Tres
ejemplos de destructiva expansión inmobiliaria en el distrito de
Juan José Mussi.
por
Alberto Moya
El
amigo presidencial Nicky Caputo, la familia Béccar Varela y varios
CEOs macristas son responsables de countries que inundarán a los
vecinos pobres; destruyen un ecosistema y fueron mal habilitados
mediante ordenanzas ocultadas al registro de la sociedad.
Un
ex presidente del Concejo Deliberante admitió en sede judicial que
cobraban coimas por ello.
Estos
son sólo tres ejemplos de lo que sucede en los 33 barrios privados
creados en un solo distrito durante una misma administración
comunal. Concentrados a mitad de camino entre las capitales Federal y
provincial, representan una situación tan llamativa que fue objeto
de sendos estudios por parte de la Universidad Nacional de La Plata.
Incurrieron
en delitos e irregularidades que iban a ser presentadas a la jueza
Silvia Maltempo en un expediente que “se extravió”. Lo mismo
pasó con un segundo cuerpo probatorio. “Una denuncia contra tres
de las multinacionales más grandes del negocio inmobiliario se
pierde en dos oportunidades dentro del mismo organismo provincial. Es
difícil creer que sea casual”, argumentaron desde el Foro Regional
en Defensa de Río de la Plata, la Salud y el Ambiente.
Según
esa entidad ecologista, la AFIP señaló un 80% de irresponsabilidad
fiscal en esos emprendimientos.
Arboles
tapados con arena
“Fue
el primer ecocidio”, dice Edgardo Boyraz, el docente que más sabe
de ambientalismo en Berazategui. Se refiere a la “sociedad fallida”
de los Béccar Varela, según los términos de su expediente de
quiebra. («Puerto Trinidad SA s/quiebra«)
“Puerto
Trinidad fue el paradigma del descalabro natural. Allí se hizo todo
lo incorrecto de forma irreparable: construyeron diques en la franja
costera; dragaron para rellenar el interior del dique y elevar la
cota más de 5 metros hasta sepultar flora y fauna. Dejaron las copas
de los árboles al ras del piso, pudriéndose. Al sector no rellenado
lo arrasaron con topadoras y lo quemaron”, describió ya en 2008 en
una audiencia pública.
Los
Beccar Varela habían comprado esas 300 hectáreas por 10 millones de
dólares. Se habilitaron en 1994, sin aptitud hidráulica. Recién en
1997 fueron desafectadas de Reserva para ser de Urbanización
Especial. El frente costero quedó privatizado.
PT
empezó como una SA presidida por Isidro BV, con Emilio (Beccar
Varela-SEPRA) que desarrolló los planos; Santiago (SBV Operadores
Inmobiliarios) que comercializó, y Ricardo que dirigía las obras,
según detalló Alfonso BV en un blog de recuerdos.
Todos
ellos, además de Arturo y Emilio BV, se retiraron de PTSA a partir
de junio de 1997. Hubo un intento de salvataje con una suerte de
cooperativa VIP, pero no prosperó.
El
ambientalista Antonio Paravia supo contar al autor que “a los que
pusieron plata para la compra de lotes no les dieron nada, y a
nosotros nos dejaron cientos de árboles en pie enterrados en la
arena sacada del río”.
Desde
aquel boom post reelección menemista, los barrios cerrados
proliferaron; también en Hudson, donde está la Selva Marginal
destacada por la ONU en la reunión de Río de Janeiro ECO-92. Esta
zona “se caracteriza por ser de alta fragilidad ecológica y una de
las de mayor biodiversidad de la provincia, con influencia de las
mareas del estuario. Los humedales de la llanura aluvional, incluyen
la selva en galería más austral del mundo, con una flora y fauna
muy especial”, según un Informe final sobre suelos de Berazategui,
del Instituto de Geomorfología (UNLP, 2006).
Ante
toda esa avanzada resistieron los ambientalistas y los vecinos que
empezaban a inundarse con cada emprendimiento que elevaba los suelos
y levantaba barreras contenedoras de agua que, al rebotar, caen sobre
los más humildes.
Otra
famiglia, Caputo
Entre
los últimos emprendimientos están los cuatro barrios privados sobre
600 hectáreas de Caputo Hnos. e Inmobiliaria Achaval, paralelos a
Puerto Trinidad, hacia el sur.
