lunes, 2 de marzo de 2020

Sin cloacas, Los Molinos va camino a ser otro San Roque

Una especialista que trabaja en el monitoreo del lago insiste en que el deterioro de la calidad del agua avanza. El crecimiento de la población en la cuenca, sin obras de saneamiento, acelera el proceso. Cómo no repetir la realidad de Punilla.

por Carina Mongi

Ya tenemos la experiencia del dique San Roque. Sería lamentable que ocurriera lo mismo con Los Molinos”, advirtió Raquel Bazán, ingeniera química e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba. Desde hace años, participa del equipo que monitorea el lago Los Molinos, compartido entre los valles de Calamuchita y de Paravachasca.

Es de las profesionales que más conocen la evolución de ese embalse y una de las que anticiparon, 13 años atrás, que, si no se tomaban medidas correctivas, sus aguas llegarían a un estado similar al del ya muy deteriorado dique de Punilla.

En las últimas semanas se sumó la inquietud por la situación del Río del Medio, uno de los cuatro tributarios de Los Molinos. Fue luego de que se denunció el volcamiento a su cauce de líquidos cloacales de la planta de tratamiento de La Cumbrecita.

Bazán aclaró a La Voz que no tienen mediciones del impacto de esa descarga puntual. Pero apuntó que el Río del Medio es uno más de los afluentes y uno de los tantos factores que contribuyen al estado de deterioro de Los Molinos.

El embalse está unos 35 kilómetros aguas abajo desde La Cumbrecita, no podemos hablar específicamente del impacto porque no lo medimos en el lago, pero sí podemos decir que se suma a otras fuentes de aporte de nutrientes y de microorganismos”, destacó.

Múltiples factores

A diferencia de otros lagos en los que se pueden identificar puntos específicos de descarga cloacal o de otros impactos, Los Molinos recibe lo que se denomina una “contaminación difusa”, es decir, desde múltiples puntos: muchas casas y pueblos sin cloacas, plantas de tratamiento en mal funcionamiento, pozos absorbentes y sangrías, más la producción agropecuaria en su cuenca, las cenizas de incendios y la erosión.

Para la especialista, es tan problemática una planta de cloacas en mal funcionamiento como su inexistencia. En realidad, La Cumbrecita es la única localidad en su cuenca que tiene planta cloacal. El tema es que, si no funciona bien, agrega impacto.

Bazán marcó el notorio avance en los últimos años de la urbanización sobre la costa del lago (desarrollos inmobiliarios y casas particulares), que provocó que desapareciera la “zona buffer”, una barrera vegetal que actúa como retención de impactos. “En algunos países, esa zona se extiende hasta 400 metros desde el perilago; acá, hay casos en que los jardines de las casas están a metros del embalse”, marcó.

Potrero de Garay, una de las localidades que registraron esa explosión demográfica y turística, pasó de 135 habitantes en el censo de 1991 a mil en el de 2010, y se estima que rozaría los cinco mil hoy con los habitantes temporarios.

El crecimiento exponencial de las localidades ligadas al lago, sin un adecuado tratamiento de efluentes, lo está afectando, marcó.

Como en el San Roque, las cloacas no tratadas explican la mayor parte del fenómeno de proliferación de algas que deterioran la calidad del agua.

Algas verdes

Una de las secuelas del proceso de eutrofización (deterioro ambiental) es que las aguas se tiñen de verde con picos de proliferación de cianobacterias (algas) que se desarrollan por exceso de nutrientes, y se acentúan ante temperaturas elevadas.

Las cianobacterias se dispararon de modo alarmante en noviembre de 2017 y, en menor medida, en algunos meses de 2018. El fenómeno volvió a manifestarse con énfasis este febrero. “Estamos investigando las causas de aparición y desaparición”, agregó.

Luego del pico de 2017, se volvió a intensificar la frecuencia de muestreos, que se repiten una vez por mes. La tarea es conjunta entre técnicos de Recursos Hídricos de la Provincia, de la UNC y de la empresa Aguas Cordobesas.

Los Molinos es la fuente de abastecimiento de agua potable para el 30 por ciento de la ciudad de Córdoba y para comunas ubicadas en sus costas, como Potrero de Garay.

Para la especialista, si las medidas correctivas no se aceleran, ya corre la cuenta regresiva para que Los Molinos sea el espejo del San Roque. Pero distinguió que “se está a tiempo de revertirlo con las acciones adecuadas”.

El reclamo de las instituciones

Solicitaron urgentes acciones de saneamiento ambiental.

Unas 40 personas que representan a distintas asociaciones intermedias del norte del Valle de Calamuchita se reunieron días atrás para analizar la situación del lago Los Molinos y de sus ríos afluentes.

Julia Lund Petersen, secretaria del Foro de los Ríos, que nuclea a varias instituciones de la zona, señaló que “en general se coincidió en que los gobiernos locales y el provincial han hecho poco o nada por el saneamiento de los ríos y del lago, en que la situación está mal y en que sin reacciones va para peor”.

Los desagües cloacales sin tratamiento o que funcionan de modo deficiente, el crecimiento urbano sin control, la deforestación y el pastoreo intensivo en las sierras fueron señalados como los principales focos de impacto en las aguas.

Fuente:
Carina Mongi, Sin cloacas, Los Molinos va camino a ser otro San Roque, 1 marzo 2020, La Voz del Interior. Consultado 2 marzo 2020.

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