Conversamos
con Nicole Becker (19) de Jóvenes por el Clima, Magalí Rabassa (18)
de Fridays for Future y Verónica Jacquet (22) de Rebelión contra la
Extinción, quienes nos cuentan cómo vivieron el año de las huelgas
climáticas, cómo despertaron a la militancia y qué nos depara el
movimiento para este 2020.
por
Roberto Andrés
El
año 2019 marcó un punto de inflexión en la lucha contra la crisis
del clima. Miles de científicos en el mundo declararon a nuestro
planeta en emergencia climática, una situación crítica de peligro
evidente para la vida en él, mientras que millones de jóvenes se
movilizaron para denunciar a las grandes corporaciones y exigirles a
los gobiernos medidas urgentes y radicales para evitar la catástrofe
ecológica que se avecina.
La
aparición de un nuevo fenómeno juvenil a nivel internacional no
excluyó a la Argentina, quien también dio lugar a las cuatro
huelgas mundiales por el clima (las “climate strikes”), mientras
que nuevos movimientos como Fridays for Future (Viernes por el
Futuro) o Extinction Rebellion (Rebelión contra la Extinción),
arribaron al país junto a expresiones nativas, tales como Jóvenes
por el Clima.
Desde
La Izquierda Diario decidimos sentarnos a conversar con tres miembros
de este nuevo movimiento: Nicole Becker (19 años) de Jóvenes por el
Clima, Magalí Rabassa (18 años) de Fridays for Future y Verónica
Jacquet (22 años) de Rebelión contra la Extinción, quienes nos
cuentan cómo vivieron el año de las huelgas climáticas, cómo
despertaron a la militancia y qué nos depara el movimiento para este
2020.
A
nivel general, da la impresión de que el movimiento juvenil
climático que surge en 2019 es un movimiento de presión, en el
sentido que se denuncia un hecho y se exige a los gobiernos que tomen
medidas. Y que esto se combina con distintas sensibilidades, una que
es la de la batalla cultural, en el sentido de cuestionar los hábitos
y la conducta, otra sensibilidad que es más “antipolítica”, de
escepticismo de los partidos y gobiernos, y una tercera sensibilidad
más ligada al cabildeo, es decir, de visitar los despachos de los
diputados para exigir que se apruebe tal ley. ¿Es así?
Verónica
(XR): Desde Rebelión contra la Extinción creemos que si bien la
lucha es cultural ya no tenemos tiempo para que eso se dé. Es tan
poco el tiempo que nos dio la ciencia, como el IPCC que dice que
tenemos solo 10 años para evitar el punto de no retorno (de la
crisis climatica), que ya no nos queda otra alternativa que el cambio
sea sistémico, y sistémico sobrepasa a todos los partidos
políticos, es hasta global. Los hábitos y acciones sustentables
individuales quedan muy chicas en el tan corto plazo que tenemos. Por
eso, si bien exigimos el reconocimiento de la emergencia climática y
ecológica, no somos muy partidarios de las leyes porque ya de por sí
las leyes no nos defienden. Tenemos el artículo 41 de la
Constitución argentina sobre el derecho a un ambiente sano y enumera
básicamente todo lo que se está violando.
Nicole
(JOCA): El año pasado impactaron mucho los movimientos juveniles que
surgieron. No es casualidad que surjamos todos más o menos al mismo
tiempo, tiene que ver con esto de resignificar un poco esto de lo
“apolítico”. “Apolítico” es un término que está mal
usado. “Política” no es un partido político, es querer
transformar la realidad. Para mí, aunque digan que son “apolíticos”,
están haciendo política, y eso está buenísimo, no hay que tenerle
miedo a la palabra política. Creo que empezamos a romper con esa
lógica de que lo ambiental recae en las acciones individuales, que
termina siendo hasta favorable para el propio Estado que dice “vos
tenés que reciclar”, pero no todos tienen la capacidad de reciclar
ni la posibilidad de ser veganos, ni hay tiempo para hacerlo. Si bien
es fundamental replantearnos nuestras formas de consumo y producción,
creo que lo que impactó tanto el año pasado fue empezar a tener
este discurso de que no se trata de solo acciones individuales, el
ecologismo no es solo reciclar ni adjudicarle la responsabilidad a la
ciudadanía, sino también a quienes tienen la mayor toma de
decisiones y el mayor liderazgo. En ese sentido creo que de todos los
movimientos ambientales ninguno te va a decir que es apolítico, en
general. Cambiaron mucho su discurso, porque entendieron que esa no
era la forma de impactar más, sino que eso se hace con la
movilización, que es un hecho político en sí, o con la incidencia
política. Creo que ese discurso cambió mucho.
