El
regulador nuclear japonés ha respaldado la seguridad de una polémica
planta para reprocesar el combustible nuclear gastado.
El
13 de mayo, la Autoridad Reguladora Nuclear (NRA por sus siglas en
inglés) aprobó un proyecto de informe sobre la inspección de
seguridad de la planta de reprocesamiento que está construyendo en
Rokkasho, Prefectura de Aomori, la Japan Nuclear Fuel Ltd.
El
informe dice que la planta cumple con las nuevas normas de seguridad
nuclear introducidas después del desastre nuclear de Fukushima de
2011. La decisión de la NRA representa un gran paso adelante para
que comience a operar la largamente demorada planta de
reprocesamiento de Rokkasho.
El programa de políticas de Japón para establecer un
sistema de reprocesamiento de combustible nuclear, para recuperar el
plutonio del combustible nuclear gastado para reutilizarlo en
reactores, sin embargo, ya está en bancarrota más allá de la amortización.
Operar la planta de reprocesamiento simplemente no tiene sentido
debido a los muchos problemas que conlleva con respecto a la
proliferación nuclear, la eficacia en función de los costos, la
seguridad energética y otras cuestiones políticas importantes.
La
administración del Primer Ministro Shinzo Abe debería cambiar su
política relacionada con el reprocesamiento del combustible nuclear. Sería
irresponsable mantener esta política nacional insostenible, sin
rumbo, simplemente por el veredicto de la NRA de que la planta cumple
las nuevas normas de seguridad.
Una
planta plagada de problemas
El
gobierno y la industria de la energía eléctrica han estado
promoviendo el concepto de reprocesamiento del plutonio contenido en el
combustible de los reactores, como una valiosa fuente de energía
"semi casera" para una nación sin muchos recursos
naturales.
La
planta de reprocesamiento de Rokkasho, la instalación principal de
esta estrategia, originalmente estaba prevista su teminación para
1997, pero el plazo se ha retrasado hasta 24 veces debido a una serie
de fallos tecnológicos y otros problemas.
La
planta comenzó una prueba en 2006, pero el proceso estuvo plagado de
fallos de funcionamiento y se suspendió después del catastrófico
accidente de la central nuclear No. 1 de Fukushima en 2011.
La
NRA, que fue creada después del accidente, pasó 6 años
evaluando cuidadosamente la seguridad de la planta de
reprocesamiento. Fue la primera misión de evaluación de seguridad
del organismo para una instalación de reprocesamiento de combustible
nuclear.
A
pesar del respaldo efectivo del organismo de control nuclear a su
seguridad, la planta aún tiene un largo camino por recorrer antes de
estar lista para su operación a gran escala. Los detalles de su
diseño serán examinados mientras que los trabajos para instalar las
medidas de seguridad necesarias aún no se han llevado a cabo.
No
está claro si la planta estará terminada en el año fiscal 2021, el
nuevo plazo establecido por el operador. Obtener el consentimiento de
la comunidad local es otro desafío que debe superarse antes de que
la planta pueda entrar en funcionamiento.
En
las centrales nucleares de todo el país, cantidades cada vez mayores
de combustible nuclear gastado están esperando ser enviadas a la
planta de reprocesamiento. En algunas centrales nucleares no queda
mucho espacio en las piscinas de combustible gastado. La industria
energética advierte que podría haber interrupciones en la
generación de energía a menos que la planta de reprocesamiento
comience a operar.
La
planta de Rokkasho está diseñada para reprocesar hasta 800
toneladas de combustible gastado anualmente para extraer el plutonio.
Es cierto que la instalación ayudaría a evitar una situación en la
que no quede espacio en las piscinas.
Plutonio
inutilizable
La
planta, cuando funciona a plena capacidad, podría extraer hasta 7 toneladas de plutonio del combustible gastado del reactor al
año. El problema es que habrá pocas formas plausibles de utilizar
el material.
El
plan para desarrollar un reactor de neutrones rápidos que pueda
quemar y reproducir el plutonio, que se suponía que era la
tecnología clave para el consumo de plutonio, ha fracasado después
de que se decidiera que el prototipo de reactor reproductor rápido
refrigerado por sodio "Monju" de Japón debía ser
desmantelado tras un accidente con fuga de sodio.
No
hay ningún plan para desarrollar un nuevo reactor reproductor rápido
de demostración que suceda al Monju.
