El
territorio pampeano cuenta hoy con 5.099.091 hectáreas de bosques
nativos y montes naturales vírgenes, lo que implica un 16,7 % del
total del país. Esto se debe a que en territorio pampeano, el
desmonte se realizó con menor fuerza que en otras provincias.
por
Juan José Reyes
Según
la última actualización realizada por la Dirección de Bosques de
la Nación denominado «Superficie y Cartografía de Bosque Nativo de
Argentina» La Pampa se constituyó en el cuarto distrito del país
con menor cantidad de superficie forestada perdida en los últimos
100 años, tomando para ello los bosques nativos y montes naturales.
Nuestra provincia cuenta hoy con 5.099.091 hectáreas vírgenes, 16,7
% del país. Un estudio científico reveló que en ese período la
tasa de deforestación aquí apenas trepó al 19 % de las hectáreas
de bosques y montes desmontadas relevadas través de imágenes
satelitales (Landsat 7 ETM) y en Argentina llegó al 45 %.
Los
resultados obtenidos a partir de dicha actualización permitieron
obtener nuevos datos de superficies (hectáreas) de tierras
forestales, bosques rurales, otras tierras forestales además de
conocer la pérdida de superficie boscosa (deforestación) como así
el nivel de fragmentación en todo el país.
Los
bosques nativos de Argentina en 1919 trepaban a 106 millones de
hectáreas y en la actualidad solamente hay 30.533.479 hectáreas,
significando una pérdida de superficie boscosa del 30 %. Bajo esa
peligrosa tendencia La Pampa es la cuarta provincia con menor tasa de
deforestación después de Neuquen, Río Negro y Santa Cruz que
tienen tasa de deforestación negativa, es decir aumentaron sus
bosques nativos.
Bosques
y montes
Un
siglo atrás La Pampa contaba con 1,19 millones de hectáreas de
106,2 millones de la Argentina con el apenas 1,8 % de participación.
En 1956 le superficie forestada aquí se había multiplicado por tres
cuando Nación había perdido casi la mitad de los bosques. Por esa
época La Pampa ya detentaba el 14,34 % del país (8,5 millones acá
versus 59,24 millones del país). De 1987 a 2019 el proceso de
desmonte empezó a caer y llegó a los 5,01 millones de hectáreas
vírgenes, el 16,7 % del país. Ya los relevamientos de hace una
década otorgaban a la provincia 4,7 millones de hectáreas sobre un
total país de 33,19 millones, es decir un 14,2 % del total.
La
superficie del bosque nativo y montes naturales en la provincia ha
disminuido poco. El desmonte se debe a la expansión de la frontera
agropecuaria con la aparición de los transgénicos (soja y maíz) y
también a los incendios. Hoy la superficie ocupada por el bosque de
caldén es de 2.870.000 ha, con una superficie de aprovechamiento de
750.000 hectáreas.
La
media anual de deforestación es de unas 2.680 hectáreas con una
mediana de degradación (alteración más o menos intensa de los
parámetros estructurales de los bosques nativos) de 300.000
hectáreas. La excesiva extracción del siglo pasado produjo
deterioros incalculables en la calidad del caldenar más que una
reducción de superficie boscosa. La escasa extracción actual de
rollizos permite la lenta restauración de los bosques.
Si
bien hay políticas tendientes a restituir al caldenar la importancia
económica que tuvo, sólo se orienta hacia un manejo silvopastoril
que considera la producción de madera de buena calidad como un
objetivo compatible con la función protectora y forrajera del
bosque. El 70 % está cubierta por vegetación natural y el 30 %
restante es un área incorporada a los cultivos (anuales y perennes).
La vegetación se puede clasificar en 4 grandes tipos fisonómicos:
Bosque abierto caducifolio de caldén, el pastizal natural, el
arbustal y el matorral.
Acá
millones de hectáreas año fueron arrasadas por los incendios (más
del 75% responsabilidad del hombre), y después, el viento y la
sequía volaron suelos desprotegidos. Según la revista «Caras y
Caretas» de 1906, 140 vagones cargados de leña de caldén
(1.400.000 kilogramos) partían todas las semanas desde Toay, Santa
Rosa, Rancul y otras localidades ferrocarrileras. Durante ese
período, que se conoce como el de la «Primera Gran Hachada» debido
al ingente consumo de leña.