¿Entonces
ustedes creen que en Argentina el movimiento cambió mucho con
respecto a comienzos del año pasado?
Magalí
(FFF): Sí. Aparte, hoy tiene mucha más visibilidad siendo que antes
ni se tocaba. Y hoy se plantean cosas que de a poco se van viendo. Si
bien también es un cambio cultural también tiene que ser un cambio
sistémico. No porque comience a ser una cosa deja de ser la otra.
Un
triunfo del movimiento juvenil climático fue la aprobación de la
ley de cambio climático en diciembre, que fue incluida en un paquete
de leyes…
Nicole
(JOCA): Esa fue una estrategia. No es que estábamos de brazos
cruzados esperando a que la ley se votara. Hasta último momento
temíamos que no pasara. Yo llamaba a todos los bloques para que se
votara. En un momento ya me cortaban. Creo que lo importante de la
aprobación de la ley de cambio climático es que el ambientalismo
rompió la grieta un poco, que logramos que el PRO, el Frente de
Todos y la izquierda aprobaran la ley, aunque no tuviesen acuerdo con
algunas cosas. Eso fue porque fuimos despacho por despacho a decir
“mirá, tengo 18 años, me importa esta ley y quiero que hagas algo
contra la crisis climática porque sos quien nos representa”, etc.
Un lobby “emocional”, le digo yo. Y se aprobó por eso.
¿Y
las movilizaciones?
Nicole
(JOCA): Sin las movilizaciones no sale. Estamos de acuerdo en que lo
más importante son las movilizaciones. La incidencia política
complementa las movilizaciones, pero si la gente no sale a la calle
no lográs lo otro.
En
la semana de acción climática de septiembre se movilizaron más de
siete millones de personas en el mundo, en Chile llegaron a ser cien
mil, pero acá en Argentina fueron unos 15.000 más o menos. Como que
costó mucho más. ¿Hubo factores que jugaron en contra como el año
de campaña electoral, en donde todos descansan en que las elecciones
resuelven los problemas? ¿O está muy atrasado el debate en
Argentina?
Nicole
(JOCA): Yo creo que lo que más pasa es que la agenda que lleva a un
grupo a las movilizaciones, por ejemplo, los estudiantes con sus
centros, todavía no es que van… O sea, si hay una marcha feminista
se lo replantean y dicen “bueno, vamos”, y van un montón. En
cambio, en estas todavía se estaba gestando la discusión, entonces
CTEP por ejemplo no llevaba a todos sus trabajadores, y nosotros
recién ahora estamos involucrados con CTEP, y a partir de ahí,
bueno, ellos también van a ir a las movilizaciones. Creo que lo
faltó fueron alianzas a nivel de organizaciones que no sean
ambientales.
Como
es un movimiento juvenil en donde los secundarios son los más
protagonistas, incluso la propia Greta es secundaria, ¿faltó algo
con respecto a los centros de estudiantes? ¿Hubo voluntad? ¿Se vio
tarde?
Nicole
(JOCA): Para el 15 de marzo estábamos locos, éramos dos gatos
locos. No estaba instalado el tema. Creo que este año va a cambiar
eso. El año pasado como que aún era una lucha “elitista”, y
nuestro objetivo era romper un poco con eso y empezar a hacer un
ecologismo más popular, para llegar a todos esos sectores y así
involucrar a los centros de estudiantes.
