La
pérdida de contacto de los seres humanos con la naturaleza y una
forma de vida que daña profundamente la biodiversidad y el
medioambiente condujeron a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2,
explicó este jueves a EFE el destacado biólogo mexicano José
Sarukhán.
por
Juan Manuel Ramírez G.
Para
el coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de
la Biodiversidad (Conabio), el Homo sapiens no ha hecho honor a su
apellido. “Se supone que somos personas que entendemos las cosas,
que podemos sintetizar información, deducir una serie de cuestiones
y no lo estamos haciendo”, afirmó el experto en una entrevista.
Explicó
que la humanidad “siempre ha dependido de la naturaleza para una
cosa muy sencilla: para adquirir energía, para alimentarnos (…)
Por lo que nuestra relación con la naturaleza, es una relación
absolutamente íntima, de vida”.
Pero
esa relación se ha ido perdiendo: “En el pasado la gente se
despertaba en medio de la naturaleza, no en un edificio de 14 pisos,
y vivía en contacto con ella, no sólo con algunas plantas”.
Para
Sarukhán, la demanda de alimentos, de energía, la modernidad y la
tecnología “nos ha hecho perder”, a una gran parte de la
población mundial, “el contacto con la naturaleza y el sentimiento
de dependencia total hacia ella”.
Como
ejemplo está la depredación de enormes y extensas áreas bosques y
selvas “para la conversión de comida, a través de la agricultura
y la ganadería, y la mayor parte de las personas que vivimos en las
ciudades no nos damos cuenta de esto”.
El
consumo y su impacto ambiental
Para
el biólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y
doctor en Ecología por la Universidad de Gales, en la actualidad las
personas no vemos que “cada cosa que consumimos o comemos tiene un
impacto ambiental que afecta a la naturaleza”.
Además
de que no contamos con una cultura de la naturaleza ni del impacto
del consumo, y nadie nos enseña.
“Muchas
de esas cosas que consumimos como alimentos no solamente dañan a las
personas al generar severos problemas de salud como obesidad,
diabetes e hipertensión, que afectan enormemente la vida de las
personas”, apuntó.
Y
precisamente, “esa pérdida de contacto con la naturaleza es la que
en gran medida ha provocado estas tragedias horribles como las
epidemias”.
Hasta
este miércoles, la pandemia del coronavirus se ha cobrado la vida de
más de 356.000 personas con más de 5,7 millones de contagios y unos
2,32 millones de recuperados en el mundo.
El
problema de la demanda alimenticia
El
investigador precisó que “la demanda de una mayor cantidad de
alimentos con técnicas agrícolas totalmente inaceptables” son las
que han provocado una gran pérdida de ecosistemas.
Dijo
que cuando vamos cercando a estos sistemas “el contacto con
animales se incrementa enormemente”.
Y
es entonces cuando empiezan las grandes epidemias que “hemos tenido
como el ébola, el SARS y todas esas cosas (enfermedades) que vienen
por el contacto de organismos silvestres que antes no eran
frecuentes”.
Recordó
que la crisis climática es otro de los daños que se ha generado al
planeta por la actividad humana, por lo que “ya es momento de que
razonemos” y apuntemos hacia la conservación y el buen manejo
porque “de esto depende todo el bienestar humano”.
“Si
no nos detenemos, los ecosistemas no van a llevar a cabo sus
servicios de generación de oxígeno, de captura de CO2, de captura
de agua para que podamos tener alimentos, ríos y manantiales
permanentemente”, advirtió.
Para
Sarukhán, la sociedad actual en el mundo “vive una especie de
desapego de la vida con la naturaleza, a la cual mucha gente la ve
como si fuera National Geographic o History Channel y no la base
fundamental de la que venimos y de la que seguimos dependiendo”.
El
investigador dijo que es tan simple esa dependencia que “tenemos
que comer y comemos naturaleza, y eso no ha cambiado”, aunque la
industrialización de la comida haya podido cambiar esta percepción,
generando además problemas para la salud.
México
y la pandemia
Sobre
el comportamiento de los mexicanos durante la pandemia de la COVID-19
en México, que hasta el reporte más reciente sumaba más de 8.500
decesos y 78.000 casos confirmados, el exrector de la UNAM
(1987-1991) consideró que en ella se reflejan “las fallas
estructurales sociales de los sistemas educativos”.
Expuso
que a lo largo de décadas “no se ha imbuido a los estudiantes,
aparte de conocimientos básicos, un sentido de disciplina cívica,
de cómo comportarse para el bien de uno mismo pero también al
respeto del bien de los demás”.
Sarukhán
cree que esas fallas han generado, en buena medida, la emergencia
sanitaria que se vive actualmente en este país.
“Me
temo que vamos a ver una situación que no es nada grata, resultante
de la falta de seriedad, de disciplina, de mantenernos en casa, de
mantener sana distancia y aplicar medidas de aseo e higiene. Será
una indisciplina costosísima, fundamentalmente desde el punto de
vista de vidas humanas, pero también económica, social y política”,
finalizó.
Fuente:
Juan Manuel Ramírez G., José Sarukhán (biólogo): La pérdida de contacto con la naturaleza dio paso a la COVID-19, 28 mayo 2020, EFEverde.
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