron
los llamados por parte de sus amigos sin respuesta, mientras que la
ex novia de Facundo les confirmaba que nunca había llegado a
destino. La chica realizó 36 llamadas al celular del joven sin
respuesta. Uno de sus amigos lo llamó durante todo el día y solo
recibió un mensaje de texto a las 20, que le decía: "Me estoy
quedando sin señal y sin batería, cuando pueda te llamo". "Es
el único mensaje de SMS que le mandó en toda su amistad, siempre se
comunicaron por Whatsapp", pone en duda Peretto.
El
celular de Facundo no volvió a aparecer ni a encenderse. "Él
sabía sus contraseñas de memoria, usaba los celulares nuestros
hasta que se compró el suyo. Facundo se podía pelear conmigo mil
veces, pero de sus amigos jamás se desconectó", asegura
Cristina.
Versiones
contradictorias
El
4 de junio, a más de un mes de que Facundo se fue de su casa,
Cristina radicó la denuncia en la comisaria de Pedro Luro. Primero
ella pensó que era un enojo, luego el personal policial la persuadió
de eso. Los amigos intentaron denunciarlo antes sin ser escuchados
por la Policía.
La
versión policial que sostuvo la investigación por "averiguación
de paradero" fue dada por los oficiales Curruhinca y Sosa,
quienes declararon haberle labrado el acta por infracción a la
cuarentena en la localidad de Teniente Buratovich. Chequearon su
domicilio en Luro y lo dejaron seguir, en infracción. El acta dice
que lo encontraron dentro del pueblo, la declaración en la causa
dice que ocurrió en un retén en la ruta.
Para
sostener la versión de que Facundo continuó camino, la Policía
presentó varios testigos e historias. La primera apareció el mismo
día que se radicó la denuncia. A más de un mes de salir de su
casa, un testigo decía haberlo visto en el cruce de las rutas 3 y
22, cerca de Bahía. Otro segundo testimonio incorporado era de
alguien a quien Facundo le pidió fuego y le reveló que se iba, con
amigos, a Buenos Aires. "¿Alguien que se quiere escapar, se lo
va a contar a una persona que le da fuego en la calle?", se
pregunta Peretto.
El
15 de junio el fiscal de Villarino ordenó un rastrillaje con perros
partiendo del retén en Buratovich. La medida no arrojó nada, la
banquina de la ruta había sido arada. Ese mismo día, la Policía
contó a la familia otra parte de su versión, que hasta ese momento
desconocían: la oficial Xiomara Flores, vestida de civil, había
llevado a Facundo en su auto particular hasta la siguiente localidad,
Teniente Origone. Esa versión fue apoyada por otro policía que
declaró haber encontrado a Facundo en Origone, a partir de una
denuncia anónima por violación de la cuarentena, y lo detuvo para
requisarlo.
A
más de un mes del hecho, el policía recordaba que Facundo le había
dicho que iba a Bahía Blanca a la calle y altura exactas donde vivía
su ex novia. Según esa versión, el policía chequeó que ya le
habían labrado una infracción en Buratovich y tampoco lo hizo
regresar a su domicilio. "En el testimonio que dio en la
comisaría dijo que una Duster Oroch lo levantó rumbo a Bahía, pero
con nosotros, en el rastrillaje, no lo mencionó", marca el
abogado otro de los datos contradictorios.
El
rompecabezas policial terminó de desencajarse para la familia de
Facundo con las declaraciones de tres testigos, que se pusieron en
contacto con la familia la semana pasada. Los tres sostienen haber
visto a la Policía subir a Facundo a un patrullero a tres kilómetros
del lugar que indicaron como punto de retén aquel 30 de abril. Los
tres se habían presentado para declarar, pero nunca fueron
convocados por la Policía.
"No
pueden los mismos policías que cometieron irregularidades y
omisiones, que sospechamos son dolosas, seguir instruyendo la causa y
estar en contacto con los testigos", plantea Peretto la
hipótesis de la querella familiar que ahora comenzará a investigar
la justifica federal de Bahía Blanca por "desaparición
forzada". "Reclamamos y exigimos la aparición con vida
inmediata de Facundo", exigen los organismos de derechos humanos
de Bahía Blanca.
Fuente:
Nahuel Lag, La familia pide que se aparte a la Bonaerense de la investigación, 4 julio 2020, Página/12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario