NAIROBI,
4 jun 2020 (IPS) - La pandemia desatada por el nuevo coronavirus
“evidencia que cuando destruimos la biodiversidad destruimos el
sistema que sustenta la vida humana”, afirmó el Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) con motivo de
celebrarse este viernes 5 el Día Mundial del Ambiente.
“La
pérdida de biodiversidad brinda la oportunidad de que los patógenos
pasen entre los animales y las personas. Cuanto más biodiverso es un
ecosistema, más difícil es que un patógeno se propague o domine”,
recordó el Pnuma al evaluar la actual crisis.
Alrededor
de 75 por ciento de todas las enfermedades infecciosas emergentes en
humanos son zoonóticas, lo que significa que se transmiten de
animales a personas.
En
el mundo, 1000 millones de personas son contagiadas cada año y
millones de ellas mueren debido a las enfermedades causadas por los
distintos coronavirus.
Con
ello, “la naturaleza nos está enviando un mensaje: llegó la hora
de reaccionar y reinventar nuestra relación con ella”, asentó la
agencia ambiental de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
con su sede mundial en esta capital de Kenia.
Destacó
que “la deforestación, la invasión de hábitats de vida
silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio
climático han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza”,
considerándolas “causa-raíz” para la aparición y desarrollo de
enfermedades zoonóticas.
Un
millón de especies de plantas y animales se enfrentan a la
extinción, algunas en sólo décadas, y “científicos predicen que
si no cambiamos nuestro comportamiento hacia los hábitats salvajes,
estamos en peligro de más brotes de virus”, recordó.
“A
medida que crece la población mundial (7715 millones en 2019) y nos
acercamos al umbral de los 10 000 millones de habitantes, debemos
comprender mejor la red de vida en la que existimos y entender su
funcionamiento como un sistema íntegro”, subrayó la declaración.
Entre
las situaciones a revertir están los patrones de uso del suelo y la
deforestación impulsada por la demanda de recursos naturales y
alimentos: 26 por ciento de la tierra sin hielo en el planeta se
utiliza para pastoreo de ganado y 33 por ciento de las tierras de
cultivo se dedican a la alimentación del ganado.
Otro
ejemplo es la contaminación, con efectos devastadores en hábitats
marinos y de agua dulce: puede haber cinco billones (millones de
millones) de piezas macro y micro de plástico flotando en los
océanos, lo que representa entre 60 y 90 por ciento de los desechos
marinos.
Ante
el duro panorama “la buena noticia es que podemos revertir la
pérdida de biodiversidad reinventando nuestra relación con la
naturaleza. Debemos conservar y restaurar la vida silvestre, cambiar
la forma en que producimos y consumimos alimentos y promover la
infraestructura ecológica”.
Las
empresas deben “desarrollar cadenas de suministro sostenibles, así
como prácticas agrícolas y manufactureras que no dañen el
ambiente. Los grupos de la sociedad civil, analizar cómo preservar y
restaurar ecosistemas degradados. Y los consumidores deben repensar
lo que compran”, propone el informe.
El
Día Mundial del Ambiente “tiene como objetivo inspirar a todos a
hacer oír su voz: los ciudadanos deben instar a sus gobiernos a
cumplir sus compromisos de salvaguardar la naturaleza, poner fin a la
contaminación y garantizar que se respeten las leyes ambientales”.
Con
vídeos en los que reúne virtualmente a ciudadanos de todos los
continentes y personalidades -el secretario general de la ONU,
António Guterres, la directora del Pnuma, Inger Andersen, el
cantautor colombiano Carlos Vives- el Pnuma lanzó este día una
campaña en favor de la naturaleza, bajo la consigna “Llegó la
hora”.
A-E/HM
Fuente:
Con el covid-19 llegó la hora de la naturaleza, alerta el Pnuma, 4 junio 2020, Inter Press Service. Consultado 5 junio 2020.
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