Victoria
(XR): Yo creo que toda alianza es bienvenida, y desde la juventud se
tiene que apoyar un montón. Es una cuestión de educación y
conocimiento, como que todavía pasa con las que estamos involucradas
tuvimos un historial de curiosidad por lo que estaba pasando. Un día
te despertás, prendés la tele y te encontrás con que estamos en
emergencia climática y ecológica. Hay un interés interno y un
esfuerzo previo a lo que es manifestarse que uno tiene que investigar
y entender por qué uno se está manifestando. No es tan directo. No
estamos sufriendo la emergencia climática y ecológica como alguien
en un pueblo originario. No es como luchar por un salario que te está
afectando tan directamente. Creo que pasa por ahí. No está todavía
el discurso frente a nuestros ojos tan directamente como para decir
“bueno, esto hay que apoyarlo, hay que ir”. Es lamentable, pero
creo que es una cuestión de tiempo.
Nicole
(JOCA): Creo que también si peleás por una ley de educación
ambiental los centros de estudiantes van a ir a bancar eso porque es
una reivindicación que los toca directamente. Creo que tiene que ver
con eso también.
Uno
de los señalamientos más importantes de los especialistas sobre
crisis ambientales es que los desastres ecológicos son irreversibles
y solo son evidentes cuando ya es demasiado tarde. Eso como que le da
cierto dramatismo a todo el proceso previo por tratar de instalar el
tema a nivel social…
Verónica
(XR): Creo que eso es inevitable. Pesa mucho ahí la palabra
“conciencia”. Ser conscientes de que “ahora no, pero en un
tiempito sí”. Y ahora es el momento de actuar. ¿Por qué tenemos
que esperar a que hallan inundaciones en Buenos Aires y tengamos que
migrar y ahí recién decir “uh, cómo pasó esto”? Las
respuestas las tenemos ahora, y todo por la producción y el consumo.
Hay como un desinterés, y hay que salir de la zona de confort, de
esa comodidad de que está todo bien, lo único que tengo que hacer
es ir a trabajar y seguir con mi vida.
Desde
la campaña electoral del año pasado que el actual presidente
Alberto Fernández le asignó a Vaca Muerta un rol estratégico en su
proyecto de gobierno. ¿Cómo ven eso en el escenario 2020?
Nicole
(JOCA): El sector energético es uno de los más contaminantes.
Claramente va a ser una de nuestras banderas, aunque muy de largo
plazo porque hay mucha batalla cultural por delante. Si hablás mal
de Vaca Muerta te pueden acusar de no pensar en los trabajadores o la
economía del país. Hay también mucho tecnicismo. Hay que estudiar
mucho, porque si vas en contra de los intereses de las petroleras (¡y
hay que hacerlo!), tenés que estar muy seguro de lo que decís. Es
muy complejo de entender.
Verónica
(XR): Nosotros tuvimos hace poco un taller sobre Vaca Muerta. Nos
regalaron el libro Soberanía energética del OPSur. Desmiente muchas
cosas sobre el proyecto Vaca Muerta. Está lleno de contradicciones.
Requiere de mucha inversión y no está habiendo inversión ni para
construir el tren que una el puerto con Neuquén. YPF está poniendo
todo. Es decir, la plata la van a sacar de nuestros impuestos.
¿Realmente nos beneficia económicamente Vaca Muerta?
Y
cuando les contraponen artificialmente crisis climática con derecho
al trabajo, ¿ustedes piensan en alguna política, un gesto o una
alianza con esos sectores del movimiento obrero a los cuales las
corporaciones les imponen sus puntos de vista?
Nicole
(JOCA): Hay un término nuevo: transición justa. Ninguna de nosotras
quiere que mañana se termine Vaca Muerta para que la gente se quede
sin trabajo. Justamente una transición energética debe contemplar
nuevos tipos de trabajos, de mejor calidad. Es falso que los
defensores ambientales no pensamos en eso y es algo característicos
de los nuevos movimientos que surgieron el año pasado.
