El
huracán, ahora de categoría 4, avanza lentamente hacia la costa
suroriental estadounidense, donde se ha ordenado la evacuación de un
millón de personas.
por
Pablo Guimón
El
huracán Dorian ha dejado al menos cinco muertos en su devastador paso por Bahamas, según ha confirmado este lunes por la tarde el
primer ministro Hubert Minnis. Con vientos de hasta 300 kilómetros
por hora azotando desde el domingo las islas noroccidentales del
archipiélago, el que es uno de los huracanes más brutales que han
sacudido el Atlántico desde que existen registros ha dejado
inundaciones, casas arrasadas y cortes de luz que hacen difícil
todavía conocer el alcance de la devastación. La situación es
especialmente grave en las islas Ábaco, donde los servicios de
emergencia apenas han podido empezar a responder esta tarde a los
terribles efectos de las miles de viviendas dañadas o directamente
arrasadas por los vientos y las riadas.
El
ojo del huracán permanece casi clavado, justo al norte de la isla de
Gran Bahama, moviéndose apenas 1,5 kilómetros a la hora hacia la
costa estadounidense. Los vientos se han reducido sensiblemente,
bajando de categoría 5 a 4, una amenaza aún más que suficiente
para mantener la máxima alerta en los Estados de Florida, Georgia y
Carolina del Sur donde, a pesar de que no se prevé que el huracán
entre en tierra firme, se han dictado órdenes de evacuación que
afectan a un millón de personas.
Los
vientos han bajado a 255 kilómetros por hora, frente a las
velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora registradas el
domingo. Niveles más que suficientes, en cualquier caso, para
esperar una marejada ciclónica de hasta siete metros de alto, capaz
de inundar amplias zonas de unas islas sin apenas accidentes
geográficos que se eleven por encima del nivel del mar.
Las
escenas de devastación empezaron a emerger en las islas Ábaco, en
el noroeste del archipiélago de Bahamas, donde primero golpeó el Dorian el domingo. Casas medio sumergidas, carreteras inundadas,
riadas arrastrando coches, un mar embravecido. A primera hora de la
mañana del este lunes, la prensa local informaba de la primera
víctima mortal del huracán, un niño de ocho años que, según
relató su abuela, se habría ahogado en las riadas de Ábaco. Las
autoridades no han confirmado el deceso.
“Recen
por nosotros, por favor. Recen por Ábaco. Estamos atrapados. Mi bebé
solo tiene cuatro meses”, rogaba una mujer en un vídeo compartido
en redes sociales, que mostraba un edificio de viviendas arrasado.
A
200 kilómetros de distancia, la costa suroriental de Estados Unidos
permanecía en alerta. A lo largo de 300 kilómetros de la costa de
Florida, de Miami a Jacksonville, y de ahí al norte, por toda la
costa de Georgia y una buena parte de la de Carolina del Sur, se han
dictado órdenes de evacuación que afectan a más de un millón de
personas. Al mediodía del lunes, la trayectoria del Dorian empezaba
a cambiar de rumbo oeste a noroeste, confirmando el viraje que
esperaban los pronósticos y que, de consolidarse, podría mantener
el ojo del huracán alejado de las costas.
Esto
no liberaría a las zonas costeras estadounidenses de fuertes
vientos, lluvias y marejadas. Buena parte de la costa oriental de
Florida, además, es muy vulnerable a subidas del nivel del mar
producidas por los vientos huracanados. Pero la devastación no sería
tan grande como la que produciría un desvío hacia el oeste que
introdujera al Dorian en tierra firme. Algo que tampoco se puede aún
descartar. “No podemos enfatizar lo suficiente que solo una pequeña
desviación a la izquierda de nuestro pronóstico podría traer el
ojo del extremadamente peligroso huracán a tierra en la costa este
de Florida”, explicaba esta mañana un experto del Centro Nacional
de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), con sede en Miami.
Por
ello, el NHC mantiene sus alertas por huracán, marejada ciclónica y
tormentas tropicales en la costa atlántica de Florida y en Georgia.
Además, advierte el centro, el campo de acción del Dorian se
expandirá a medida que avance hacia el norte, dibujando una
trayectoria cónica, “lo que podría traer vientos de fuerza
huracanada más cerca de la costa este de Florida aunque se confirme
el cambio del rumbo [de oeste a norte]”.
El
impacto en Georgia y en las Carolinas, donde se espera se aproxime el
huracán hacia finales de semana y con algo menos de fuerza, es aún
más incierto: dependerá en gran medida de la trayectoria que siga y
de cuánto se acerque a tierra.
El
Dorian ha mantenido la categoría 4 o 5, las más altas de la escala,
desde el sábado, un periodo inusualmente largo. El NHC preveía que
se mantuviera en categoría 4 toda la jornada del lunes, y que bajara
a 3 al aproximarse a Florida, un huracán de categoría aún
formidable, hasta reducirse a 2 a su llegada a las Carolinas. “Se
prevé que el sistema siga siendo un gran huracán peligroso durante
los próximos días”, advirtió el NHC.
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Fuente:
Pablo Guimón, El Dorian deja al menos cinco muertos en Bahamas y sigue la alerta en EE UU, 2 septiembre 2019, El País. Consultado 2 septiembre 2019.
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