GINEBRA,
22 abr 2020 (IPS) - La temperatura del planeta se eleva, los
glaciares se derriten y los desastres naturales acechan mientras
avanza el coronavirus, por lo que se requiere no solo aplanar la
curva de la covid-19 sino también la del cambio climático, destacó
la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La
pandemia “ha provocado una grave crisis económica y sanitaria de
alcance internacional, pero no hacer frente al cambio climático
puede poner en jaque el bienestar de las personas, los ecosistemas y
las economías durante siglos”, dijo el líder de la OMM, Petteri
Talas.
Con
motivo del Día de la Tierra, que se celebra desde hace 50 años cada
22 de abril, la OMM renovó sus alertas sobre los riesgos asociados
al calentamiento global, como el auge de enfermedades, la inseguridad
alimentaria y el retroceso de la economía.
También
los desastres naturales, como los ocasionados a comienzos de abril
por el paso del huracán Harold, categoría cinco, sobre las islas
del Pacífico sur. La covid-19 “no hizo sino aumentar las
dificultades para la evacuación de las personas afectadas”,
recordó Talas.
La
concentración en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2) es 26
por ciento mayor que la registrada en 1970, cuando se celebró por
primera vez la fecha de la Tierra, la temperatura promedio ha subido
0,86 grados centígrados desde entonces y está 1,1 grados por encima
del promedio de la era preindustrial.
Para
fines de 2020 las emisiones globales de carbono deben disminuir 7,6
por ciento y continuar disminuyendo en esa misma proporción cada año
durante la próxima década para que se logre mantener el
calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados a finales
de siglo, según especialistas de Naciones Unidas.
En
el año 2019 se registraron los valores más elevados de contenido
calorífico, de los que se tenga constancia, en los 700 metros
superiores del océano. El alza pone en peligro la vida marina y los
ecosistemas.
Las
olas de calor fueron el riesgo meteorológico más letal en el
período 2015–2019, ocasionaron récords de temperatura en muchos
países y estuvieron acompañadas de incendios forestales sin
precedentes en Europa, América del Norte, Australia, la selva
amazónica y las regiones árticas.
Las
lluvias intensas y las crecidas asociadas a ellas crean las
condiciones favorables para la aparición de brotes epidémicos. En
los países donde el cólera es endémico, 1300 millones de personas
están en riesgo de contraer la enfermedad. Solo en África unos 40
millones de personas viven en «puntos calientes» de esa dolencia.
El
aumento de las temperaturas socava el desarrollo. El Fondo Monetario
Internacional determinó que, para los países en desarrollo de
ingresos bajos y medios cuya temperatura media anual es de 25 grados
centígrados, una subida de la temperatura de un grado conlleva una
reducción del crecimiento de 1,2 por ciento.
Aunque
la covid-19 ha llevado a una reducción transitoria de seis por
ciento en las emisiones de gases de efecto invernadero, al cesar
actividades productivas y de transporte, no sustituye una acción
climática continuada, consideró la OMM.
La
actual pandemia “es una advertencia. Si hubiéramos avanzado más
en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y
el Acuerdo de París sobre el cambio climático, podríamos enfrentar
mejor este desafío”, dijo en su mensaje de este día el secretario
general de la ONU, António Guterres.
Talas
insistió en que “se debe actuar con decisión para proteger al
planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial del
cambio climático”.
Como
se espera un repunte de la economía después de la recesión general
causada por la pandemia, la OMM demandó que “el gasto de dinero en
la recuperación debe ir acompañado de la creación de nuevos
trabajos y empresas mediante una transición limpia y ecológica.
Empleos verdes y crecimiento sostenible”.
La
“artillería fiscal” o estímulos financieros desde los Estados
“debe impulsar el paso de la economía gris a la verde, y aumentar
la resiliencia de las sociedades”.
Los
riesgos y oportunidades climáticos tienen que incorporarse al
sistema financiero, así como a la formulación de políticas
públicas, y a las infraestructuras. Los fondos públicos deben fluir
hacia sectores y proyectos sostenibles que ayuden al medio ambiente y
al clima, concluyó postulando la organización.
A-E:
HM
Fuentes:
La curva del cambio climático también debe aplanarse, 22 abril 2020, Inter Press Service.
La obra de arte que ilustra esta entrada es una pintura del artista venezolano César Rengifo, representa a un grupo de personas que huyen de una inundación. La obra se encuentra en el Rectorado de la Universidad de Los Andes.
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