El
gobierno japonés consideró entonces la posibilidad de participar en
el proyecto del Reactor Técnico Avanzado de Sodio para Demostración
Industrial (ASTRID) de Francia, para construir un prototipo de
reactor nuclear refrigerado por sodio. Pero la idea fue abandonada
después de que el gobierno francés decidió reducir la escala y
posiblemente cancelar el proyecto.
El
plan de Japón de quemar el llamado combustible MOX (óxido mixto),
que es generalmente plutonio mezclado con uranio natural, en los
reactores nucleares existentes tampoco ha logrado avanzar tan rápido
como el gobierno esperaba. Actualmente, sólo 4 reactores están
utilizando combustible MOX, mucho menos que el objetivo de la
industria de operar entre 16 y 18 reactores MOX.
En
resumen, hay pocas perspectivas de consumo masivo de plutonio en esta
nación, al menos en el futuro cercano.
Japón
tiene una reserva de 46 toneladas de plutonio utilizable en armas,
suficiente para producir 6.000 bombas atómicas. Japón se ha
comprometido internacionalmente a reducir sus existencias de
plutonio.
Si
Japón comienza a extraer plutonio del combustible nuclear gastado
mediante el reprocesamiento, la comunidad internacional dudará de su
compromiso de reducir su arsenal de plutonio a pesar de ser el único
país que ha sufrido la devastación de los bombardeos atómicos.
Incluso
se podría sospechar que el Japón alberga la ambición de
desarrollar y poseer armas nucleares en el futuro.
El
gobierno planea limitar la cantidad de plutonio extraído del
combustible gastado a menos del volumen consumido en los reactores
MOX.
Pero
el reprocesamiento del combustible gastado del reactor para recuperar
el plutonio simplemente no tiene sentido en primer lugar cuando la
cantidad de material almacenado en Japón debe ser reducido.
Es
inaceptable el cambio de la carga financiera
La
política de reciclaje de combustible nuclear también está
perdiendo su fundamento económico debido a los costos crecientes.
Incluso
la generación de energía nuclear ordinaria está perdiendo su
competitividad frente a otras fuentes de energía debido al aumento
de los costos. El costo de la construcción de la planta de
reprocesamiento se estima ahora en 2,9 billones de yenes (27.130
millones de dólares), cuatro veces más que la estimación original.
Se prevé que la cantidad total que se desembolsará para el
proyecto, incluidos los costos de funcionamiento y de desguace, será
de casi 14 billones de yenes.
La
mayoría de las principales naciones industriales han renunciado a la
idea del reprocesamiento del combustible nuclear, no vale la pena.
Todos los demás países que siguen este camino, incluyendo China y
Rusia, son potencias nucleares. La mayoría de estos proyectos son
esfuerzos estratégicos financiados por el estado que no tienen en
cuenta los costos.
Pero
el reprocesamiento y los proyectos de reactores MOX en Japón son
negocios del sector privado. Los costos involucrados tienen que ser
pasados a los consumidores a través de facturas de electricidad más
altas.
No
se debe permitir que el gobierno y la industria continúen
esta política irrazonable de combustible nuclear a
expensas de los consumidores.
En
muchas otras partes del mundo, las fuentes de energía renovable
están ganando terreno rápidamente, erosionando la cuota de la
energía nuclear.
Además
de la fuerte disminución de los costos, el hecho de que la energía
solar y eólica sea una fuente de energía puramente "casera"
para cualquier país está acelerando la tendencia.
Si
Japón asigna realmente una alta prioridad política a la seguridad
energética, tendría mucho más sentido que ampliara las fuentes de
energía "puramente caseras" a que promoviera las
"semi-caseras".
Pero
el gobierno continúa apegándose a la política tradicional de
energía nuclear de la nación, poniendo un freno al crecimiento de
la producción de energía renovable.
Si
el gobierno decide frustrar el programa de reprocesamiento del combustible
nuclear, se enfrentará inmediatamente al difícil reto de decidir
cómo deshacerse del combustible nuclear gastado.
Pero
el proyecto no debe mantenerse vivo mediante una colusión
irresponsable entre el gobierno y la industria energética para
evitar abordar este desafío.
Los
líderes políticos deben tomar la difícil decisión lo antes
posible para poner a la nación en el camino hacia un nuevo futuro
energético.
Fuente:
EDITORIAL: Japan should end its nonsensical effort to recycle nuclear fuel, 14 mayo 2020, El Asahi Shimbun.
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