Desde
esa institución, científicos y científicas describen como
"crítica" la situación hídrica en Mendoza y los riesgos
que la minería implicaría. Críticas al manejo político de su
tratamiento, cambio climático y alternativas sostenibles.
Trabajadores
de Ciencia y Técnica que integran el Instituto Ianigla-Conicet
proponen repensar el futuro desarrollo socioeconómico, el uso del
agua y la conservación de los ambientes naturales de Mendoza. En el
siguiente comunicado, los investigadores e investigadoras dan cuenta
de los riesgos que implica flexibilizar la Ley 7722; critican el
"apuro" del Gobierno para sancionar una reforma que aún
carece de un debate serio, profundo y de aportes de diferentes
sectores sociales. El contexto de crisis ambiental planetaria y la
sequía local logran, según el texto, agudizar aún más los
peligros de la modificación. Todos los argumentos, a continuación.
Comunicado
"Frente
a la coyuntura actual que representa el proyecto de modificación de
la Ley 7722 en la provincia de Mendoza, los integrantes del sistema
científico queremos compartir públicamente nuestra visión sobre
las posibilidades de desarrollo provincial de mediano y largo plazo
con el fin de contribuir a la adopción de políticas públicas que
aseguren el futuro de los mendocinos y de su territorio.
"La
situación mundial del ambiente tiene que ser tenida en cuenta para
establecer políticas a nivel local y regional. No estamos aislados
del mundo, por lo que es fundamental pensar en forma global para
actuar localmente. Las actividades humanas se han convertido en la
causa principal de los cambios ambientales a escala planetaria. Los
ritmos de emisión de gases de tipo invernadero, la deforestación e
incendios de bosques nativos, el empobrecimiento generalizado de los
suelos, la sobreexplotación de los recursos marinos, los niveles de
contaminación del agua y del aire, entre otros, no tienen
precedentes en la historia reciente de la Tierra. Las velocidades,
escalas, tipos y combinaciones de los cambios ambientales que ocurren
ahora son fundamentalmente diferentes de los que ocurrieron en la
historia reciente del planeta. Así, el año 2019 será el segundo
más caluroso en los últimos 150 años y formará parte del lustro
(2015-2019) con la temperatura más elevada de las registradas en la
Tierra en el último milenio.
"Los
mendocinos no estamos exentos de los desafíos que impone la crisis
ambiental planetaria. Por la falta de nieve en la Cordillera, Mendoza
vive la sequía más extendida de los últimos 110 años. Desde el
invierno del año 2010, nuestra provincia se encuentra en emergencia
hídrica. Basta leer las noticias recientes en los diarios locales
para evidenciar el impacto de la sequía en nuestro territorio: “A
metros del fondo: el desierto que amenaza al lago Potrerillos”. El
espejo de agua del Embalse Potrerillos atraviesa su momento más
crítico desde que comenzó a operar hace casi dos décadas. Entre el
nivel del agua y el límite de cota máximo, cabe un edificio de
cinco pisos”.
"Estudios
científicos recientes del Ianigla-Conicet indican que los glaciares
provinciales han perdido, en promedio, más de 8 metros de espesor de
hielo (es decir, casi la altura de un edificio de tres pisos) durante
el período 2009-2017, impactando seriamente las reservas hídricas
estratégicas en nuestra cordillera. Según el Departamento General
de Irrigación, para la temporada 2019-2020 se espera 11 % menos agua
que en la temporada anterior, cuando ya los caudales eran muy
inferiores al promedio histórico. Es evidente que el agua, motor de
la economía en los oasis de la provincia y ligada históricamente a
nuestra cultura, está siendo seriamente afectada por los cambios
ambientales del planeta.
"Este
escenario de cambios globales con fuertes repercusiones locales nos
llama a considerar con enorme prudencia las decisiones políticas que
forjarán el futuro de nuestra gente y nuestro territorio. Sostenemos
que la diversidad de nuestra matriz productiva representa una gran
fortaleza frente a situaciones económicas desfavorables. Por ello,
no acordamos en que nuestro futuro deba estar ligado a una o pocas
actividades productivas en la región. Tenemos el compromiso de
generar y ofrecer diversas ofertas productivas para el crecimiento
provincial.
"El
cuidado del agua en las tierras secas mendocinas debe ser nuestra
principal preocupación y mayor responsabilidad. En Mendoza, el agua
no sobra; por el contrario, es y será escasa. El acceso al agua
potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y
universal, que debemos garantizar para todos los mendocinos. La
planificación de futuras actividades que involucren el uso de este
recurso vital y escaso debe considerar cómo se compensará la falta
de agua a aquellos que quedarán privados o recibirán una cuota
mínima de esta.
En
los oasis donde el caudal de los ríos está completamente
comprometido ¿hemos avanzado en la búsqueda de una forma justa y
solidaria de distribución frente a la agravada escasez impuesta por
los cambios ambientales? Es imperativo generar mayor conciencia
ciudadana del cuidado del agua, y generar mayor inversión y
compromiso por parte del Estado y del sector privado en el
aprovechamiento y uso racional de este valioso recurso.