Leyes
protectoras
El
18 de mayo del año 2000 La Pampa adhirió a la Ley Nacional N°
25.080 (ley provincial 1.883), denominada «Ley de Inversiones para
Bosques Cultivados», que instituye un régimen de promoción de las
inversiones que se efectúen en nuevos emprendimientos forestales y
en la ampliación de los bosques existentes.
Gracias
a esta Ley todos los emprendimientos comprendidos en el presente
régimen gozan de estabilidad fiscal por el término de treinta años,
previo informe anual de la autoridad de aplicación, contados a
partir de la fecha de aprobación del proyecto respectivo. Ahora se
sabe cuántas hectáreas sobreviven en el país: son poco más de 30
millones de bosques nativos junto a otros 60 millones de hectáreas
de tierras forestales (las que contienen bosquecitos aislados).
En
1914 había 106 millones de hectáreas, es decir que se perdieron 73
millones de hectáreas con bosques nativos, por el avance de
actividades agrícolas y ganaderas, la deforestación y los
incendios.
Una
ley nacional en 1948 preveía que un organismo público debía
ponerse a recopilar datos sobre superficie de bosques del país. No
hace mucho recién se culminó el inventario de bosques nativos y
montes naturales financiado por el Banco Mundial. El relevamiento fue
realizado mediante imágenes del Consorcio Argentino-Canadiense, por
el satélite Landsat 7. El área mejor conservada son los bosques
andinos y patagónicos. Esto se debe en parte a que en esa región
hay áreas protegidas. Se encuentran en el oeste de la provincia del
Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del
Fuego.
Normas
propias
Según
datos obtenidos en la UNLPam, los procesos naturales y antrópicos
como grandes sequías estacionarias, incendios forestales, malos
apotreramientos y manejo inadecuado (sobrepastoreo), producen
desbalances en el equilibrio de bosques nativos y pastizales, que
favorecen el crecimiento de especies leñosas (arbustización) y
gramíneas no forrajeras, modificándose el estrato
graminoso-herbáceo. La Ley 2.624, conocida como Ley Provincial de
Bosques, es una norma que protege y regula las actividades en las
áreas de bosques.
Se
sancionó en el 2011 en la Legislatura es de cumplimiento efectivo y
comprende predios y campos con extensiones de bosques susceptibles de
realizar planes de conservación y/o manejo sostenible. El
Ordenamiento Territorial de los Bosques fija distintos niveles de
conservación (en concordancia Ley 26.331). A través de distintas
categorías, protege los bosques de alto valor de conservación y
permite actividades humanas, dentro de criterios de sostenibilidad,
en aquellos sectores donde no se afecte el ecosistema.
Cuando
se declaró de interés provincial, la restauración, conservación,
aprovechamiento, manejo sostenible, la forestación, la reforestación
de los bosques pampeanos, y de los servicios ambientales pocos creían
que algo nuevo iba a pasar. En 9 años de su creación ya hay
recuperado un millón de hectáreas de bosques nativos y montes
naturales y se siguen recuperando bosques y montes naturales. Todo un
logro comparado con la situación actual del país.
Su
aplicación aprobó planes de conservación y/o manejo sostenible de
profesionales agronómicos junto a propietarios, usufructuarios,
arrendatarios y ocupantes de predios. Siguen vigentes las consultas o
audiencias públicas para todos los Planes de Conservación y Planes
de Manejo Sostenible y su incumplimiento está sujeto a sanciones. Lo
concreto es que La Pampa tiene el 16,7 % de los bosques nativos y
montes naturales de Argentina, con la cuarta tasa de deforestación
más baja. Sin dudas todo un logro.
Fuente:
Juan José Reyes, La Pampa tiene la cuarta tasa de deforestación más baja del país, 29 febrero 2020, La Arena. Consultado 2 marzo 2020.
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