El
agua escasea en los barrios bajos de Delhi. Lavarse las manos y
mantener la distancia es un lujo que no todos pueden permitirse. Se
teme que los suburbios sufran nuevos cortes de agua por el
confinamiento.
por
Catherine Davison
No
es fácil conseguir agua en los barrios bajos de Delhi. Desde que la
India impuso un confinamiento en todo el país para contener la
propagación del coronavirus, algunas personas no tienen ningún tipo
de acceso a agua.
"Siempre
hemos tenido problemas para conseguir agua", cuenta Mohan Singh
Patwal, que vive en Sangam Vihar, el mayor barrio marginal no
autorizado de Delhi con más de un millón de habitantes. "Pero
desde el confinamiento, la mayoría de los camiones cisterna privados
se niegan a venir y cuando lo hacen, se quedan rápidamente sin agua
porque toda la localidad está sufriendo escasez".
Al
ser un asentamiento informal no reconocido oficialmente por el
Gobierno, Sangam Vihar no tiene derecho a agua corriente pública. El
Gobierno envía camiones cisterna a la zona, pero generalmente no
llegan a satisfacer la demanda, dejando a los proveedores privados
cubrir el vacío.
Patwal
explica que no ha podido obtener más agua desde que se decretó el confinamiento a finales de marzo. Está racionando el agua que aún
tiene almacenada en un tanque de su casa. Puede permitirse comprar
agua embotellada para beber, pero esta posibilidad es imposible para
la población más pobre.
Como
muchos en Sangam Vihar, Patwal depende de los camiones cisterna
privados para lavar y cocinar. Conocidos localmente como la "mafia
del agua", bombean agua de pozos ilegales y la venden a los
residentes de los barrios bajos.
El
86 por ciento de los hogares de los barrios marginales de la capital
india no tienen conexión a la red pública de agua, como muestran
los datos más recientes recogidos para el año 2012. En su lugar,
estas personas dependen de los vehículos cisterna.
Muchas
familias temen que las entregas de las empresas privadas de camiones
cisterna puedan suspenderse por completo durante el confinamiento.
Los controles de carretera de la policía impiden el tránsito a
quienes no pueden presentar un permiso especial del Gobierno. Un
conductor de un camión cisterna, que trabaja para una empresa
privada, declaró a DW que tanto él como sus colegas temen salir de
casa desde que se decretó el confinamiento.
"No
quiero violar las normas", dice el hombre, que quiere permanecer
en el anonimato debido a la naturaleza ilegal de su trabajo. "No
podré entregar agua hasta que se levante el toque de queda".
El
virus muestra aún más la desigualdad del agua
Los
expertos aconsejan lavarse bien las manos con agua y jabón como
primera línea de defensa para contener el virus. Pero un informe de
WaterAid India estima que uno de cada ocho indios no tiene una fuente
de agua limpia cerca de su casa. Esta situación podría acelerar el
avance de los contagios, según la ONG.
Las
personas que tienen pocos recursos hídricos utilizan el agua, sobre
todo, "para beber y cocinar", cuenta Shalini Chaturvedi,
directora de programas de WaterAid India. "Lavarse las manos no
es una prioridad". Chaturvedi exige que las autoridades
"garanticen que los barrios bajos sigan recibiendo agua de los
camiones cisterna".
"Debido
a que es una situación de crisis, el Gobierno puede no dar prioridad
al suministro de agua por medio de camiones cisterna, sino que puede
centrarse en otras medidas de emergencia", dice a DW.
La
autoridad de aguas de la ciudad, la Junta de Delhi Jal, convocó una
reunión de emergencia el 25 de marzo para garantizar el suministro
de agua a las comunidades más vulnerables con mediante los servicios
estatales, incluso cuando se agrave la crisis. Sin embargo,
residentes como Patwal, que ya se enfrentaban a la escasez, todavía
se quejan de que no tienen acceso a suficiente agua.
En
el momento de la publicación de este artículo, ni el Gobierno de
Delhi ni la autoridad local competente del agua han respondido a una
solicitud de comentarios por parte de DW.