"Por
otro lado, la infraestructura turística en la provincia es escasa y
limitada frente a las enormes posibilidades del uso sostenible que
brindan nuestros ambientes naturales, mundialmente valorados por su
estado prístino en combinación con un aprovechamiento agrícola
ligado a nuestra tradición vitivinícola. Los ambientes naturales de
la Cordillera mendocina tienen que ser incorporados a nuestro
desarrollo integral. ¿Hemos alguna vez considerado la posibilidad de
que nuestra Cordillera “produzca naturaleza”, es decir, que sus
ambientes salvajes con glaciares y ríos cristalinos se pueblen de
guanacos, zorros, pumas y cóndores? Aun cuando puede parecer
descabellado, hay innumerables ejemplos locales, regionales y
nacionales donde la “producción de naturaleza” asociada al
ecoturismo genera ingresos y oportunidades sustanciales que superan a
las actividades tradicionales. La Cordillera espera nuestra
apreciación integral de todos sus servicios ecosistémicos, de sus
bondades naturales, sin reducir ellos a una mirada egoísta que
valore sólo alguno de sus beneficios.
"A
través del uso inteligente del agua provista por la Cordillera,
hemos logrado posicionarnos internacionalmente con nuestros vinos,
frutas y verduras. Sin embargo, la fruticultura está en crisis hace
décadas, la olivicultura gana premios internacionales, pero los
empresarios expresan la necesidad de mayor apoyo y fomento desde el
Estado y la sociedad en general. Provincias como La Rioja y Catamarca
han superado a Mendoza en la exportación de aceite de oliva. El
debate sobre el desarrollo provincial debe ir mucho más lejos que
solo una discusión contable de ingresos frescos a las arcas
provinciales en el corto plazo.
"Los
recursos humanos altamente capacitados formados en nuestras
universidades están listos para implementar un crecimiento
fuertemente ligado a nuestra geografía: la tierra del buen sol. El
aprovechamiento de la energía solar y eólica es una deuda
pendiente. Mendoza tiene todas las condiciones naturales y los
recursos humanos para convertirse en un polo de desarrollo de
energías alternativas que fortalecerá nuestra industria
metalmecánica creando tecnología propia y puestos genuinos de
trabajo. La rápida implementación de energías alternativas es algo
que este planeta ahogado por elevadas emisiones y alta contaminación
agradecerá a los mendocinos al transformarnos en un centro regional
o continental de energías limpias. También contamos con un
potencial enorme en la industria del conocimiento, dado por recursos
humanos altamente capacitados, con enorme capacidad de innovación en
lo que se refiere a software, programación y robótica. Mendoza
tiene mucho margen para fortalecer las ventajas de su ubicación
geográfica en la vía Atlántico-Pacífico, apoyada en la importante
dotación de servicios logísticos para el comercio y el transporte.
Notamos que han sido débiles en las últimas décadas los esfuerzos
por fomentar la infraestructura y servicios de los pasos
cordilleranos, incluso la posibilidad de recuperar el Ferrocarril
Trasandino y la apertura de antiguos pasos que sean condicionados
para las exigencias del transporte actual.
"Frente
a este panorama diverso de posibilidades, ¿por qué cerrarnos en una
propuesta de crecimiento que hoy genera enfrentamientos en la
sociedad mendocina? Consideramos indispensable tener un debate
profundo de la estrategia de desarrollo que queremos para nuestra
provincia, incluyendo las distintas actividades que estamos en
condiciones de llevar adelante. En este contexto, ¿por qué intentar
un cambio acelerado de la Ley 7722, cuando todo cambio socioeconómico
regional tiene que nacer del amplio debate público en torno a su
conveniencia? La minería es solo una de las actividades posibles en
nuestra provincia, para la cual es necesario consensuar qué tipo e
intensidad de minería estamos dispuestos a aceptar los mendocinos.
¿Cuáles son los mecanismos para decidir, específicamente, dónde y
cómo se podrán instalar proyectos mineros, cómo se efectuará el
control de esta actividad y el seguimiento de los planes de cierre y
de los posibles impactos ambientales? Un elemento central a
considerar, sobre todo en la parte alta de nuestras cuencas hídricas,
son los riesgos potenciales de las actividades que se propone
autorizar. ¿Es necesario autorizar actividades extractivas de alto
riesgo e impacto ambiental en ambientes donde se genera el agua que
consumimos los mendocinos? El actual proyecto de modificación de la
Ley 7722 no responde claramente a estos interrogantes centrales.
"Por
otro lado, la actual Ley 7722 genera un marco precautorio que brinda
tranquilidad social mientras se discute profundamente nuestra
estrategia de desarrollo. En la Cordillera, donde se acumulan y
generan los recursos hídricos de los que dependen todos los
habitantes de la provincia, sería imprescindible prevenir el
deterioro ambiental, así como el riesgo potencial de contaminación
con sustancias tóxicas. El proyecto de desarrollo provincial y la
modificación de cualquier ley que tienda a la preservación
ambiental deben nacer del debate y consenso público y de la
valoración integral de todas las posibilidades que nos brinda este
generoso territorio. En un contexto global de riesgos ambientales y
de rápidos cambios socioeconómicos, es vital encontrar juntos las
formas más seguras, integrales y socialmente justas para el
desarrollo".
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Fuente:
Duro comunicado del Ianigla-Conicet contra la reforma de la 7722, 19 diciembre 2019, Universidad. Consultado 19 diciembre 2019.
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