Esta
obra fue denunciada por el Foro hacia septiembre de 2014, ante el
Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y la
Defensoría del Pueblo.
Dadas
sus condiciones de urbanización, un estudio de la UNLP (Ludmila
Cortizas y Leonel Andreoni, 2018) se refiere a “la invasión de la
constructora del complejo Pueblos del Plata, en parte, debido a la
pasividad municipal, cómplice del avance desenfrenado del capital
privado sobre la ciudad”.
Desde
otro Instituto de la UNLP, el Ringuelet, de la Facultad de Ciencias
Naturales, se confirmó una salinización descomunal que la
constructora Caputo-Achával comenzó para que los bosques se sequen
en silencio, de un modo menos burdo que los incendios forestales de
la Costanera porteña.
Ante
la negativa de detener la obra, el Foro presentó un Recurso de
Amparo que el juez platense Luis Arias acogió en 2016. Revalidó la
medida en marzo de 2017, cuando la Municipalidad fue a sacar la cara
por la empresa.
Ese
año, la gobernadora Eugenia Vidal nombró titular de Ordenamiento
Urbano a Dante Galeazzi, familiar del empresario inmobiliario Eduardo
Costantini.
Durante
ese forcejeo judicial se acopló el tercer negociado, en paralelo al
sur del de Caputo.
El
Monarca
El
tercer proyecto es el del grupo Monarca, cuyos CEOs integraron el
gobierno de Mauricio Macri.
Antes,
en 2013, ese grupo había logrado que le reafectaran la Zona como
Residencial para Crystal Lagoons Hudson.
Ese
año, el gerente general de Monarca era el contador Marcelo Orfila,
quien en 2015, con la asunción de Macri, pasó a la Operadora
Ferroviaria Trenes Argentinos Sociedad del Estado (SOFSE). Asumió
como presidente de Trenes Argentinos Operaciones, convocó a
ejecutivos de otras inmobiliarias; alquiló oficinas en Puerto Madero
(a pesar de tener las propias en Retiro) y anunció la venta de
codiciados terrenos ferroviarios, entre los que se interesó el Grupo
Monarca.
A
seis meses de asumir, Orfila fue imputado por una contratación
directa de 300 millones de pesos anuales para asegurar los
ferrocarriles. De acuerdo a la denuncia seguida por el fiscal
Federico Delgado y el juez Sebastián Casanello, la adjudicación
buscaba favorecer al grupo Socma: el gerente de la aseguradora AON,
Jorge González Gale, era el broker histórico del Grupo Macri.
Monarca
proveyó a otra de sus CEO, Natalia Zang, denunciada ante la Oficina
Anticorrupción por “sus vínculos comerciales y profesionales”,
a la vez que fungía como subsecretaria de Evaluación de Proyectos
con Financiamiento Externo, dependiente de la Jefatura de Gabinete.
Orfila
y Zang fueron incluidos por el diputado Héctor Recalde en un informe
de “conflictos de interés”, al igual que otros funcionarios del
Ministerio de Transporte, como Guillermo Fiad, domiciliado en un
country de Berazategui, y el imputado socio del vicepresidente de
Flybondi que a la vez era asesor del Organismo Regulador del Sistema
Nacional de Aeropuertos, Lucas Werthein, director en su Grupo
familiar.
Con
sus CEOs en el gabinete nacional, Monarca pasó a tener otro
asociado, Enrique Pedro Basla, Presidente de la Federación Argentina
de Colegios de Abogados. Desde Provincia, el pariente del
inmobiliario a cargo de Ordenamiento Urbano y Territorial avaló
todo. Y en el distrito, algunos concejales de Cambiemos siguieron al
mussismo para, a mediados de 2018, aprobar la ordenanza
complementaria 5594 que reafectó en Zona Residencial 900 hectáreas
desde la Autopista hasta el Canal Baldovinos.
