sábado, 8 de febrero de 2020

Tres provincias buscan apoyo de Kicillof en disputa con Mendoza por un proyecto hidroeléctrico

El gobernador de La Pampa entabló diálogo con el mandatario bonaerense tras endurecer su rechazo a la hidroeléctrica. Más oposición en Río Negro y Neuquén.

por Patricio Eleisegui

La ofensiva interprovincial contra la decisión mendocina de avanzar con la concreción del proyecto hidroeléctrico Portezuelo del Viento sigue sumando acciones y ganando adhesiones.

Tras conocerse que el Gobierno nacional acercó a la administración que encabeza Rodolfo Suárez casi u$s14 millones a fines del mes pasado con el fin de motorizar las obras, La Pampa amplió la demanda contra la provincia cuyana y la misma Nación ante la Corte Suprema de Justicia con el fin de detener por completo el proyecto energético.

En simultáneo, Sergio Ziliotto, primer mandatario pampeano, llegó a un acuerdo con Río Negro para elaborar estrategias conjuntas ante la crisis hídrica que hoy evidencia la cuenca del río Colorado. Esta es, justamente, el área que quedará bajo influencia de la futura represa.

El movimiento de Ziliotto no concluyó ahí: el funcionario activó conversaciones con Axel Kiciloff con el objetivo de sumar también a la provincia de Buenos Aires al frente que hoy pugna por neutralizar el desarrollo de Portezuelo del Viento.

"Sé, aunque no de manera oficial, que el gobernador está de alguna manera dialogando con Kiciloff por este tema", reconoció en las últimas horas Mariano Fernández, vicegobernador pampeano.

Ziliotto no pierde oportunidad de repetir que el emprendimiento es "técnica e hidráulicamente inviable", y en los últimos días amplió sus argumentos en oposición a la iniciativa.

Así, expresó que en Mendoza "están vendiendo que pueden generar 250 megas de potencia, algo imposible en base a la realidad del río, y hay que mirar su comportamiento en los últimos 100 años para entenderlo".

El proyecto en cuestión, valuado en casi u$s900 millones, comprende la instalación de una central hidroeléctrica a construir sobre el río Grande, en el departamento cuyano de Malargüe.

La iniciativa, que comenzó a planificarse en 2006, transitó los años sin salir del cajón de los pendientes hasta que en 2016 el gobierno de Mauricio Macri decidió motorizarla vía contratos de obra pública tradicional. En el medio, Cambiemos intentó la alternativa de los contratos de Participación Público-Privada -mejor conocidos como "PPP"- pero, como ocurrió con esta opción en general, la propuesta jamás prosperó.

En los planos se detalla que Portezuelo del Viento será de tal envergadura que tendrá un tamaño hasta cinco veces mayor al del dique Potrerillos, ubicado también en Mendoza.

Consultadas por iProfesional, fuentes cercanas a la Gobernación pampeana remarcaron que la obra sigue "floja de papeles", aspecto que reconocieron ante este medio voceros de la Secretaría de Ambiente en tiempos del macrismo.

"No existe un estudio de impacto ambiental consensuado entre todas las provincias. Mendoza opera como si fuera la dueña de toda la cuenca y no puede manejar el destino hídrico del resto de los distritos. Tal como está pensado, el proyecto podría generar un desastre ambiental", expusieron las fuentes interpeladas.

En Mendoza, en cambio, sostienen que el proyecto viene cumpliendo todos los procesos y no hay motivos para aminorar su construcción. En esa provincia señalan que Portezuelo del Viento cuenta con al menos dos análisis de impacto ambiental que arrojaron resultados positivos y que técnicamente no hay argumentos para modificar el plan inicial de construcción de la represa.

Rodolfo Suárez, primer mandatario cuyano, se refirió a esta cuestión en su espacio en Twitter.

"Aspectos técnicos respecto al impacto ambiental y funcionamiento de Portezuelo del Viento: el proyecto generará energía limpia, renovable y optimizará el uso del agua de Río Grande", publicó.

Para luego añadir: "Portezuelo tiene aprobados dos estudios de impacto ambiental, realizados por cuatro universidades públicas: uno de Mendoza, llevado a cabo por la UNCuyo (el estudio) y la UTN (la evaluación). El otro es de COIRCO y lo realizaron las universidades de La Plata y el Litoral".

