Más
voces proponen ceder la represa pero avanzar con el trasvase.
Miguel
Mathus Escorihuela es abogado, docente, ex legislador y especialista
en temas hídricos y de proyectos vinculados al uso del agua. También
es uno de los más acérrimos adversarios de La Pampa, a la que acusa
de enfrentar a Mendoza «por objeciones militantes, sin interesar el
motivo». Ayer sorprendió con una declaración que se aleja de la
postura oficial de su provincia y se acerca a la pampeana: que
Mendoza no debe usar el dinero que le corresponde en esta obra y que
sea Coirco, el comité de cuenca, el que resuelva si la hace o no, y
con qué fondos. Pero también dice que Mendoza debe demandar
judicialmente a La Pampa, provincia a la que considera una «mala
vecina».
Según
la entrevista que ayer publicó el diario Los Andes, Mathus
Escorihuela «sorprendió al opinar que, en virtud de la actual
adversidad, que contiene un alto componente político, Mendoza
debería desistir de encarar la obra con sus propios recursos». De
hecho, él mismo reconoció que los últimos hechos lo han llevado a
reflexionar y a cambiar algunas posturas.
«Después
de la última audiencia del Coirco considero agotado el tema de
Portezuelo del Viento», sentenció el especialista. «Personalmente
no me interesa el resultado. Lo ocurrido me ha hecho cambiar de
opinión luego de largas reflexiones», remarcó.
«Mendoza
ha estado 64 años participando en negociaciones sobre el río
Colorado. He intervenido colaborando desde la firma del tratado; he
sido representante de la Provincia ante la Secretaría de Recursos
Hídricos (de la Nación) por el caso del Colorado y del Atuel.
Pienso honradamente que no puede perderse más tiempo, sobre todo si
consideramos que, después, se requerirán otros 30 años para la
construcción de la obra, la central hidroeléctrica, la línea de
alta tensión hasta Malargüe, la relocalización de Las Loicas, la
reconstrucción del camino a El Pehuenche y el trasvase al Atuel».
«No
podemos malgastar el tiempo de tantas generaciones. Siempre, claro
está, con las objeciones militantes de La Pampa sin interesar el
motivo», disparó.
«Malas
vecinas»
Recomendó
«tomar otros caminos y dejar el sendero de lo absurdo. Debemos
recuperar en plenitud el ejercicio de la autonomía provincial y
ponerle punto final al expolio que padecemos de la Nación, e
indirectamente de provincias que están demostrando ser malas
vecinas».
«Se
da la paradoja que siendo Mendoza la provincia más necesitada del
agua con visión de futuro, y en medio del cambio climático que ya
estamos padeciendo, tenemos que pagar con fondos nuestros las
necesidades de agua de las provincias de las ‘vacas gordas’, de
la soja y del trigo, de los accesos a la exportación. Precisamente
ellas son las que obstaculizan y traban nuestro desarrollo. No
podemos ser tan necios».
Consultado
por los caminos a tomar, trazó el siguiente itinerario: «Primero
hay que notificar al Coirco, a la Nación y a las demás provincias
que Mendoza ha decidido, en resguardo de su patrimonio, no construir
Portezuelo del Viento con dineros propios y que la obra queda a
disposición de las restantes provincias y de la Nación para su
emprendimiento. Ello no implica renunciar a nuestros derechos sobre
el caudal que corresponde sobre el río Colorado, ni al ejercicio de
los derechos territoriales sobre la cuenca del mismo».
A
continuación sugirió: «los 1.200 millones de dólares que (v.g.,
1.023 millones de dólares, en realidad) se percibirán de la Nación
y que se ha comenzado a recibir son de propiedad exclusiva y legitima
de nuestra provincia por los perjuicios que sufrió Mendoza por la
ilegal promoción industrial que favoreció a San Luis, San Juan, La
Rioja y Catamarca. Esto fue convalidado por la Corte Suprema de
Justicia. Esos recursos los destinaría Mendoza en beneficio propio
con fines de utilidad pública, conforme lo decida el gobierno
provincial. Por todo esto no queda nada que discutir ni consensuar»
con el Estado nacional y las demás provincias involucradas.
