Lo
informaron científicos del NOAA y el Instituto Scripps de
Oceanografía de Estados Unidos el pasado 4 de junio. “El pico
estacional de CO2 alcanzó los 417.1 ppm”, según datos del
observatorio Mauna Loa (Hawái) en el registro ininterrumpido más
largo del mundo.
por
Roberto Andrés
“El
dióxido de carbono atmosférico medido en el Observatorio Mauna Loa
alcanzó un récord estacional de 417.1 partes por millón (ppm) en
mayo de 2020, la lectura mensual más alta jamás registrada”,
anunciaron el pasado 4 de junio científicos de la Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos y el
Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California,
San Diego. El valor histórico estuvo 2.4 ppm por encima del de mayo
de 2019 (de 414.7 ppm).
“El
progreso en la reducción de emisiones no es visible en el registro
de CO2”, dijo Pieter Tans, científico principal del Laboratorio de
Monitoreo Global del NOAA. “Continuamos comprometiendo a nuestro
planeta durante siglos o más, con más calentamiento global, aumento
del nivel del mar y eventos climáticos extremos cada año”.
El
aumento se suma a los registros de otros gases de efecto invernadero
cuya tendencia también es al alta. Mientras los niveles promedios de
hexafluoruro de azufre (SF6) atmosférico de febrero de 2019 estaban
en 9.82 partes por millón de billones (ppt), el mismo mes, pero de
2020, marcaba los 10.15 ppt. Por su parte, los niveles de óxido
nitroso (N2O) se registraron en 331.8 partes por mil millones (ppb)
en febrero de 2019, aunque en el mismo mes, pero de 2020 se
registraron unos 332.6 ppb. Por su parte, el gas metano, uno de los
más peligrosos, registró los 1864.9 ppb para febrero de 2019,
mientras que en el mismo mes de 2020 registró 1873.7 ppb.
Coronavirus
La
tasa de aumento de 2020 no parece reflejar una reducción en las
emisiones de CO2 pese a la fuerte desaceleración económica mundial
en respuesta a la pandemia del Covid-19. Según el NOAA, la razón es
que la caída de las emisiones debería ser lo suficientemente grande
como para destacarse de la variabilidad natural del CO2, por la forma
en que las plantas y los suelos responden a las variaciones
estacionales y anuales de temperatura, humedad, etc.
“Estas
variaciones naturales son grandes y hasta ahora las reducciones de
emisiones asociadas al Covid-19 no se destacan. Si las reducciones de
emisiones del 20 al 30 % se mantuvieran de seis a doce meses,
entonces la tasa de aumento de CO2 medida en Mauna Loa se reduciría”,
señalaron en su boletín.
“La
gente puede sorprenderse al escuchar que la respuesta al brote de
coronavirus no ha hecho más para influir en los niveles de CO2”,
indicó el geoquímico Ralph Keeling, quien dirige el programa de
Oceanografía Scripps en Mauna Loa. “Pero la acumulación de CO2 es
un poco como la basura en un vertedero. A medida que seguimos
emitiendo, se sigue acumulando. La crisis ha ralentizado las
emisiones, pero no lo suficiente como para aparecer perceptiblemente
en Mauna Loa. Lo que importará mucho más es la trayectoria que
tomaremos al salir de esta situación”.
A
pesar de que las plantas terrestres y el océano global absorben una
cantidad de CO2 equivalente a aproximadamente la mitad de los 40 mil
millones de toneladas de contaminación de dióxido de carbono de
origen antrópico emitidas cada año, la tasa de aumento en la
atmósfera se ha acelerado constantemente.
Una
escala ascendente
En
la década de 1960, el crecimiento anual promedió los 0.8 ppm por
año. Se duplicó a 1.6 ppm por año en la década de 1980 y se
mantuvo estable a 1.5 ppm por año en la década de 1990. La tasa de
crecimiento promedio nuevamente aumentó a 2.0 ppm por año en la
década de 2000, y aumentó a 2.4 ppm por año durante la última
década.
“Hay
pruebas abundantes y concluyentes de que la aceleración es causada
por el aumento de las emisiones”, declaró Tans. “La física bien
entendida nos dice que los niveles crecientes de gases de efecto
invernadero están calentando la superficie de la Tierra, derritiendo
el hielo y acelerando el aumento del nivel del mar. Si no detenemos
el aumento de los gases de efecto invernadero, especialmente el CO2,
grandes regiones del planeta se volverán inhabitables”.
El
registro ininterrumpido más largo de mediciones de CO2 en medio del
Pacífico
Charles
David Keeling, del Instituto Scripps de Oceanografía y padre de
Ralph Keeling, comenzó las mediciones de dióxido de carbono
atmosférico en Mauna Loa (Hawái) en 1958, iniciando lo que se ha
convertido en el registro ininterrumpido más largo de mediciones de
CO2 en el mundo.
El
observatorio Mauna Loa se alza en un volcán árido en medio del
Océano Pacífico, idealmente ubicado para tomar muestras de aire
bien mezclado sin ser afectado por la influencia de fuentes de
contaminación locales o vegetación. Sus datos, junto con las
mediciones de las estaciones de muestreo de todo el mundo, se
incorporan a la Red Global de Referencia de Gases de Efecto
Invernadero del NOAA, una base fundamental para científicos
climáticos internacionales.
Roberto Andrés, periodista, editor de la sección Ecología y medioambiente
Fuentes:
Roberto Andrés roberto.laizquierdadiario@gmail.com, Pese a la pandemia, mayo registró récord histórico en concentración de gases de efecto invernadero, 12 junio 2020, La Izquierda Diario. Consultado 13 junio 2020.
La obra de arte que acompaña esta entrada es "Atardecer en Ivry" de Armand Guillaumin.
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