El primer mapa de las huellas que dejó en Bikini la experimentación atómica. Foto: Art Trembanis / University of Delaware. |
Gracias
a la tecnología del sonar y el GPS se trazó una imagen exacta del
relieve y los restos de navíos naufragados tras las pruebas de
bombas atómicas y de hidrógeno realizadas entre 1946 y 1958.
En
el océano Pacífico central, una cadena de islas de arrecife de
coral parece encarnar la definición de la calma. Pero hace más de
70 años el Atolón Bikini, seis kilómetros cuadrados remotos y
deshabitados, parte de las Islas Marshall, fueron el terreno de las
pruebas nucleares del ejército de los Estados Unidos tras haber
detonado la bomba atómica en 1945, en Hiroshima y Nagasaki, hacia el
final de la Segunda Guerra Mundial.
Unas
22 detonaciones transformaron el lecho marino de esta formación
coralina entre 1946 y 1958. Y ahora, por primera vez, los
oceanógrafos hicieron un mapa del campo de esa batalla virtual, que
presentaron en el encuentro anual de la Unión Geofísica Nacional de
los Estados Unidos.
El
científico marino Art Trembanis, de la Universidad de Delaware,
dirigió un equipo de investigadores que utilizó un sonar para
escanear el centro del atolón, una laguna de 55 metros de
profundidad. A partir de la información recogida se hizo un mapa de
los cráteres que dejaron atrás las pruebas atómicas, además de
decenas de restos de naufragios y otros desechos en el fondo del mar.
La
primera exploración del área, recordó la publicación del
Instituto Smithsoniano, se hizo en 1989 y 1990, mucho antes de lo
sonares, el GPS y otras tecnologías de cartografía actuales. “Si
bien nuestros mapas eran buenos, y se basaban en muchas horas bajo el
agua, no fueron suficientes”, dijo el arqueólogo James Delgado,
quien escribió para la presentación del trabajo de Trembanis.
“Necesitábamos un mapa más exacto que sólo se podía hacer
cuando el sonar y tecnología de rastreo pudiera satisfacer nuestras
necesidades científicas”.
Pero
esas facilidades actuales no simplificaron otras cuestiones, como la
travesía de seis días necesaria para llegar a Bikini, de los cuales
60 horas se hacen atendiendo los niveles de radiación a los que se
expone a los científicos.
En
primera lugar el equipo realizó un mapa del lugar de la Operación
Encrucijada (Operation Crossroads), como se denominó a las pruebas
que se realizaron en julio de 1946 para estudiar el modo en que las
explosiones nucleares dañaban a las embarcaciones. “Los Estados
Unidos anclaron a unos 80 navíos sin tripulación -algunos de los
cuales eran alemanes y japoneses- en la ruta de dos detonaciones",
explicó Smithsonian. Un total de 240 barcos se utilizaron en
Encrucijada, como objetivos o como observadores de pruebas como
explosiones justo sobre el agua o a una profundidad de casi 30
metros.
De
ese impacto dentro de la laguna hay muchas huellas. El cráter
todavía es visible y no se ha rellanado con sedimentos como se había
predicho, señaló Live Science: un diámetro de 700 metros y una
hondura de 8 metros, y desde el centro se pueden ver las ondulaciones
que dejó el impacto en el fondo. También se puede observar el
crucero japonés Sakawa, hundido durante la prueba, que en la primera
exploración no se había encontrado.
Más
importantes fueron los tests de la bomba de hidrógeno que se
hicieron en el mismo lugar en la década de 1950. A unos 56 metro se
halló un cráter oblongo, que los investigadores estimaron que
resultó de la superposición de dos estallidos. Se formó por las
bombas Castle Bravo, de 15 megatones, y Castle Romero, de 11
megatones, en 1954.
Trembanis
dijo que esta exploración es la primera de una serie para el equipo
de oceanógrafos. “Me quedé muy impactado porque el lugar, estas
islas tan idílicas y hermosas del Pacífico, fueran también el
sitio de las explosiones más violentas del planeta”, observó en
el comunicado de prensa. “Nos gustaría regresar y analizar más
los cráteres y los restos de navíos. Es, en cierta medida, un
misterio a resolver".
La
herencia de aquellas pruebas no cesó en el tiempo en que se predijo.
A los residentes de Bikini se les dijo que serían evacuados de
manera temporaria. Sin embargo, todavía no se le ha permitido
regresar a vivir allí a ningún ser humano, debido a la gran
contaminación nuclear.
Fuente:
Huellas de las armas nucleares: realizaron el primer mapa de los cráteres en el Atolón Bikini, 17 diciembre 2019, Infobae.
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