Gonzalo
Monarca viene de crear otro Lagoon, en Pilar, donde prometió una
laguna cristalina por la que cobraron adelantos de 200.000 dólares
a 500 clientes que se sienten estafados. Tan mal confeccionaron la
laguna que debieron modificarla cuatro veces. En el complejo
Pasionaria, de San Isidro, quisieron golpearlo debido a que tardó
diez años en entregar departamentos con paredes de durlock;
ascensores rotos y sin agua corriente. En emprendimientos similares,
dos jueces federales frenaron avances de obras. Las de Pilar habían
contado con la aprobación del intendente Nicolás Ducoté
(Cambiemos), quien participó de una inauguración en 2016. En el
sur, también Juan José Mussi encabezó inauguraciones.
Según
un estudio el Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales, “en
el eje metropolitano norte se verifican las mayores transgresiones al
Ordenamiento Territorial; Berazategui replica el escenario en el eje
metropolitano sur”.
Y
agrega sobre esos emprendimientos: “Sólo el 35% ha obtenido la
aprobación. Los casos más graves los constituyen los emplazados en
la zona de reserva ribereña, donde la mitad fueron habilitados por
ordenanzas de excepción, los restantes se encuentran con ejecución
de obras de movimiento de suelo y polderización, sin haberse
modificado la zona mediante ordenanza convalidada ni haber obtenido
la factibilidad certificada por organismos provinciales. Al conjunto
de transgresiones se suma la promoción de productos inmobiliarios
que no encuadran en figuras legales”.
Los
políticos
Para
conseguir las aprobaciones, los ilustres apellidos de Tradición,
Familia y Propiedad coimearon a la administración de JJ Mussi, según
la admisión autoinculpatoria de uno de sus protagonistas. El
presidente del Concejo Deliberante, Ruben Aicardi, le dijo a este
periodista que tanto Béccar Varela como otros “emprendedores” le
habían pagado más de cien mil dólares cada uno para “agilizar”
la sanción de las ordenanzas que les permitieran hacer sus negocios.
La
sorprendente declaración periodística que en su momento fue llevada
a la Televisión Pública (Huella Digital, 2005), originó una mega
causa judicial, la 256.522, en los Tribunales de Quilmes que se
frustró cuando el municipio recibió un escrito en el que se daba
cuenta de un posible allanamiento. El aviso fue enviado por el
entonces fiscal Luis Armella, quien en 2012 será denunciado ante la
Corte por facilitar obras estatales a sus parientes y empresarios
amigos de Mussi.
Hacia
2009, el denunciante Aicardi salió muerto del Hospital Evita que
dirigía José Potito, quien había ostentado el doble cargo de
presidente de aquel Cuerpo Deliberante. Aicardi no era un inocente.
Mientras presidía el Deliberante, se vendía droga en su casa, como
constató en 1996 un allanamiento que encarceló a sus hermanas;
demoró a una sobrina menor y requirió de la defensa de Fernando
Burlando.
El
cuarto hermano, Carlos Aicardi, quien encabezó una patota que quiso
matar a patadas a otro de los periodistas que participó de la
divulgación de las denuncias, fue premiado hace seis meses con otra concejalía.
Desde
la admisión de Ruben Aicardi, los negocios continuaron pero ya sin
la posibilidad de cotejar los documentos que lo permitieron: las
ordenanzas 3010, para Puerto Trinidad; la 4807/13 para Pueblos Del
Plata, y la 4933/13 para Crystal Lagoons, resultan “objeto no localizado” en donde deberían estar.
La
movilización popular contra estos atropellos acorraló a JJ Mussi al
punto de justificarse en que eran cosas de su hijo, el intendente.
Pero cuando él lo reemplazó, en diciembre pasado, dijo en su
discurso inaugural que detendría las obras en Hudson. Seis meses
después, todo sigue igual.
Bibliografía
Los
estudios de la Universidad:
Sgroi, Alejandra; Rocca, Julia; Estarellas Mullin, Consuelo: “Modos de producción de suelo y transformaciones socioespaciales recientes en el área sur de la región Metropolitana de Buenos Aires. El caso de los desarrollos inmobiliarios en Berazategui”. Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales. Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UNLP, 2018).
Cortizas, Ludmila y Andreoni, Leonel: “De frente al río, de espaldas a la población. La construcción de barrios náuticos en los humedales de Hudson, Berazategui”. Facultad de Humanidades (UNLP, 2
Fuente:
Alberto Moya, A maltempo, peor cara, 7 junio 2020, El Cohete a la Luna. Consultado 12 junio 2020.
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