A
renglón seguido volvió a apuntar a La Pampa y las provincias que
ahora acompañan su postura: «Si de estudio de impacto ambiental se
trata, las provincias que lo pidieron no saben, no han leído o no
entienden nada de los cinco estudios llevados a cabo, dos de ellos
por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), además de los
realizados por dos universidades nacionales a lo largo de este
proceso. Y tampoco se habla de lo hecho por Italconsult Sofrelect y
los estudios de Harza Argentina hace 20 años».
Según
consideró, «La Pampa y Buenos Aires no hicieron ningún estudio de
impacto ambiental cuando construyeron la represa de Casa de Piedra.
Por eso este pedido llevado a cabo con justificaciones absurdas y
ridículas de toda índole, no tiene otro calificativo que chicana
procesal para dilatar más tiempo le ejecución de las obras.
Insisto, por lo tanto, que hay que poner punto final a las dilaciones
y que cada uno se dedique a lo suyo».
Regalías
hidroeléctricas
En
su reflexión, el experto mendocino avanzó sobre lo vinculado con
las regalías hidroeléctricas: «No caben dudas. Conforme a la
jurisprudencia nacional e internacional la regalía pertenece a quien
es dueño de la fuente, es decir, de la pendiente topográfica que
con el agua produce energía. La pendiente topográfica es propiedad
de la provincia de Mendoza, como todo el suelo que ocuparán la presa
y el lago. En esto no puede haber discusión, mal le pese a La Pampa.
La realidad geográfica y topográfica y el derecho están del lado
de Mendoza».
-
¿Cuáles serían los pasos a dar por Mendoza según su propuesta?,
le preguntó Los Andes.
-
Primero hay que denunciar ante el Coirco y el gobierno nacional el
artículo del Tratado (del río Colorado de 1976) que designa al
Presidente de la Nación como árbitro ante cualquier diferendo,
optando por el arbitraje de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación. Se debe informar desde el gobierno todo lo actuado a la
Legislatura, explicando el porqué de la decisión adoptada. Hay que
avanzar con las obras de derivación de su cupo de 34 metros cúbicos,
lo que está autorizado por el tratado, desde (el paraje) La
Estrechura del río Grande al Atuel. Esta derivación conforme los
estudios del MIT es la que realmente potencia los resultados
económicos de las obras, porque incrementa sustancialmente la
generación hidroeléctrica de Los Nihuiles.
«Luego
-agrega- hay que reclamar judicialmente a La Pampa y Buenos Aires una
compensación por las regalías hidroeléctricas de la represa Casa
de Piedra por el uso de nuestro cupo de agua sobre el Colorado (34
m3) en la generación hidroeléctrica de esa presa. Y en tercer lugar
elaborar de inmediato un plan de obras para el desarrollo integral de
la provincia en lo referido a vivienda, centros de salud, escuelas
hogares en zonas desérticas, construcción y terminación de rutas
de integración y la iniciación de las obras preparatorias para la
construcción del dique Los Blancos y la central hidroeléctrica en
el Alto Tunuyán».
Trasvase
Las
declaraciones de Mathus Escorihuela sugiriendo dejar de lado
Portezuelo del Viento son coincidentes con las de otros especialistas
y políticos mendocinos, pero también corroboran lo que La Pampa
viene diciendo desde hace años, sea desde estamentos políticos,
técnicos o sociales: que la represa no se justifica si no es en
función del trasvase de caudales desde el río Grande al río Atuel.
Porque mientras aconseja dejar que Coirco decida qué hace con la
presa, el especialista opina que Mendoza debe avanzar «con las obras
de derivación de su cupo de 34 metros cúbicos (…) del río Grande
al Atuel».
Fuente:
Ahora en Mendoza sugieren abandonar Portezuelo del Viento, 12 julio 2020, La Arena.
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