Los
altos precios del agua
Quienes
obtienen agua de las empresas privadas de camiones cisterna, no solo
se enfrentan al problema del acceso básico al agua. El precio del
agua también es un problema. Dev Vati, una abuela que también vive
en Sangam Vihar, ha tenido que encontrar un proveedor alternativo ya
que el camión cisterna que normalmente le abastecía ha dejado de
operar.
Le
preocupa que los precios del agua puedan aumentar, como es habitual
en los meses de verano.
Durante
el invierno paga unas 500 rupias a la semana, el equivalente a unos
seis euros por 2.000 litros de agua. Con esa cantidad puede mantener
a su familia de ocho personas durante una semana. En verano, sin
embargo, los precios se disparan debido a la escasez de agua. Vati se
ve obligada a gastar aproximadamente el doble, o el 20 por ciento de
los ingresos totales de su hogar. El ingreso promedio per cápitia en
los barrios bajos de Dehli es de alrededor de 1700 rupias o 20 euros
al mes.
Durante
la campaña electoral reciente, el Gobierno prometió que cada hogar
en Delhi recibiría 700 litros de agua gratis a la semana. Esto
también debería aplicarse a los barrios marginales ilegales. De
este modo, una tubería de agua debería llegar hasta el bloque donde
viven Vati y Patwal.
Pero
debido al confinamiento total del país, la prometida conexión a la
red de agua se retrasará durante meses. Y, sin embargo, sería
particularmente necesaria ahora mismo para contener el virus.
"Nadie
quiere enviar agua aquí", dice Vati. "Llevo años
esperando, pero el agua aún no ha llegado", lamenta.
El
distanciamiento social es un lujo
Mientras
tanto, la autoridad del agua de la ciudad ha estado publicando fotos
y videos por Twitter mostrando a los proveedores de cisternas del
Gobierno manteniendo cierta distancia cuando distribuyen agua con los
camiones.
En
los barrios marginales densamente poblados de Delhi, donde vive más
de un tercio de la población de la capital india, el distanciamiento
social es algo difícil de lograr. Esto es especialmente complicado
en los puntos de recogida de agua, donde las mujeres con coloridos
saris se pelean por los limitados suministros de agua.
En
otros barrios bajos de Delhi, la gente se enfrenta mejor a la nueva
situación. Por ejemplo, en Harijan Basti, donde hace unos años se
logró obtener agua corriente. Como barrio marginal autorizado, los
residentes tienen derecho a agua pública, por lo que el Gobierno les
permitió construir una red de agua a partir de una fuga en una
tubería oficial cercana. Con la ayuda de WaterAid y FORCE, una ONG
local, hace dos años terminaron la construcción y cada hogar tiene
ahora su propio grifo.
Ram
Rati forma parte de una cooperativa de mujeres que fue entrenada por
estas organizaciones para garantizar el mantenimiento de las tuberías
y la calidad del agua, que se comprueba regularmente utilizando
equipos de campo.
"El
agua es mi trabajo, mi deber. El agua es la vida", dice.
Las
mujeres cobran cuotas de mantenimiento de cada hogar para pagar las
reparaciones que puedan ser necesarias. Según Shalini Chaturvedi, a
diferencia de Sangam Vihar, este sistema no es susceptible de generar
beneficios y de ser explotado porque la tubería es un recurso
gestionado por la comunidad.
Durante
el brote de la pandemia de la COVID-19, el acceso a agua limpia y
barata de su propio grifo ha demostrado ser particularmente
importante para los residentes del barrio.
Rati
se siente más segura gracias a las tuberías de agua: "nos
permite mantener las distancias entre nosotros para ayudar a prevenir
la propagación de la enfermedad. Ya no tenemos que hacer cola y
podemos evitar las grandes multitudes". (ar/few)
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Fuente:
Catherine Davison, Coronavirus: peligra suministro de agua en los suburbios de Delhi por el confinamiento, 15 abril 2020, Deutsche Welle. Consultado 16 abril 2020.
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