Se
estrena este viernes en Japón la película “Fukushima 50”, de
Setsuro Wakamatsu, que se enfoca en los liquidadores que lucharon
para mitigar las consecuencias del accidente en la central nuclear de
Fukushima, el 11 de marzo de 2011.
Basada
en un libro de no ficción de Ryusho Kadota que compiló más de 90
entrevistas, desde los directivos de la central hasta el ex primer
ministro Naoto Kan.
Quizás
por motivos de privacidad, los trabajadores de la sala de control de
la central son casi todos personajes ficticios. Solo Masao Yoshida
(Ken Watanabe), el superintendente del sitio, recibe el nombre de una
persona real. Yoshida se convirtió en la cara visible para los
medios locales y extranjeros, falleció de cáncer en 2013.
La
decisión clave de Yoshida fue desafiar las órdenes de la compañía
de dejar de enfriar los reactores dañados con agua de mar. Sus jefes
de Tokyo Electric Power Company (Tepco) estaban preocupados de que el
agua de mar arruinara los reactores sin posibilidad de reparación.
Yoshida sabía que no tenía alternativa, sin refrigeración los reactores podrían haber emitido suficiente radiación hasta dejar inhabitable el centro del país, incluido Tokio.
Yoshida sabía que no tenía alternativa, sin refrigeración los reactores podrían haber emitido suficiente radiación hasta dejar inhabitable el centro del país, incluido Tokio.
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