El
gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, no sólo reprimió con gases
lacrimógenos a miles de mendocinos que defendieron ayer en las
calles su derecho al agua, sino que insultó telefónicamente a un
ambientalista que lo había acusado de ser “uno de los criminales
ambientales más grandes de la historia argentina”. El secretario
de Ambiente, Humberto Mingorance, dijo que “el gobernador nunca
ocultó que iba a reformar la ley”, en referencia a la 7722 que
habilita el uso de sustancias nocivas en la actividad minera.
Mendoza
arde en pleno diciembre. Y no sólo por el calor, sino porque desde
ayer los ánimos están caldeados entre sus habitantes. El motivo es
la reforma de la Ley 7722 aprobada por el gobierno que permite la
utilización de sustancias químicas perjudiciales para la salud en
la actividad minera. Como resultado de esta medida, una multitud de
gente se concentró ayer en las afueras de la casa de gobierno para
exigirle al Rodolfo Suárez que vete la normativa y manifestaron que
“el agua de Mendoza no se negocia”.
Ante
esto, el gobernador radical -Rody, como se hace llamar familiarmente-
decidió hacer oídos sordos y elevar la temperatura del conflicto.
Haciendo uso del monopolio de la fuerza pública, ordenó a reprimir
a las miles de personas con gases lacrimógenos y balas de goma, algo
que los efectivos de infantería y de la policía provincial se
encargaron de hacer llegar a los manifestantes. Con un saldo de
alrededor de 45 personas detenidas, el secretario de Ambiente de la
provincia, Humberto Mingorance, declaró muy frescamente que “el
gobernador nunca ocultó que se iba a reformar la ley”. Lo que sí
parece que olvidó fue que la posibilidad de que se use cianuro y
ácido sulfúrico en la explotación minera podría contaminar el
agua que consumen todos los mendocinos.
Quizás
fue este el punto que provocó la reacción inmediata del científico
y ambientalista Esteban Servat quien, apenas conoció la noticia de
que se iba a sancionar esa reforma el viernes pasado, se comunicó
telefónicamente desde Alemania con el gobernador. Según informa El
Destape, el biólogo simuló formar parte de un grupo de inversores,
por lo cual Rody aceptó tomar la llamada. En ese diálogo, Servat le
consultó cómo estaba la situación en Mendoza porque “veía mucha
molestia social” a lo que el gobernador contestó livianamente que
“estaba todo controlado” y que la ley “iba a salir hoy”. Fue
en ese momento donde el creador de la organización EcoLeaks se
identificó y lo acusó de ser “uno de los criminales ambientales
más grandes de la historia argentina”. “Andá a la concha de tu
hermana”, le respondió patriarcal y groseramente el gobernador.
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