Verónica
(XR): Una de las demandas de Extinction Rebellion es abrir la
democracia para que los gobiernos generen una participación
ciudadana para lograr una transición ecológica justa. Abrir la
democracia para que las personas decidan sobre sus propias tierras,
que las voces que se escuchen sean las de aquellos que viven en esas
zonas y no las de alguien que está sentado en un sillón del
Congreso nacional, que no vive en esas tierras.
Nosotros
tuvimos una acción en Panamerican Energy a propósito de Vaca
Muerta. Reivindicamos lo de Mendoza y estamos con la Marcha
Plurinacional por el Agua, ya que es contra el fracking y la
extracción no convencional. Hay una alianza de la que participamos
que tiene la consigna “gane quien gane”, en donde tenemos la
mirada de que no importa quién esté en el Gobierno, apoyar Vaca
Muerta es apoyar el exterminio de la humanidad. Hay que exponer lo
que es Vaca Muerta en realidad y desmentir este proyecto exponiendo
los estudios que indican que no hay tanta inversión ni generación
de empleo como se creía. Bajarlo a tierra y preguntarnos ¿realmente
nos va a beneficiar tanto en el ámbito ambiental como económico? Ni
siquiera nos preguntan si queremos subsidiar Vaca Muerta.
Fridays
for Future resolvió su apoyo a los trabajadores del Subte por el
conflicto del asbesto
Magalí
(FFF): “Sí. Queremos centrarnos en lo que está pasando con el
Subte de la Ciudad y el problema de la contaminación con asbesto.
Queremos lanzar esa campaña lo antes posible. Ya tuvimos una reunión
con los delegados para que nos informen mejor sobre la situación,
para ver cómo podíamos encarar, qué podíamos hacer nosotros y qué
podían hacer ellos”.
“Lo
que pasa en el Subte es que tiene flotas con asbesto, un material
cancerígeno que está prohibido desde el 2003, pero las flotas son
de las décadas de los 80 y 90, y no se renovaron cuando salió la
ley. Si bien el asbesto también se utiliza para la construcción, en
el Subte hay ventilación y el asbesto flota y queda atrapado en el
cemento”.
“Estamos
pensando en lanzar una campaña expositiva, quizás con saltada de
molinetes, stickers o algo más artístico, con discursos, o remeras
que digan “No es corona-virus es asbesto”. Ya nos comentaron que
hay compañeros con cáncer, uno ya fue operado y otros están
haciéndose los exámenes. Lo que piden es un recambio de vagones y
una desasbestización de los túneles y talleres. Están jugando con
las emociones de un montón de personas con familia, es una crisis
sanitaria de la Ciudad”.
Según
me declaró Flavia Brofoni, mientras fracking y agronegocio no sean
ejes del debate político nacional, XR no pensaba pisar un despacho.
Pero tanto Jóvenes por el Clima como Fridays for Future (a través
de la Alianza por el Clima) se reunieron con el nuevo ministro de
Ambiente Juan Cabandié. ¿Qué sacaron de la reunión?
Magalí
(FFF): El ministro manifestó voluntad para trabajar humedales y
bosques, pero se negó a tratar Vaca Muerta, lo más importante.
Verónica
(XR): Todo pasa por la representación de la gente en la calle, a
través de la acción directa no violenta y la resistencia a las
políticas establecidas hoy en día. Por supuesto, festejamos la
sanción de la ley de cambio climático, pero siempre sabiendo que no
es la solución. Si bien algunos en el movimiento no tenían acuerdo
en festejar la sanción, creemos que es importante que haya
resultados de parte de la gente que está tratando de cambiar las
cosas. Sin embargo, estamos muy lejos de participar, estamos
enfocados en que la solución debe ser estar en la calle, como un
movimiento de movimientos. Por eso también nos desligamos un poco de
nuestro nombre y lo cambiamos por Rebelión contra la Extinción.
Sabemos que el 3.5 % estará compuesto por la gente que realmente le
interesa esto. No vamos a estar presionando a gente que jamás le
interesó esto, aunque por supuesto vamos a exigirle a los gobiernos
porque ejercen una responsabilidad que de cierta forma estamos
financiando.
¿Qué
expectativa tienen en el movimiento para este año? ¿el 3.5 %?
