En la imagen, vista aérea de una zona de selva virgen junto a otro quemado recientemente cerca de Porto Velho, el 23 de agosto de 2019. Foto: Víctor R. Caivano / AP. |
Desde hace semanas, la región tropical más grande del planeta está en llamas. Entre enero y agosto, el número de incendios ha aumentado un 145 % en comparación con el mismo período en 2018.
por
Ayelén Oliva
Valentín
estaba saliendo del trabajo cuando notó que la oscuridad había
tomado por sorpresa a la ciudad de São Paulo. Eran las tres de la
tarde del lunes pasado y no había llegado a escuchar las noticias
que contaban que el humo provocado por los incendios en el Amazonas,
a miles de kilómetros de distancia, habían llegado hasta la ciudad.
“No entendía que estaba pasando. Era como si en cualquier momento
se fuera a caer el cielo aunque apenas lloviznaba. Pensé que algo
estaba mal”.
Desde
hace semanas, la región tropical más grande del planeta está en
llamas. Y nadie parece poder contener el avance del fuego que cruzó
los estados de Acre, Rondonia, Mato Grosso y Mato Grosso del Sur
hasta llegar a la triple frontera entre Brasil, Bolivia y Paraguay.
En
lo que va de año, Brasil ya tuvo más de 73.000 focos de incendios,
la mitad de ellos en la región amazónica, según los datos el
Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Pero no sólo
eso, el ritmo que adquirieron es el más alto desde que el este
instituto comenzó la mediciones en 2013 ¿Cuáles son sus causas?
¿Qué vínculos existen entre el avance del fuego y la política
ambiental de Bolsonaro en Brasil?
Pedro
Silva Dias, profesor e investigador en el departamento de Ciencias
Atmosféricas de la Universidad de São Paulo, cree que lo que
estamos viendo son los efectos de una combinación de variables
ambientales junto con malas decisiones políticas. “Los incendios
se dan en la época más seca del año. Ya el verano pasado, el sur y
centro del Amazonas tuvo índices de lluvias por debajo de lo normal
que aumentan el riesgo de incendio. Pero además, tenemos algunos
problemas, que viene ya desde el 2014, que tienen que ver con el
control ambiental”.
Para
Silva Dias, la falta de recursos por parte del gobierno federal
“tiene un impacto directo en la capacidad de fiscalización y de
acción del gobierno en el caso de incendios provocados vinculados a
la deforestación”.
Ya
la semana pasada, el Fondo Amazonia, creado en 2008 para captar
donaciones destinadas a inversiones en proyectos de prevención,
monitoreo y combate a la deforestación, además de la conservación
y del uso sustentable de los bosques en el bioma amazónico, había
sufrido un recorte de 30 millones de euros provenientes de Noruega
como respuesta al descontento que generó la decisión del gobierno
de Brasil de modificar de manera unilateral al equipo directivo que
gestiona el fondo.
Para
Nilto Tatto, diputado federal del Partido de los Trabajadores (PT) y
presidente del Frente Parlamentario Ambientalista, mucho tienen que
ver las políticas del actual gobierno con las dimensiones que
alcanzó el incendio. “Bolsonaro desarticuló todo el sistema de
monitoreo, poniendo en duda incluso los datos del Instituto Nacional
de Investigaciones Espaciales y el Fondo de Amazonias que financia
proyectos de desarrollo sustentable. También atendió al pedido de
los madereros y los ganaderos para ampliar el área de agricultura y
benefició al sector minero, principalmente los encargados de la
extracción de oro, para invadir unidades de conservación y tierras
indígenas”, explica a El Salto.
Los
días 10 y 11 de este mes, según recuerdan las organizaciones
ambientalista, un grupo de agricultores habían celebrado el “día
del fuego” para “demostrarle a Bolsonaro que están listos para
trabajar”, lo que derivó en un aumento del 300 % en los incendios
en el área.
En
enero pasado, el Ministerio de Justicia en manos del nuevo gobierno,
emitió un decreto que cambió el proceso de demarcación de tierras
haciéndolo aún vulnerable a la presión de los propietarios
rurales.
Asesinatos
de indígenas
Según
denuncias formuladas por indígenas de Vale do Javari y difundidas
por la organización Amnistía Internacional, durante el año
aparecieron asesinados miembros de grupos indígenas aislados de la
zona, muertes que nunca fueron investigadas. Esas tierras indígenas
venían sufriendo, según denuncian, la invasión de personas
dedicadas a la minería en el estado de Amazonas.
De
la cruzada de Bolsonaro con las ONG ambientalistas, después de decir
desde el Palacio de la Alvorada que “puede haber, no lo estoy
afirmando, acciones criminales de esas personas de las ONG para
llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de Brasil”,
el presidente no consiguió más que quedar gritar sólo enmedio del
desierto. “Las ONG en el Amazonas vienen trabajando desde hace
tiempo junto con las comunidades indígenas, formulando políticas
alternativas para mejorar la calidad de vida de población desde una
perspectiva de desarrollo sostenible”, explica el diputado Nilto
Tatto.
Márcio
Astrini, coordinador de Políticas Públicas de Greenpeace Brasil,
dijo a este medio que “las declaraciones de de Bolsonaro son ante
todo un intento por desviar el foco de atención de las consecuencias
que esta teniendo la política anti-ambiental que ha estado
adoptando. Su acusación a las ONG no busca más que culpar a
cualquiera que denuncie los problemas ambientales creados por su
propia administración”.
Según
explican los especialistas, los efectos de estos incendios son
inmediatos. Para Pedro Silva Dias, tienen un impacto directo en la
salud de las personas que habitan en la zona. “Es importante que
haya una revisión de las políticas públicas ambientales porque el
impacto en la salud y en el ambiente es grande”.
Entre
enero y agosto de este año, el número de incendios aumentó un 145
% en comparación con el mismo período en 2018. Los incendios
forestales y el cambio climático se mueven creando un un círculo
vicioso. A medida que aumenta el número de incendios, también lo
hacen las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que aumenta la
temperatura general del planeta y la aparición de reacciones
climáticas extremas como las sequías, según explican los
especialistas. Esto afecta al Amazonas en particular, a la
biodiversidad en general así como salud humana en lo inmediato.
Entradas
relacionadas:
Fuente:
Ayelén Oliva, Las causas políticas detrás de los incendios en el Amazonas, 25 agosto 2019, El Salto Diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario