Un
proyecto de la fundación Saving The Amazon (Salvando la Amazonía)
ha permitido proteger 60.000 hectáreas y beneficiar a casi un millar
de familias de una treintena de comunidades indígenas en Colombia
durante los últimos ocho años, según ha explicado en entrevista a
Efeverde la directora internacional de esta entidad, Carol Saavedra.
por
Mar Morales
La
plantación de especies nativas como el aguacatillo, el cedro o el
humarí por parte de “las comunidades locales en sus propios
territorios” mantiene así una economía sostenible a la vez que
permite paliar los efectos de la crisis climática con un modelo de
conservación que también contempla la “inclusión social”,
puesto que estos colectivos son beneficiarios de los recursos
recaudados “mediante la adquisición de árboles autóctonos por
parte de empresas o particulares”, añade Saavedra.
La
siembra y cuidado de los árboles incluye el seguimiento de cada uno
de ellos a través de la plataforma tecnológica Amazon Gear que
“permite geolocalizar cada ejemplar”, con lo que se “puede ver
dónde se ha plantado y comprobar su evolución con fotografías”
mediante una herramienta digital que certifica “el cuidado que se
le da desde su plantación hasta 36 meses después”.
Además,
cada planta es personalizada ya que “se marca con un nombre o
mensaje para bautizarla, empleando láminas biodegradables“, ha
precisado Saavedra.
Esta
acción permite a las firmas interesadas “llegar a adquirir sus
propios bosques“, lo que repercute provechosamente en ellas al
“convertirlas en empresas amigables por compensar su huella de
carbono”, además de “alcanzar beneficios tributarios y un
certificado de la fundación como testigo de la actividad”.
Beneficios
para comunidades indígenas
Para
los colectivos indígenas, el pago por plántula en vivero
comunitario de especies como la cumala, el arrayán o el barbasco, su
registro para aprovechamiento forestal y la construcción de
capacidades comunitarias figuran como rendimientos, además del “pago
por siembra y cuidado de cada árbol controlados, el proyecto
autosostenible con alianza de estudios de carbono forestal, la
continuidad durante al menos 30 años y la permanencia de ese
espécimen en la comunidad”.
Los
beneficios locales de estas poblaciones incluyen la ayuda a los más
necesitados ya que la fundación desarrolla su labor de forma
“multidimensional” incidiendo en aspectos como “el cuidado del
entorno, la salud, la educación y el desarrollo en general”.
Saavedra
ha insistido en que, además de recursos económicos o ecológicos,
este proyecto ofrece “bienestar y empoderamiento“ a las
comunidades de Santa Cruz, Trubón, Timbó o Tayazú, entre otras, ya
que está siendo desplegado “sin olvidar su identidad como
indígenas amazónicos a través de tradiciones y manifestaciones
culturales que hoy en día continúan vigentes” y que en parte se
desarrollan a través de los árboles plantados ahora y que “cuidarán
durante generaciones” ya que están en sus propios territorios.
A
pesar de la buena marcha de esta iniciativa, la directora de la
fundación ha advertido de las amenazas que sigue afrontando la
Amazonía, incluyendo “la deforestación, los cultivos ilícitos,
el empleo de espacio para fines industriales o el deterioro del
entorno”, que propician “la pérdida de biodiversidad y el
peligro de extinción para muchas especies”.
Otro
riesgo es la marcha de individuos de las comunidades indígenas hacia
las urbes, lo que “puede poner en peligro y diluir esta
conservación natural” además de las costumbres y tradiciones
locales.
Espandir
la iniciativa
Por
todo ello, Saavedra anima aspira a expandir este proyecto e incluir
también a otras zonas del planeta “para frenar el cambio
climático”, confiando en una creciente concienciación ambiental
sobre la necesidad de conservar la Naturaleza.
Así,
la ola de incendios que asoló los territorios amazónicos el año
pasado, recuerda, “sirvió para concienciar” y, de hecho, a raíz
de ellos “registramos un aumento de adopción de árboles, fue uno
de los mejores años de siembra para la fundación”.
Fuente:
Mar Morales, Una reforestación para salvar comunidades indígenas y paliar la crisis climática, 15 abril 2020, Efeverde.
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