Verónica
(XR): Sí, eso sería un millón y medio de movilizados en Argentina.
Y si queremos ser más ambiciosos, que eso sea global. Por supuesto
hay que ser comprensivo con la realidad de cada país. No es lo mismo
hacer una marcha un feriado en Argentina que en Londres, por ejemplo.
Magalí
(FFF): Nosotres queremos consolidar más lo que es nuestro movimiento
en Argentina, y también en América Latina. Desde el año pasado
comenzamos a avanzar en ese sentido con un encuentro latinoamericano
de Fridays for Future a finales de agosto y comienzos de septiembre
en Chile, en donde participaron miembros de México, Costa Rica,
Perú, Ecuador, Paraguay y Uruguay. Casi todos tenemos las mismas
realidades y definimos que como a veces hay discusiones con las
fechas de movilización al menos en América Latina nos vamos a
movilizar el mismo día.
Las
perspectivas de Jóvenes por el Clima para 2020
Nicole
(JOCA): “A nivel legislativo, a corto plazo, está lo del Acuerdo
de Escazú, un acuerdo regional de derechos humanos y ambiente, que
la justicia climática también tiene que ver con la falta de
transparencia, de democracia, acceso a la información, a la justicia
y participación pública. Se firmó en 2018 pero en Argentina aún
se tiene que ratificar. Lo estamos trabajando varias organizaciones,
y yo, a nivel institucional, voy a ser representante de América
Latina y el Caribe, lo que nos daría más fuerza para actuar en
Argentina”.
“Por
otra parte, el 22-24 de abril está la celebración del Día de la
Tierra. Aún no está bien definido, pero estamos con mucha fuerza a
nivel internacional”.
Las
perspectivas de Rebelión contra la Extinción para 2020
Verónica
(XR): “Nosotros estamos impulsando talleres específicos sobre cada
tema, para que los militantes estén permanentemente informados. Ya
habremos hecho unos 15 talleres. Los hemos hecho con investigadores
del Conicet, del Observatorio Petrolero Sur, Aves Argentinas y Vida
Silvestre. Ahora vamos a tener un taller más político sobre la
relación entre feminismo y crisis climática”.
“En
2020 queremos lograr una mayor movilización de gente, tanto en la
Marcha Plurinacional por el Agua como en el Día de la Tierra, y
luego en noviembre, cuando lancemos una nueva Rebelión
internacional. Nuestra expectativa es lograr el 3.5 % de
participación en las movilizaciones”.
Las
perspectivas de Fridays for Future para 2020
Magalí
(FFF): “Desde Fridays for Future estamos tratando de impulsar lo
del acuerdo de Escazú junto a Jóvenes por el Clima, Fundación
Ambiente y Recursos Naturales y la Alianza por el Clima, y por otro
lado también lo estamos trabajando con intelectuales como Maristella
Svampa, Enrique Viale e Inti Bonomo, y ver desde ahí asambleas con
otras organizaciones para impulsar el acuerdo y que el espacio con
los intelectuales tenga más poder. Participamos de la Alianza por el
Clima, que tiene varios proyectos y una nueva estructura, además de
la campaña Gane quien gane. También estamos planeando un campamento
nacional de Fridays for Future Argentina. Teníamos una fecha
estimativa para abril, pero la pospusimos por el tema del
corona-virus, porque como nos está apoyando Greenpeace en lo del
campamento iban a venir expositores de Europa y Estados Unidos, y por
el momento no pueden viajar. Y con el fin de afianzar una alianza con
los centros de estudiantes vamos a hacer charlas en los colegios
junto a XR. Ya dimos charlas en el Esnaola, en el Siglo XXI y la
UNTREF. A mí me tocó dar una charla en un evento scout de zona
norte”.
Roberto Andrés es periodista y editor de la sección Ecología y medioambiente de La Izquierda Diario.
Fuente:
Roberto Andrés @RoberAndres1982, Jóvenes contra la crisis climática: “Apoyar Vaca Muerta es apoyar el exterminio de la humanidad”, 10 marzo 2020, La Izquierda Diario. Consultado 12 marzo 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario