lunes, 18 de mayo de 2020

Cambio climático: ¿cuáles son los riesgos legales de no cuidar el planeta?

Nadie sabe cómo será el mundo el día después del COVID-19, pero parece crecer la tendencia hacia una mayor toma de conciencia. Análisis de los posibles escenarios jurídicos y financieros por no cuidar el planeta.

por Patricia Fernández Mainardi

¿Cómo sería el día después del COVID-19? ¿Cuáles serán las oportunidades?”. Con estas preguntas, comenzó su presentación sobre riesgo social, legal y financiero ligado al cambio climático el experto en finanzas verdes Rodolfo Tarraubella, principal orador del último webinar organizado por la Fundación Criteria y la Universidad del CEMA.

En esta ocasión, Mauricio Fernández Funes, director ejecutivo de la Fundación, compartió su fuerte creencia en que, con la colaboración de todos los actores, podremos salir de esta circunstancia tan compleja que plantea la pandemia. Sin embargo, también alertó sobre la importancia de no perder de vista el grave deterioro de nuestro planeta. “No debemos dejar que se muevan del tope de la agenda los problemas medioambientales”, advirtió.

Para Tarraubella, la mitigación del cambio climático ha ido ganando espacio en los reclamos colectivos hasta, finalmente, llegar a 2015. De acuerdo con el fundador de la iniciativa de desarrollo de bonos verdes y financiamiento climático en Argentina, ese año constituyó un momento bisagra: “En 2015, Laudato Si’ (la segunda encíclica del papa Francisco) se nos advirtió sobre el cuidado de la casa común en un alegato acerca de una acción mundial rápida y unificada para combatir la degradación ambiental y el cambio climático. Además, también se firmó la Agenda 2030, que dio lugar a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a la financiación de los flujos de fondo orientados a proyectos que cristalicen estas metas”. Como explica el experto en finanzas verdes, esos objetivos cambiaron la concepción del desarrollo sostenible, que ya no será más exclusivamente ambiental, sino que también tendrá una arista social. Los ODS buscarán desterrar el hambre y la pobreza del mundo, combatiendo la desigualdad y protegiendo el planeta.

Finalmente, sostiene, en diciembre de ese año, 195 países acordaron buscar la reducción de la temperatura de la Tierra y se abordaron temas vinculados a la mitigación, adaptación y resiliencia al cambio climático.

Dos años después de aquel hito, apareció en escena la joven activista Greta Thunberg, que, como describe Tarraubella, logró cuestionar a los líderes mundiales con “un grito de indignación, visceral e instintivo”. Según él, el pedido de Greta representó a la humanidad y a la ciencia, cuyas últimas investigaciones advertían sobre la necesidad de hacer algo con respecto al cambio climático, pero que no lograban generar el impacto necesario. “Ella marca la diferencia con su grito, que se escucha, y el de los científicos, que no logra tener eco. En su rostro, está la emoción de la indignación. Finalmente, el sujeto va a aprender cuándo hay emoción de la mano de la cognición”, concluyó.

Justicia climática”, el concepto del futuro

En el evento, Tarraubella adelantó una tendencia mundial: los juicios a las petroleras por su impacto ambiental. Además, según el, la llegada de las regulaciones socioambientales marcan “un direccionamiento de las finanzas, porque ya no se costearán proyectos que no sean sostenibles”. Además, explicó que se comenzará a ponerle un valor al servicio que “la naturaleza le da al hombre por su capacidad productiva”.

Se tuvieron que adoptar normas para uniformar a toda la banca sobre cómo hacer salvaguardas ambientales y sociales para poder equilibrar, y que se pueda prestar dinero del mismo modo, porque, si no, algunos le otorgaban ese préstamo a deforestadores, cobrándoles más tasas, y otros decidían no hacerlo por ser más éticos”, agregó.

Según él, la llegada de las regulaciones socioambientales marca un direccionamiento de las finanzas. Ya no se costearán proyectos que no sean sostenibles y, además, se comenzará a valorizar el servicio que la naturaleza le da al hombre en su capacidad productiva.

¿Por qué para Tarraubella es importante el antecedente de las tabacaleras? Según él, se trató de una industria absolutamente negacionista de los efectos que sus productos generaban en la salud de los consumidores. Hoy, deben acompañar los packagings de imágenes que le advierten al comprador lo que puede generar el consumo de cigarrillos. Entonces, cabe preguntarse, ¿puede ocurrir lo mismo con los negacionistas del cambio climático? De acuerdo con el experto, la clave es entender que existe un concepto nuevo, el de justicia climática. “Si, por excederme en mi consumo de combustibles fósiles o en mis emisiones de dióxido de carbono, mato a las generaciones venideras, ¿quién me va a juzgar cuando ellos mueran?”, cuestionó el experto al tiempo que explicó que el concepto tiene que ver también con el impacto del calentamiento global en los países menos desarrollados.

En noviembre, se dio a conocer el juicio a Exxon por el cambio climático, con un exfuncionario de Trump como testigo clave. Se le hará juicio a una petrolera por engañar a un consumidor y no decirle que estaba dañando el planeta cuando consumía”, reflexionó, al tiempo que advirtió que esta compañía no es la única de su tipo que tiene demandas en Estados Unidos.

Panorama post COVID-19

No somos seres racionales sino emocionales, y la emoción nos lleva a la acción. ¿Dónde actúa la experiencia comunitaria del coronavirus? Va a sumar nuevas historias a la de la humanidad. La comunidad se va a capacitar en nuevas habilidades y valores. Nos está pasando, estamos teniendo una vinculación digital y nuevas experiencias, como el temor”, describió Rodolfo Tarraubella en la última parte del encuentro.

En ese contexto, se refirió al panorama posterior al coronavirus planteado por el Instituto de las Naciones Unidas para la Capacitación y la Investigación. En opinión de esta organización, no existirá sustituto para la solidaridad y la cooperación. En ese sentido, recordó que estamos a la vanguardia de las catástrofes naturales para las que nos hemos estado preparando y que venimos discutiendo desde el inicio de la ONU. Además, la entidad advierte que volver a nuestra vida diaria y normal puede no ser lo que esperamos, ya que, al menos durante dos o tres años, vamos a estar acompañados por los cambios que provocó el virus.

Esta pandemia nos deja con la búsqueda comprometida de abordar la desigualdad, la pobreza y los conflictos sociales, cuestiones que veníamos desoyendo. Esperamos cambios políticos teniendo en cuenta los enfoques multidimensionales necesarios para abordar la situación global. Debemos aprender a adaptar nuestras actividades de capacitación y desarrollo, especialmente en aquellas poblaciones con acceso limitado a internet y a las tecnologías”, sostuvo Tarraubella, al tiempo que explicó que, para este Instituto de la ONU, la salud deberá ser transversal a la mayoría de los temas y a los ODS. En ese sentido, el experto subrayó la importancia de aprender de esta pandemia para construir identidades resilientes a nivel de gobierno local y nacional.

El día después, ¿a qué temas les va a prestar atención el ser humano? Para Tarraubella, el foco estará puesto en la sustentabilidad socioambiental -equidad, género y ecosistemas-, en la salud, en la cooperación, en las nuevas tecnologías y en la alimentación saludable.

Fuente:
Patricia Fernández Mainardi, Cambio climático: ¿cuáles son los riesgos legales de no cuidar el planeta?, 16 mayo 2020, Infobae. Consultado 18 mayo 2020.

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