"Beneficiará a todas las provincias de la cuenca del Colorado, porque incrementará las reservas estratégicas de agua, reduciendo el impacto de las variaciones de caudal del río, en sus crecidas como en sus bajadas, y será complementario del embalse de Casa de Piedra en La Pampa", argumentó el funcionario.

Se suman Río Negro y Neuquén

Aunque en una primera instancia el bloque político rionegrino mantuvo una posición diferente a la dureza que siempre exhibió La Pampa, ahora en la provincia patagónica lo que prevalece es el cuestionamiento al desarrollo de Portezuelo del Viento y el control del caudal hídrico que ejercerá Mendoza.

De hecho, la semana pasada en Casa de Piedra, La Pampa, Ziliotto concretó una reunión con Arabela Carreras, gobernadora de Río Negro, en la que coincidieron en que la cuenca del Colorado no debe quedar bajo potestad mendocina, además de exigir una intervención por parte del Ministerio del Interior y la puesta en marcha de nuevos estudios de impacto ambiental.

También hubo pronunciamientos en contra de la iniciativa efectuados por referentes del Frente de Todos rionegrino. Por citar un caso, Martín Doñate, senador nacional de esa fuerza, declaró en los últimos días que la represa puede generar "un grave daño a otras provincias como Río Negro, La Pampa, Neuquén y Buenos Aires".

"La realización de Portezuelo agravará la crisis hídrica que afecta ya a Río Negro y las provincias aguas abajo. Nuestra voz como provincia y la de las demás provincias afectadas por este proyecto que beneficia sólo a Mendoza, es un genuino grito federal en defensa de nuestros recursos naturales y la sustentabilidad de una gran región del sur", expuso.

Ya en Neuquén, los vecinos de Rincón de los Sauces comenzaron a movilizarse y en los últimos días reclamaron con mayor fuerza la intervención del gobernador Omar Gutiérrez con el fin de frenar la obra. Comerciantes y empresarios de ese punto de la Patagonia comunicaron que la construcción de Portezuelo del Viento perjudicará el abastecimiento de agua en toda esa área neuquina.

El malestar ganó temperatura tras conocerse que Nación giró fondos a Mendoza para que avance con el desarrollo de la represa hidroeléctrica.

"Estamos dispuestos a todo. Si es necesario, nos vamos a movilizar al puente de Pata Mora y vamos a paralizar toda la actividad hasta tener una respuesta de parte de la provincia y del gobernador Omar Gutiérrez", manifestó al respecto José Luis Cepeda, uno de los voceros de los movilizados en Rincón de los Sauces.

Detalle de obra

Portezuelo del Viento es una central hidroeléctrica pensada en la década de los '50 que pasó al olvido tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón. A fines de los '60, una serie de obras de riego desarrolladas en el sur de Mendoza devolvió el interés por el proyecto.

Pasaron casi 40 años hasta que se retomó la idea de abrir una licitación. Pero distintos tironeos entre los gobernadores en tiempos del kirchnerismo derivó en una parálisis que recién ahora podría verse superada.

El emprendimiento comprende el desarrollo de un embalse de casi 200 metros de altura por 500 de largo sobre el río Grande, el cual estará dotado con una potencia instalada de 210 megavatios. La obra contempla la modificación de una parte de la traza de la ruta nacional 145 y la instalación de una línea de alta tensión con llegada a Malargüe.

La central generará alrededor de 890 gigawatts de energía al año, cantidad suficiente para abastecer a unos 130.000 hogares. Se estima que el desarrollo total de la megaobra demandaría trabajos sostenidos por un lapso de al menos cinco años.

Desde el gobierno cuyano indicaron a este medio que sólo el plan Portezuelo del Viento generará 3.500 empleos directos y alrededor de 7.500 indirectos.

Especialistas consultados indicaron que Portezuelo del Viento operará como la segunda instalación para la regulación de caudales en esa región de la Argentina. En el área ya se encuentra en funcionamiento Casa de Piedra, proyecto que "toca" las jurisdicciones de La Pampa y Río Negro.

De activarse, la construcción de la represa generará que la localidad de Las Loicas quede bajo el agua, por lo que sería relocalizada en algún punto al sur del futuro lago.

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