En sus redes sociales se hicieron eco de la cruzada que emprendió esta mujer en San Antonio de Areco, quien falleció de cáncer, para ponerle fin a las fumigaciones con glifosato cerca de las escuelas. El conductor desde su cuenta de Twitter se pronunció duramente en contra de esta práctica.
En
San Antonio de Areco la conocían por su trabajo como maestra rural y
psicopedagoga, pero la cruzada que emprendió Ana Zabaloy contra las
fumigaciones con agrotóxicos cercas de las escuelas trascendió el
pueblo y la convirtió en una de sus referentes.
“He
visto llegar alumnos gorditos, rozagantes y después de cuatro años
ver cómo se les iba deteriorando la salud”, explicó Zabaloy en un
documental que retrató el daño que provoca el glifosato esparcido
en los campos.
Ese
mismo veneno fue el que Ana respiró durante 6 años, mientras se
desempeñaba como directora de la Escuela N°11, y el que le generó
una parestesia facial, una insuficiencia respiratoria y su posterior
muerte por cáncer, en junio de este año.
Visiblemente
conmocionada con esta historia y por los efectos tóxicos que genera
el glifosato en el cuerpo, Guillermina Valdez empezó a retuitear
sobre el tema y a denunciar las graves consecuencias que acarrea ese
modelo de agronegocio.
“Me
dan ganas de llorar. Después dicen que “opero”. Opero si, para
esta gente que pide a gritos hace años y nadie escucha... solo eso.
No tengo nada en contra de nadie, solo quiero ayudar”, admite en un
tuit “fijado” la esposa de Marcelo Tinelli, y donde comparte un
video que concientiza sobre cómo actúan los agrotóxicos en las
venas.
Ana
murió el domingo 9 de junio, a la hora de la siesta, en su pueblo
natal tras una incansable batalla contra el actual sistema
productivo. “Somos muchas las docentes rurales que padecemos esta
misma realidad, las fumigaciones nos atravesaron la vida y en muchos
casos se llevaron por delante nuestra salud. Nadie nos los contó, no
lo leímos en ningún diario, nos pasó, lo vivimos, como una
cotidianidad inevitable”, explicaba Ana en una carta publicada en
la revista Cítrica donde hablaba de los beneficios de la
agroecología.
me dan ganas de llorar— Guillermina Valdes (@guillevaldes) October 3, 2019
después dicen que “opero”.
Opero si, para esta gente que pide a gritos hace años y nadie escucha...solo eso.
no tengo nada en contra de nadie, solo quiero ayudar.
si tenes 3’ mira este vídeo.
gracias 🙏 https://t.co/Jmr9RQ7kMH
A
diario, la docente veía cómo las fumigaciones impactaban en la
salud de sus alumnos; todos ellos rociados con veneno por aire y
tierra. Y se lamentaba de que nadie hiciera nada para evitarlo. “No
tenemos ni siquiera la posibilidad de reclamar porque esto
significaría pagar el precio de quedar sin casa y sin trabajo en el
mismo instante de abrir la boca”, decía Ana. “Paren de matarnos,
paren de fumigarnos”, repitió hasta el último segundo de su vida.
En
la Argentina, aproximadamente 700 mil niños y adolescentes estudian
en escuelas rurales y están en riesgo por las fumigaciones con
agroquímicos los campos vecinos. Los maestros y ordenanzas de esos
establecimientos también. Y así como Ana, en San Antonio de Areco,
hay otros docentes que también asumieron la lucha de proteger la
vida.
En
sintonía con su mujer, y como lo viene haciendo desde hace semanas,
Marcelo Tinelli utilizó su Twitter para denunciar a importantes
empresas internacionales que fueron denunciadas por generar cáncer.
“En EEUU el glifosato enfrenta más de 18.500 demandas por generar
cáncer y por esta causa Bayer y Monsanto ya recibieron tres condenas
multimillonarias por enfermar a un ex jardinero, un jubilado y una
pareja”, tuiteó.
Y
remarcó que Argentina tiene el promedio más alto de uso de
glifosato per cápita del mundo. “Más de 7 litros anuales por
persona. USA no llega a 0,5 litros. En 2 décadas acá se pasó de 20
millones de litros de agrotóxicos a casi 400 millones. ¿De qué
cuidado de personas y ambiente me hablan?”, se preguntó.
Además,
explicó que “el rasgo cancerígeno de productos como el glifosato
y el 2,4-D dejan en claro que los productos que la industria
promocionaba como inocuos son todo lo contrario”. Y advirtió: “Ni
hablar de insecticidas como el clorpirifos o el herbicida atrazina,
prohibido en Europa hace casi 2 décadas”.
En
este último tiempo, tanto Guillermina como Tinelli retuitean
constantemente artículos, videos e informes donde se pide que dejen
de fumigar pueblos enteros, que están linderos a campos agrícolas.
Pero
fue ella quien decidió dar un paso más en esta lucha e inició una
campaña por Change.org para pedir que se alejen las fumigaciones de
la localidad de Sastre, en la provincia de Santa Fe, donde muchos de
sus habitantes padecen cáncer; incluida Zoe, una niña de apenas 2
años.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario