miércoles, 29 de abril de 2020

Inundación y palabras nefastas


Hasta el día de hoy, los santafesinos se indignan al recordar lo que dijeron el intendente y el gobernador cuando la ciudad sufrió su peor inundación.

por Julio César Martini

La historia de lo acontecido en Santa Fe durante la inundación de 2003 es muy conocida. El río Salado venció las precarias defensas del oeste de la ciudad y el agua arrasó, sin piedad, gran parte de esta. En ese triste contexto, hubo frases de los -en aquel entonces- intendente y gobernador que quedaron en el recuerdo. No por ser graciosas ni esperanzadoras, sino por lo nefasto. En ese sentido, el pueblo santafesino tuvo memoria y, si bien no fueron juzgados institucionalmente, sí sufrieron la condena social de toda la gente.

Quédense tranquilos

La intendencia de Marcelo Álvarez se extendió entre 1999 y 2003. No tuvo una gestión especialmente mala, hasta el momento de la inundación. Sí se trataba del último de una larga seguidilla de intendentes peronistas (desde la dictadura hasta ese entonces, eran la única fuerza política que gobernó la ciudad) y eran cada vez más quienes bregaban por un cambio.

Todo lo bueno que Álvarez pueda haber hecho en su Gobierno se vino a pique cuando decidió hablar en los micrófonos de los medios locales aquella mañana del 29 de abril. La rotura en el terraplén ya se había producido y no paraba de llover. Los vecinos estaban, lógicamente, muy preocupados porque sentían que se venía el agua. Literalmente. El intendente no tuvo mejor idea que declarar lo siguiente: “Al vecino que habla de la zona sur, le digo que no tenemos problemas en la casabomba 1. Todo el barrio Centenario, la villa del Centenario, Chalet, San Lorenzo, El Arenal, no va tener ningún tipo de inconveniente. El suroeste de la ciudad no va a tener problemas”. Le dijo a toda esa gente que se quede tranquila, que no se iba a inundar. Pocas horas después, se inundaron. La mayor cantidad de muertos por el paso del río se registró en esas zonas.

El 9 de abril de 2018, Álvarez falleció, producto de un severo infarto.

A mí nadie me avisó

Al momento de la inundación, Carlos Reutemann se encontraba finalizando su segundo mandato como gobernador. Cuando el agua ya arrasaba los barrios santafesinos, él mismo se acercó hasta una escuela de Barrio Roma a ayudar a la gente a colocar bolsas de arena en portones. Trabajo que fue vano, ante el caudal que llegaba. Apurado por los periodistas, el exmandatario tiró “a mí nadie me avisó que esto podía suceder”.

Poco tiempo después, todos nos enteramos de que, en realidad, el problema no fue tanto que las defensas cedieron, sino que un tramo de más de 200 metros de estas nunca había sido concluido.

Respecto a estar enterado o no, trascendió que la Universidad Nacional del Litoral, hacía tiempo, había presentado un proyecto, producto de serios trabajos de investigación, anunciando que esta tragedia podía ocurrir.

Con múltiples causas abiertas, al día de hoy, Reutemann no tiene condenas como responsable de lo que le pasó a Santa Fe en 2003.

Fuente:
Julio César Martini, Inundación y palabras nefastas, 29 abril 2020, Ser Argentino. Consultado 29 abril 2020.

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